Yanet Féliz
SANTO DOMINGO.- Unas diez mil personas, entre estos 7 mil niños y adolescentes, así como 3 mil adultos, clausuraron ayer el “Segundo campo nacional de Conquistadores”, para mostrarle a la población dominicana que se puede vivir sin violencia y drogas cuando hay comunicación entre padres e hijos y teniendo a Jesús en la familia.
El evento, que tuvo por lema “Mirando al invisible (Dios)”, fue auspiciado por la Unión de los Adventistas del Séptimo Día, que agrupa a cientos de iglesias del país. Se inició el día 24 en el complejo deportivo Parque del Este en el municipio Este.
La actividad encabezada por el pastor Carlos Rilio, director de Jóvenes para la Iglesia en el país, incluyó ceremonias espirituales, manualidades y diversos talleres en especialidades técnicas, a favor de los participantes que pernoctaron allí bajo carpas departiendo sus experiencias de boy-scouts.
Cesario Acevedo, presidente de la Unión de Adventistas del Séptimo Día, explicó que la idea del evento, que incluyó ventas de libros, manualidades y comidas, tuvo como meta principal el que los jóvenes se conozcan y al mismo tiempo formarlos como futuros líderes.
“Tratamos de ayudarlos a formar el carácter y que se alejen de los vicios”, precisó Acevedo, que junto a los pastores Andrés Reyes, encargado de comunicación, e Ignacio Nova, de logística, mostraron áreas específicas en que fueron instruidos los participantes.
Entre estas últimas figuraban charlas acerca del manejo de los perros, gatos y otros animales, como también las plantas, computadoras y el cuerpo humano.
La dinámica se inició en California en 1927, según Arnaldo Plata, historiador del evento, quien participó con su esposa Dixie Plata. El club de Conquistadores tiene como norte incentivar a lo jóvenes a ir a iglesia y aprender disciplinas.
