El Papa Francisco recibe al secretario general de la Onu, Ban Ki-moon
El martes 9 de abril, por la mañana, el Santo Padre Francisco recibió al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, su excelencia el señor Ban Ki-moon, quien sucesivamente mantuvo un encuentro con el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, que estaba acompañado por monseñor Antoine Camilleri, subsecretario para la Relaciones con los Estados. El encuentro, que se sitúa en la tradición de las audiencias que conceden los Pontífices a los distintos secretarios generales de las Naciones
Unidas que se suceden en el tiempo, quiere expresar el aprecio que la Santa Sede nutre en el papel central de la Organización en la preservación de la paz en el mundo, en la promoción del bien común de la humanidad y en la defensa de los derechos fundamentales del hombre.
En los cordiales coloquios se trató de temas de interés recíproco, en particular de las situaciones de conflicto y de grave emergencia humanitaria, sobre todo la de Siria, y otras, como la de la península coreana y la del continente africano, donde la paz y la estabilidad están amenazadas. Se aludió al problema de la trata de personas, en particular de mujeres, y al de los refugiados y emigrantes. El secretario general de la Onu, que recientemente ha iniciado el segundo mandato en el cargo, expuso su programa para el quinquenio, centrado, entre otras cosas, en la prevención de conflictos, la solidaridad internacional y el desarrollo económico equitativo y sostenible. El Papa Francisco recordó también la contribución de la Iglesia católica, a partir de su identidad y con los medios que le son propios, a favor de la dignidad humana integral y para la promoción de una cultura del encuentro que concurra en los más altos fines institucionales de la Organización.
Durante la audiencia, como refirió el padre Federico Lombardi —director de la Oficina de información de la Santa Sede—, el secretario general invitó al Pontífice a hablar en la asamblea general de la Onu, en Nueva York.
A su llegada Ban Ki-moon fue recibido, en el Patio de San Dámaso, por un piquete de alabarderos de la Guardia Suiza. Después, acompañado del prefecto de la Casa Pontifica, el arzobispo Georg Gänswein, subió al segundo piso. El Papa Francisco le salió al encuentro en la sala del Trono. “Vengo en nombre de las Naciones Unidas y le doy la felicitación por el inicio de su mandato”, dijo en inglés el secretario general, que estaba acompañado por un séquito de doce personas, entre estas quien ostenta la responsabilidad del plan para el desarme. Y añadió que consideraba “un gran honor” poder encontrar al Papa, descrito como “uno de los líderes espirituales del mundo”.
En la Biblioteca privada Ban Ki-moon subrayo después que “Santa Sede y Onu tienen ideas y objetivos comunes”. El Papa Bergoglio respondió que también él estaba contento de la visita. A ello siguió el coloquio privado, de unos veinte minutos, en presencia de un oficial de la Secretaría de Estado como intérprete. Al término, tuvo lugar el tradicional intercambio de obsequios: el secretario general regaló un libro, de cubierta azul con el emblema de la Onu en oro, con la “Carta de las Naciones Unidas” en seis idiomas (inglés, francés, ruso, español, chino y árabe). El Papa Francisco, hojeándolo, observó la dedicatoria del propio Ban Ki-moon. Correspondió con un cuadro-mosaico de Roma y distribuyó personalmente rosarios al resto de los presentes.
Finalmente el secretario general se despidió deseando “todo bien” al Papa Francisco.
Sucesivamente el secretario general tuvo un encuentro con algunos periodistas, y declaró —informa Radio Vaticana— que la elección del nombre del Pontífice unido a san Francisco de Asís “es un mensaje poderoso. El Papa recalca en voz alta su empeño por los pobres. Ha sido un encuentro edificador y lleno de esperanza” porque “el Papa Francisco es un hombre de paz y de acción”.
10 de abril de 2013
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