Descubrí todas las propiedades de esta planta tan versátil y seguí estos consejos para aprender a mantenerla y resguardarla de plagas y enfermedades.
Por Selecciones
A la linaza, o semilla de lino, se la ha llamado superalimento, y con razón. Es asombroso cuán poderosas para la salud pueden ser estas semillas tan pequeñas, cosechadas de la misma planta que ha proporcionado la fibra de lino textil desde los albores de los tiempos. Las semillas de lino se pueden considerar un aliado bien provisto contra el colesterol alto, las enfermedades cardíacas, los síntomas de la menopausia e incluso ciertas formas de cáncer.
La linaza es una fuente de los fitoestrógenos llamados lignanos, que actúan en el organismo como una forma atenuada del estrógeno. Los lignanos bloquean los receptores de estrógenos de las células, es decir, pueden prevenir la absorción del estrógeno más fuerte, que produciría cáncer, y contribuyen a reducir la tasa de ciertos tipos de cáncer asociados a hormonas, como el de ovario y próstata. Otros beneficios contra el cáncer pueden atribuirse a la capacidad de los lignanos de disminuir el factor de necrosis de los tumores, un compuesto proteico que interviene en los procesos inflamatorios.
El lino es una fuente de ácido alfa-linoleico (ALA), un ácido graso esencial que el organismo usa para producir ácidos grasos omega-3. El ALA diluye la sangre y evita que se aglutine, reduciendo el riesgo de infarto y ataque cerebral. Estas semillas disminuyen el colesterol, gracias a sus reservas de fibra soluble: una cucharada de linaza molida espolvoreada sobre cereales o yogur aporta 2,3 gramos de fibra. La potencia antiinflamatoria del lino también ayuda a mantener alejados algunos problemas, desde el acné hasta el asma.
Así como las aceitunas son diferentes del aceite de oliva, la semilla de lino es distinta del aceite de linaza. En particular, el aceite no contiene los lignanos que serían tan útiles contra el cáncer. Sin embargo, el aceite de linaza contiene de un 50 a un 60 por ciento de ácido alfa-linoleico (ALA), un ácido graso esencial omega-3. A diferencia de otros aceites omega-3 muy conocidos, el ALA proviene solo de plantas.
Tomadas enteras o trituradas con un poco de agua, las semillas de linaza son ligeramente laxantes, y un remedio popular para el estreñimiento. El contenido de mucílago de las semillas alivia muchas afecciones intestinales que provocan irritación e inflamación.
Consejo: Compre el aceite de linaza en dietéticas. El mejor es el elaborado con las semillas prensadas frescas, envasado en botellas oscuras y procesado a bajas temperaturas. Es muy perecedero y necesita frío. No lo utilice para cocinar; úselo crudo como aliño para ensaladas o verduras, o como ingrediente en licuados y otras recetas que no requieren cocción
Para cultivar sus propias plantas
Ubicación. Requiere de sol y de un suelo abierto y bien drenado.
Propagación. Siembre las semillas en la tierra preparada durante la primavera.
Mantenimiento. Deshierbe bien, pues el lino no compite con la maleza.
Plagas y enfermedades. Se recomienda rotar el cultivo cada tres años. El lino puede tener problemas de hongos.
Cosecha y almacenamiento. Corte las plantas maduras para la fibra. Coseche las semillas maduras. Conserve las semillas enteras en la heladera o en aceite.
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