Los "illuminati" es una palabra de origen latina que significa "iluminados".
1 Orígenes
2 Los francmasones y los Illuminati
3 Otros Illuminati en Europa
4 El fin de la sociedad
5 Los Illuminati de hoy
6 Hechos perpetrados por los Illuminati
7 Karl Marx y el Nuevo Orden Mundial comunista
8 Símbolos Illuminati en el billete de un dólar
9 Los Illuminati en la cultura popular
Orígenes
Adam Weishaupt creó la sociedad secreta conocida como los illuminati con el propósito de derrocar a los gobiernos y reinos del mundo además de erradicar a todas las religiones y creencias para unificar la humanidad bajo un Nuevo Orden Mundial donde cada persona lograría la perfección.
Los francmasones y los Illuminati
Adam Weishaupt logró reclutar un gran número de pensadores, filósofos, artistas, políticos, analistas, etc, a su causa por lo cual lograron infiltrarse en las logias francmasónicas de Baviera y luego de Europa, pero luego entraron en conflicto con las mismas tras disputas con la Gran Logia de Inglaterra y los martinistas en el Convento masónico de 1782. Escritos de Weishaupt en el que denuncia a estos masones prueban lo expuesto.
Otros Illuminati en Europa
Existieron aparte de los Illuminati de Baviera otras sociedades como:
Los Alumbrados de España. Cuya fundación es anterior a los Illuminati Bávaros.
Los Illuminés de Francia.
El fin de la sociedad
Tiempo despues del control sobre las logias francmasónicas que duró varios años la Inquisición descubrió los planes que tenían los Illuminati de derrocar la iglesia católica y comenzó con la persecución y arresto de los miembros hasta erradicarlos por completo. Los restos de los Illuminati fueron a parar a EE.UU. y Francia. En EE.UU., participaron en la creación de la Logia Colombia y de los Skull and Bones, más tarde la primera conocida como Gran Logia Rockefeller. En Francia, participaron en los sucesos revolucionarios.
Los Illuminati de hoy
En la actualidad existen dos o tres órdenes sucesoras de los Illuminati: Orden Illuminati del gran maestre y filósofo Gabriel López de Rojas, Orden Illuminati de Solomon Tulbure, Skull and Bones, Gran Logia Rockefeller. Los Illuminati prosiguen el curso de la historia con innovaciones en sus rituales y principios.
Hechos perpetrados por los Illuminati
Control total de las logias masónicas y otras órdenes.
Preparación de la revolución francesa y de la URSS.
Introducción de nuevos símbolos masónicos como el "Ojo que todo lo ve" que aparece en el billete de un dolar.
Karl Marx y el Nuevo Orden Mundial comunista
Segun estudiosos Karl Marx fue un Illuminati contemporaneo que creó el comunismo para la creación de la URSS que sería una super-nación la cual ayudaría a la creación de otras uniones a fin de crear un Nuevo Orden Mundial Secular.
Símbolos Illuminati en el billete de un dólar
En el billete de un dolar que es usado hoy en día aparece el "ojo que todo lo ve", un símbolo illuminati que significa la clarividencia. La pirámide simboliza resistencia y fortaleza mientras que el ojo es el poder de saber todos los secretos, en la zona inferior de la pirámide aparecen las letras MDCCLXXVI que en números romanos es 1776 el año de la creación de los illuminati. Cabe destacar la aparición de las palabras "Novus Ordo Seclorum" traducido al latin como "Nuevo Orden Secular".
Los Illuminati en la cultura popular
Lista de apariciones de los Illuminati en la cultura popular:
El libro "Ángeles y demonios", una novela de misterio escrita por Dan Brown.
Los juegos de cartas "ILLUMINATI" e "ILLUMINATI: NWO" creados por Steve Jackson y producidos por Steve Jackson Games.
En el juego para computadora "Deus Ex" de Eidos Interactive, Inc.
