jesuitas-centenario 09-11-2008
Con motivo del centenario del nacimiento del padre Pedro Arrupe, Prepósito General de los Jesuitas desde 1965 a 1981, se inauguró hoy en la iglesia del Gesu, de Roma, templo madre de la Compañía de Jesús, una exposición sobre el 'Servicio Jesuita a Refugiados', fundado en 1980 por el padre Arrupe.
La exposición fotográfica, llamada 'El amor de un hombre', recorre las diferentes etapas de la historia del Servicio Jesuita a Refugiados (JRS), puesto en marcha por Arrupe como respuesta espiritual y práctica a la situación de los refugiados en el mundo en aquel momento.
La inauguración estuvo precedida de una misa oficiada por el actual Prepósito General, el español Adolfo Nicolás, y el jesuita Peter Balleis, director de la Oficina Internacional del Servicio Jesuita a Refugiados (JRS).
El JSR recuerda como a finales de la década de los años 70 en plena guerra de Vietnam, miles de vietnamitas ponían en peligro sus vidas buscando un lugar seguro donde vivir, Arrupe apostó convencido de que los jesuitas de todo el mundo iban a responder a esa situación desesperada.
Así nació el JSR, precisó Peter Balleis, quien añadió en el comunicado que desde el principio los jesuitas siempre decidieron 'estar con' quien más lo necesitaba.
Casi 30 años después, el JRS se ha convertido en una organización internacional humanitaria con proyectos en todo el mundo, que atiende a medio millón de personas.
Fiel a su visión fundacional, sirve a las personas en circunstancias más vulnerables, en particular donde otras agencias no están presentes, precisó Balleis.
En la actualidad, el JSR emplea a más de 1.400 personas, entre seglares, jesuitas y otros religiosos.
Pedro Arrupe, vigésimo octavo sucesor de San Ignacio de Loyola, fundador de la Orden, nació en Bilbao (norte de España) el 14 de noviembre de 1907.
Se trasladó a Madrid para cursar Medicina y fue allí donde entró en contacto con los pobres y descubrió su vocación religiosa.
En 1927, a los veinte años de edad, ingresó como jesuita en Loyola y nueve años después fue ordenado sacerdote en Bélgica.
Tras ser desterrado junto con sus compañeros jesuitas por el Gobierno español, en 1938 marchó a Japón, donde vivió las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial y de la explosión de la primera bomba atómica.
En 1965 fue elegido Preposte o Superior General de la Compañía de Jesús, cargo que ejerció hasta que en agosto de 1981 sufrió una trombosis cerebral. Dos años más tarde Peter Hans Kolvenbach fue nombrado su sucesor.
Como Superior de los Jesuitas, el padre Arrupe participó en el Concilio Vaticano II y en los sínodos de los obispos de 1967, 1969, 1971 y 1974.
Durante su mandato las relaciones de la Compañía de Jesús con el Vaticano se hicieron difíciles, porque el compromiso social de los jesuitas, sobre todo en Iberoamérica con su apoyo a la Teología de la Liberación, desató fuerte oposición en la Iglesia de Roma.
Pablo VI denunció que los jesuitas miraban con excesiva simpatía a movimientos políticos radicales enemigos de la Iglesia, en alusión al marxismo.
Aunque el Pontificado de Juan Pablo I duró sólo 33 días tuvo tiempo de enviarles una carta en la que les pedía que no crearan 'confusión y desorientación' entre los fieles.
La Compañía de Jesús tampoco contó con las simpatías de Juan Pablo II a quien Arrupe presentó su dimisión en 1980, aunque el Papa no se la aceptó.
Solo un año después, en 1981, el 'Papa negro', como son conocidos los Prepostes de la Compañía de Jesús, cayó enfermo tras sufrir una trombosis cerebral que le mantuvo inconsciente durante diez años en la Casa Generalicia de Roma, donde falleció el 5 de febrero de 1991.
Entonces se nombró un Vicario General para asegurar la dirección de la Compañía, dándose el primer caso de un Prepósito General que presenta su renuncia en vida.
La XXXIII Congregación General de los Jesuitas, celebrada en 1983, eligió al jesuita holandés Peter-Hans Kolvenbach, como Prepósito General de la Compañía de Jesús, en sustitución del padre Arrupe.
La Compañía de Jesús es la orden religiosa masculina de la Iglesia Católica con el mayor número de miembros, 19.126, según el último censo de los jesuitas.
Fundada por el español San Ignacio de Loyola en 1540 y aprobada por el papa Paulo III, la Compañía de Jesús está presente en 127 países y en todos los campos de la sociedad.
