Vladimir Putin aparece como favorito indiscutido en todas las encuestas
MOSCU.- Los colegios electorales en el extremo oriente deRusia abrieron sus puertas este domingo, inciando así los comicios presidenciales en los que el actual primer ministroVladimir Putin aspira a regresar al Kremlin, pese a las protestas sin precedentes contra su régimen.
"Los colegios electorales abrieron tal como estaba programado. Todo está en calma", declaró a la AFP Oksana Balynina, vicepresidente de la comisión electoral de Chukotka, una región rica en recursos naturales, situada en el extremo oriental de Siberia.
Unos 109 millones de electores están convocados a las urnas. Los colegios electorales deben regirse por nueve horarios distintos.
Los sondeos, publicados a finales de febrero, dan vencedor a Putin en la primera vuelta, con alrededor del 60 % de los votos. Pero la oposición se ha esforzado para movilizar a los electores e imponer una segunda vuelta al hombre fuerte del país, presidente ya en el año 2000 y en 2008 que ha visto decaer su popularidad.
Putin se enfrenta a cuatro candidatos que se han cuidado de atacarle frontalmente, y ningún miembro de la oposición radical a Putin ha sido autorizado a presentarse.
El país vivió el sábado una "jornada de silencio" conforme a la legislación electoral que prohíbe toda campaña en vísperas del voto.
En una entrevista a varios medios extranjeros publicada el viernes, Putin dijo estar seguro de tener el apoyo de la mayoría, incluso en las grandes ciudades y en el seno de la clase media, de donde proceden los principales opositores.
La coalición de oposición que organiza desde las legislativas de diciembre -marcadas según ella por fraudes masivos- manifestaciones de una magnitud sin precedentes en Moscú desde hace 12 años, consideró que los comicios no podían ser democráticos y prevé una nueva concentración el 5 de marzo en el centro de la capital rusa.
La campaña electoral estuvo marcada, según los observadores de la organización rusa Golos, por el empleo masivo de recursos del Estado a favor de Putin y una política de "intimidación". "La campaña se ha distinguido por la abundancia de tentativas de denigración, dirigidas tanto a las oposición como a los candidatos en las presidenciales", subrayaba el jueves la asociación en un informe.
El actual jefe del gobierno ha acusado a los opositores de estar al servicio de Occidente, de preparar ellos mismos fraudes electorales e incluso de querer asesinar a uno de los suyos para luego acusar al régimen. Elegido una primera vez a la presidencia con el 53% de los votos cuando era jefe de Estado interino tras la dimisión de Boris Yelstin, fue reelegido triunfalmente en 2004 con más del 71% de los sufragios.
La rápida subida del nivel de vida, gracias al alza de los precios mundiales del petróleo, y una política percibida como el restablecimiento del lugar del país en el tablero mundial nutrieron esa popularidad, según los sociólogos.
Obligado a abandonar el Kremlin en 2008 al no poder efectuar un tercer mandato consecutivo, Putin se ha mantenido como el hombre fuerte del país al tomar el puesto de primer ministro y al lanzar a la presidencia a Dimitri Medvedev.
Este se ha apartado para dejar paso a su mentor y debería convertirse en primer ministro tras la entrega de poderes prevista en mayo. Una reforma constitucional ha ampliado el mandato presidencial de cuatro a seis años y Putin puede teóricamente quedarse en el poder durante dos nuevos mandatos, hasta 2024.
"Todavía no lo he decidio", explicó en la entrevista emitida el viernes, "sería normal, si todo va bien, si es lo que le gusta a la gente". Los analistas sin embargo indican que aunque su victoria el domingo está clara, su mandato podría ser más complicado que los anteriores.
"El movimiento de protesta iniciado tras las legislativas falsificadas de diciembre no amenaza todavía el control del poder de Putin, pero es el síntoma de una Rusia cada vez más inestable", estima el Consejo Europeo para la Política Extranjera, un centro de análisis próximo de la Unión Europea. (AFP-NA)
"Los colegios electorales abrieron tal como estaba programado. Todo está en calma", declaró a la AFP Oksana Balynina, vicepresidente de la comisión electoral de Chukotka, una región rica en recursos naturales, situada en el extremo oriental de Siberia.
Unos 109 millones de electores están convocados a las urnas. Los colegios electorales deben regirse por nueve horarios distintos.
Los sondeos, publicados a finales de febrero, dan vencedor a Putin en la primera vuelta, con alrededor del 60 % de los votos. Pero la oposición se ha esforzado para movilizar a los electores e imponer una segunda vuelta al hombre fuerte del país, presidente ya en el año 2000 y en 2008 que ha visto decaer su popularidad.
Putin se enfrenta a cuatro candidatos que se han cuidado de atacarle frontalmente, y ningún miembro de la oposición radical a Putin ha sido autorizado a presentarse.
El país vivió el sábado una "jornada de silencio" conforme a la legislación electoral que prohíbe toda campaña en vísperas del voto.
En una entrevista a varios medios extranjeros publicada el viernes, Putin dijo estar seguro de tener el apoyo de la mayoría, incluso en las grandes ciudades y en el seno de la clase media, de donde proceden los principales opositores.
La coalición de oposición que organiza desde las legislativas de diciembre -marcadas según ella por fraudes masivos- manifestaciones de una magnitud sin precedentes en Moscú desde hace 12 años, consideró que los comicios no podían ser democráticos y prevé una nueva concentración el 5 de marzo en el centro de la capital rusa.
La campaña electoral estuvo marcada, según los observadores de la organización rusa Golos, por el empleo masivo de recursos del Estado a favor de Putin y una política de "intimidación". "La campaña se ha distinguido por la abundancia de tentativas de denigración, dirigidas tanto a las oposición como a los candidatos en las presidenciales", subrayaba el jueves la asociación en un informe.
El actual jefe del gobierno ha acusado a los opositores de estar al servicio de Occidente, de preparar ellos mismos fraudes electorales e incluso de querer asesinar a uno de los suyos para luego acusar al régimen. Elegido una primera vez a la presidencia con el 53% de los votos cuando era jefe de Estado interino tras la dimisión de Boris Yelstin, fue reelegido triunfalmente en 2004 con más del 71% de los sufragios.
La rápida subida del nivel de vida, gracias al alza de los precios mundiales del petróleo, y una política percibida como el restablecimiento del lugar del país en el tablero mundial nutrieron esa popularidad, según los sociólogos.
Obligado a abandonar el Kremlin en 2008 al no poder efectuar un tercer mandato consecutivo, Putin se ha mantenido como el hombre fuerte del país al tomar el puesto de primer ministro y al lanzar a la presidencia a Dimitri Medvedev.
Este se ha apartado para dejar paso a su mentor y debería convertirse en primer ministro tras la entrega de poderes prevista en mayo. Una reforma constitucional ha ampliado el mandato presidencial de cuatro a seis años y Putin puede teóricamente quedarse en el poder durante dos nuevos mandatos, hasta 2024.
"Todavía no lo he decidio", explicó en la entrevista emitida el viernes, "sería normal, si todo va bien, si es lo que le gusta a la gente". Los analistas sin embargo indican que aunque su victoria el domingo está clara, su mandato podría ser más complicado que los anteriores.
"El movimiento de protesta iniciado tras las legislativas falsificadas de diciembre no amenaza todavía el control del poder de Putin, pero es el síntoma de una Rusia cada vez más inestable", estima el Consejo Europeo para la Política Extranjera, un centro de análisis próximo de la Unión Europea. (AFP-NA)
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