Por David Gauthier-villars
Dow Jones Newswires
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PARÍS -- Muchos franceses no son especialmente devotos, pero observan rigurosamente un mandato religioso: el domingo es día de descanso.
Esta práctica se ve amenazada por una controvertida ley que permitirá que haya más tiendas francesas abiertas los domingos. La ley fue aprobada en el Parlamento el jueves. Y ello causa preocupación por el descenso del ocio en el estilo de vida tradicional galo, molestando a muchos que consideran que el descanso dominical es casi un derecho de nacimiento.
"El domingo es sagrado", afirmó Marion Schmitt, vendedora de 52 años en una tienda de modas en París. "Es importante pasar tiempo con tu familia".
La flexibilización de horarios comerciales el domingo es una de las recetas del presidente francés, Nicolas Sarkozy para revitalizar la economía de Francia. Sarkozy llegó al poder con el eslogan: "trabaja más para ganar más". Los economistas consideran que flexibilizar los horarios comerciales el domingo podría ayudar a aumentar el número de empleos minoristas entre un 3% y un 10%. Cada domingo que se trabaje será "un día adicional de crecimiento económico" y "mayor poder adquisitivo", indicó Sarkozy en un discurso reciente.
Sarkozy también dijo que mantener cerradas las tiendas en domingo era algo retrógrado en uno de los principales destinos turísticos del mundo. Y se quejó de que había tenido que intervenir el pasado mes cuando la primera dama estadounidense, Michelle Obama, quiso comprar ropa para sus hijas en París el domingo 7 de junio.
Francia es uno de los últimos países europeos que han decidido flexibilizar los horarios comerciales del domingo. Reino Unido, donde el descanso dominical se remonta a la Edad Media, eliminó la mayoría de sus restricciones a mediados de la década de 1990. En la ultra-católica Italia, los horarios comerciales se flexibilizaron hace más de una década.
Las cosas también están complicadas en los países sin tradición cristiana. Los argelinos descansaban el jueves y el viernes, como establece la tradición islámica. Pero esto dificultaba el comercio y la comunicación con otros países. Por ello, el gobierno de Argelia recomendará que a partir del próximo mes las empresas cierren los viernes y los sábados.
En Francia, muchos grupos se oponen al cambio. Los sindicatos y los partidos socialista y comunista, en la oposición, han acusado a Sarkozy de intentar desmantelar las leyes laborales francesas, que impiden que las empresas hagan trabajar en exceso a sus empleados. El partido Socialista indicó que llevaría la ley al tribunal constitucional francés sobre la base de que infringe los derechos de los trabajadores.
La Iglesia Católica ha pedido que se mantenga el equilibrio entre los días laborables, dedicados al trabajo, y los domingos, dedicados a la vida familiar, el deporte o las "actividades culturales". También hay oposición en las filas del partido de Sarkozy, el UMP. Philippe Meunier, legislador de la región de Lyon, dijo que Francia debe mantenerse lejos de la sociedad de consumo, en la que la vida gira en torno a las compras. Meunier realizó con éxito una campaña en su región para mantener las restricciones a la apertura de comercios en domingo para preservar el tradicional descanso dominical, que calificó de "elemento esencial de nuestro modo de vida".
En realidad, muchos franceses ya trabajan en domingo, que se convirtió en día de asueto en 1906 tras varias campañas para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores. Algunos restaurantes, estancos, museos y tiendas de zonas turísticas han recibido permiso para permanecer abiertos. Y la nueva ley no declara una temporada de apertura total el domingo. Sólo elimina algunas restricciones a la apertura de tiendas en domingo en grandes ciudades y zonas turísticas.
Algunos propietarios de tiendas se debaten entre el deseo de abrir más horas y el tradicional descanso.
"Estamos atravesando una crisis y a mí no me importaría abrir 50 días o más al año", señaló Malek Ferrah, responsable de una tienda de modas de Ed Hardy en París. "Pero algunas personas lucharon por el derecho a descansar el domingo y no puedo ignorarlo".
El ex campeón de boxeo Jean Dionnot fundó el Colectivo de Amigos del Domingo en 2006 para hacer campaña contra la modificación de los horarios comerciales del domingo. Se mostró consternado por la nueva ley y dijo que "ahora la gente se pasará los domingos recorriendo centros comerciales".
Dionnot explicó que suspendería la campaña un tiempo pero la retomaría en septiembre: "Ahora toca irse de vacaciones", aseguró.