Con motivo del centenario del nacimiento del padre Pedro Arrupe, Prepósito General de los Jesuitas desde 1965 a 1981, se inauguró hoy en la iglesia del Gesu, de Roma, templo madre de la Compañía de Jesús, una exposición sobre el 'Servicio Jesuita a Refugiados', fundado en 1980 por el padre Arrupe.
La exposición fotográfica, llamada 'El amor de un hombre', recorre las diferentes etapas de la historia del Servicio Jesuita a Refugiados (JRS), puesto en marcha por Arrupe como respuesta espiritual y práctica a la situación de los refugiados en el mundo en aquel momento.
La inauguración estuvo precedida de una misa oficiada por el actual Prepósito General, el español Adolfo Nicolás, y el jesuita Peter Balleis, director de la Oficina Internacional del Servicio Jesuita a Refugiados (JRS).
El JSR recuerda como a finales de la década de los años 70 en plena guerra de Vietnam, miles de vietnamitas ponían en peligro sus vidas buscando un lugar seguro donde vivir, Arrupe apostó convencido de que los jesuitas de todo el mundo iban a responder a esa situación desesperada.
Así nació el JSR, precisó Peter Balleis, quien añadió en el comunicado que desde el principio los jesuitas siempre decidieron 'estar con' quien más lo necesitaba.
Casi 30 años después, el JRS se ha convertido en una organización internacional humanitaria con proyectos en todo el mundo, que atiende a medio millón de personas.
Fiel a su visión fundacional, sirve a las personas en circunstancias más vulnerables, en particular donde otras agencias no están presentes, precisó Balleis.
En la actualidad, el JSR emplea a más de 1.400 personas, entre seglares, jesuitas y otros religiosos.
Pedro Arrupe, vigésimo octavo sucesor de San Ignacio de Loyola, fundador de la Orden, nació en Bilbao (norte de España) el 14 de noviembre de 1907.
Se trasladó a Madrid para cursar Medicina y fue allí donde entró en contacto con los pobres y descubrió su vocación religiosa.
En 1927, a los veinte años de edad, ingresó como jesuita en Loyola y nueve años después fue ordenado sacerdote en Bélgica.
Tras ser desterrado junto con sus compañeros jesuitas por el Gobierno español, en 1938 marchó a Japón, donde vivió las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial y de la explosión de la primera bomba atómica.
En 1965 fue elegido Preposte o Superior General de la Compañía de Jesús, cargo que ejerció hasta que en agosto de 1981 sufrió una trombosis cerebral. Dos años más tarde Peter Hans Kolvenbach fue nombrado su sucesor.
Como Superior de los Jesuitas, el padre Arrupe participó en el Concilio Vaticano II y en los sínodos de los obispos de 1967, 1969, 1971 y 1974.
Durante su mandato las relaciones de la Compañía de Jesús con el Vaticano se hicieron difíciles, porque el compromiso social de los jesuitas, sobre todo en Iberoamérica con su apoyo a la Teología de la Liberación, desató fuerte oposición en la Iglesia de Roma.
Pablo VI denunció que los jesuitas miraban con excesiva simpatía a movimientos políticos radicales enemigos de la Iglesia, en alusión al marxismo.
Aunque el Pontificado de Juan Pablo I duró sólo 33 días tuvo tiempo de enviarles una carta en la que les pedía que no crearan 'confusión y desorientación' entre los fieles.
La Compañía de Jesús tampoco contó con las simpatías de Juan Pablo II a quien Arrupe presentó su dimisión en 1980, aunque el Papa no se la aceptó.
Solo un año después, en 1981, el 'Papa negro', como son conocidos los Prepostes de la Compañía de Jesús, cayó enfermo tras sufrir una trombosis cerebral que le mantuvo inconsciente durante diez años en la Casa Generalicia de Roma, donde falleció el 5 de febrero de 1991.
Entonces se nombró un Vicario General para asegurar la dirección de la Compañía, dándose el primer caso de un Prepósito General que presenta su renuncia en vida.
La XXXIII Congregación General de los Jesuitas, celebrada en 1983, eligió al jesuita holandés Peter-Hans Kolvenbach, como Prepósito General de la Compañía de Jesús, en sustitución del padre Arrupe.
La Compañía de Jesús es la orden religiosa masculina de la Iglesia Católica con el mayor número de miembros, 19.126, según el último censo de los jesuitas.
Fundada por el español San Ignacio de Loyola en 1540 y aprobada por el papa Paulo III, la Compañía de Jesús está presente en 127 países y en todos los campos de la sociedad.