El papa Benedicto XVI recordó ayer las consecuencias que dejo el régimen soviético de los años 30 en Ucrania, en el Angelus. (EFE)
CIUDAD DEL VATICANO (AFP). “Queridos hermanos y hermanas, estos días recuerdan el 75 aniversario del ‘holodomor’, la ‘gran hambruna’ que en 1932 y 1933 causó millones de muertos en Ucrania y en otras regiones de la Unión Soviética durante el régimen comunista”, afirmó el Papa al término de su oración, al saludar en varios idiomas a miles de peregrinos del mundo entero.
“Esperamos que ningún orden político pueda, nunca más, en nombre de una ideología, negar los derechos humanos, la libertad y la dignidad”, instó el Pontífice.
“Rezo por las víctimas de esa horrible tragedia e invoco a la Santa Madre de Dios para que ayuda a las naciones a transitar el camino de la reconciliación”, añadió el jefe de la Iglesia Católica.
“Mundo en ruinas”
CIUDAD DEL VATICANO (ANSA). El papa Benedicto XVI denunció ayer que “si cada uno piensa únicamente en sus intereses, el mundo solo puede arruinarse” y recordó que “el reino de Dios” está hecho de “justicia y paz”.
El Pontífice pronunció estas palabras al día siguiente del documento vaticano que, en vista de la Conferencia internacional de Doha sobre la financiación al desarrollo, recomienda a los grandes del mundo no intentar salir de la crisis financiera pensando cada uno en sí mismo y nadie en los países pobres.
Según el papa Benedicto XVI, si cada uno piensa solo en sí mismo, no se va a ningún lado: Dios no quiere devociones “hipócritas” si no se vive un concreto “amor por el prójimo”.
Durante el Angelus, Benedicto XVI reflexionó sobre el relato del Juicio universal hecho en el Evangelio de San Mateo: “Las imágenes son sencillas, el lenguaje es popular, pero el mensaje es extremadamente importante”, comentó.
“Es la verdad sobre nuestro destino último y sobre el criterio con el que seremos juzgados”, explicó.
“Tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, era extranjero y me disteis cobijo... ¿Quién no conoce esta página?”, se preguntó el Papa.
“Ha marcado la historia de los pueblos de cultura cristiana: la jerarquía de valores, las instituciones, las múltiples obras benéficas y sociales”, añadió.
“Si ponemos en práctica el amor por nuestro prójimo, entonces, el reino de Dios se realiza en medio de nosotros; si en cambio cada uno piensa solo en sus propios intereses, el mundo no puede que arruinarse”, explicó.
.