Las iglesias representadas a través del Concilio de Iglesias de Puerto Rico (CIPR), lanzaron ayer un comunicado donde expresan que “como continuadoras de la misión de Dios en Jesucristo” su misión es “anunciar al ser humano y a la creación la liberación de todo aquello que le quite o le impida la paz y la salvación. Nuestra tarea es, en consecuencia, ayudar al ser humano puertorriqueño para que encuentre paz espiritual, salvación para su vida y la transformación integral de su existencia. Por eso las iglesias acompañan solidariamente al pueblo en medio de sus dolores y proclaman la esperanza y la promesa de vida abundante". El comunicado se dio a conocer un día antes del Paro nacional convocado para hoy.
San Juan, jueves, 15 de octubre de 2009
Tras varias semanas de protestas y actos de desobediencia civil, organizaciones civiles llamaron a un paro nacional para este jueves en repudio al despido de más de 20,000 empleados públicos. Varios economistas advirtieron que los despidos prolongarán la recesión económica en la isla y que el paro de un día tendrá un impacto económico de al menos $32 millones.
El texto del CIPR alude a que las iglesias han sido testigo del rudo golpe que le ha sido asestado al pueblo puertorriqueño con el despido de decenas de miles de trabajadores y trabajadoras del sector público recientemente: “Esta decisión del Gobierno, en primera instancia, coloca a decenas de miles de familias en una situación de completa indefensión y desasosiego, amén de afectar a la economía de nuestro país, así como a la capacidad del propio Gobierno de afirmar derechos civiles y democráticos y brindar servicios a la ciudadanía.
“Una decisión como ésta afecta a la capacidad del Gobierno para enfrentar la criminalidad, asegurar el bienestar de la niñez producto de parejas divorciadas, la defensa de los derechos de la mujer, las personas de edad avanzada, los diferentemente capacitados y los consumidores en general, todo esto producto de la cesantía de un número sustancial de empleados públicos que ejercían funciones relacionadas a los servicios mencionados. Pero, más aún, la sociedad puertorriqueña, en pleno, se afecta en vista de los escenarios que se van cerrando, la ansiedad y la frustración que se viene acumulando con cada decisión que esgrimen los políticos.
“Nos preguntamos ¿cuál será el costo social de las medidas que se han implantado? ¿Dónde está la sensibilidad ante el sufrimiento generalizado que ha implicado la pérdida del pan de cada día? ¿Dónde quedan los conceptos de dignidad de la vocación de servicio público y del bien común en nuestro país? Aunque reconocemos la magnitud de la crisis económica que vivimos como país, no podemos suscribir la aplicación de una “medicina” que, a fin de cuentas, resulta ser peor que la “enfermedad” que pretende curar. Ante ello, advertimos el riesgo en el cual incurre el Gobierno en generar situaciones que acarreen consecuencias, no deseadas por nadie, de violencia y desintegración social generalizada.
El comunicado de prensa alude a que, a pesar de las circunstancias convocantes, “estamos convencidos/as de que no estamos ante un callejón sin salida”, porque “la fe en Dios de Jesucristo, quien le levantó de los muertos, abre el futuro a nuevas posibilidades, afirmando una esperanza que sigue viva en medio de las dificultades que enfrenta nuestro pueblo.”
De manera que se hace un llamado desde “el amor que construye y levanta” a los políticos para que trabajen en favor de la vida.
“También hacemos un llamado a las iglesias a continuar profundizando en el acompañamiento al servicio de quienes sufren en esta hora. El acompañamiento espiritual a través de la oración, la solidaridad y la hermandad cristiana han sido y son herramientas poderosas de fe que permitirán que nuestros hermanos y hermanas en crisis puedan salir adelante.”
También se dice que los sueños de Dios para Puerto Rico no se basan en dinámicas que destruyan a la familia, la comunidad y el país. “Dios quiere nuestro bienestar y busca maneras de revelarse y darnos de su bendición y provisión. Por ello, si somos vehículos de esa bendición de Él, estamos llamados y llamadas a enfrentar y desenmascarar todo aquello que se oponga a la voluntad de Dios. Porque tenemos esperanza, asumimos el compromiso de unión con el Espíritu del Dios de la historia, en el diálogo, la búsqueda y construcción de un país más justo e igualitario. En medio de la crisis, afirmamos el consuelo, la solidaridad y la esperanza en el nombre del Dios que prometió estar con nosotros y con todo su pueblo “hasta el fin del mundo”, concluye el comunicado.
Según la Cámara de Comercio, a lo largo del 2009 se han perdido al menos 4,000 empleos mensuales en el sector privado. La Junta de Reestructuración y Estabilización Fiscal anunció en septiembre el despido de 16,970 empleados gubernamentales para reducir el déficit fiscal por $3,200 millones.
Otros 7,816 empleados fueron destituidos en mayo, pero poco más de 3,000 maestros transitorios y conserjes tuvieron que ser reclutados nuevamente al inicio del curso escolar en agosto. La tasa de desempleo ascendió a 15.8 por ciento en septiembre y el gobierno estima que subirá a 17.1 por ciento cuando la mayoría de los 16,970 empleados públicos queden sin trabajo el 6 de noviembre.
Fuente: http://www.alcnoticias.org/interior.php?lang=687&codigo=15215
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