Los Illuminati tienen su origen en los cultos precristianos y en las masonerías del mundo antiguo y medieval.
Los Illuminati fueron fundados por el catedrático alemán Adam Weishaupt el 1 de mayo de 1776 en Baviera.
Tras la fundación, Adam Weishaupt (frater Espartacus) atrajo a jóvenes estudiantes y a Adolf von Knigge, quién escribió el Rito de Los Iluminados de Baviera, junto a él. Por ello, Los Illuminati bávaros rápidamente se extendieron por Austria y otros puntos de Europa, afiliando a personalidades de la talla de Herder, Goethe, Cagliostro, el Conde de Saint-Germain...
Animado por su éxito, Adam Weishaupt tomó la determinación de afiliarse a la masonería y ordenó la infiltración y el dominio de la misma.
En 1782, en una reunión de la masonería continental, Los Illuminati intentaron la proeza sin éxito, por la oposición de la Gran Logia de Inglaterra y los recelos de Los Iluminados Teósofos y del Gran Oriente de Francia.
El 22 de junio de 1784, el Elector de Baviera intuyó el peligro que suponían Los Illuminati para la Iglesia católica y las monarquías, debido a su ideología revolucionaria, igualitaria y libertaria, y aprobó un edicto contra éstos y la masonería. En 1785, el edicto se confirmó y Weishaupt marchó al exilio de Ratisbona, para dirigir la Orden desde el extranjero y fallecer el 18 de noviembre de 1830.
Los restos de la Orden de Los Illuminati tuvieron dos destinos: Europa y Estados Unidos. Así, la implicación de los restos de la Orden en Europa en la Revolución francesa está fuera de toda duda. El conde de Mirabeau introdujo la Orden en Francia y los revolucionarios Saint-Just, Camile Desmoulins, Danton, Herbert y Marat fueron miembros de Los Illuminati. El famoso Conde de Cagliostro, que participó en las tramas del proceso revolucionario francés, creó la Masonería egipcia y fue asesinado en los calabozos de la Inquisición, también recibió la iniciación en las logias de Weishaupt.
Otra cuestión muy diferente es la prolongación de Los Illuminati en tierras norteamericanas. Si es posible asegurar que Los Illuminati desaparecieron de Europa en las primeras décadas del siglo XIX, de forma y manera absoluta, resulta inexacto afirmar lo mismo en el caso de Estados Unidos. Existen demasiadas pruebas que permiten afirmar lo contrario: el sello del dólar de Estados Unidos, las órdenes norteamericanas que se declaran hoy herederas de Los Illuminati y una serie de cartas que resultan reveladoras, sobretodo cartas del siglo XIX.
Así, en 1785, se constituyó la Logia Columbia de la Orden de Los Illuminati en New York, a la cual se afiliaron como Hermanos el gobernador De Witt; un ancestro de Franklin Delano Roosevelt, Clinton Roosevelt; Horace Greeley, director del Tribune; y el mismísimo Jefferson. Aquí, encontramos el embrión de la Orden de Los Illuminati en Estados Unidos, justo un año después de la prohibición en Baviera. La presencia en Estados Unidos de Los Illuminati se ha mantenido durante dos siglos, es decir, hasta el presente, pero en organizaciones iluministas (The Order, Skull & Bones, The Shriners, Grand Lodge Rockefeller) algo alejadas de las creencias de Los Illuminati bávaros, del Rito de Los Iluminados de Baviera y de las enseñanzas de Weishaupt. Un ejemplo de esa presencia lo encontramos en un hecho histórico: el presidente estadounidense F.D. Roosevelt, miembro de los Shriners, ordenó que apareciesen en el dólar norteamericano la pirámide truncada con el triángulo y el ojo "que todo lo ve" en la parte superior (símbolo de Los Illuminati de Weishaupt), los trece escalones de la pirámide (13 grados del Rito de los Iluminados de Baviera), las inscripciones en latín Annuit Coeptis y Novus Ordo Seculorum, la fecha 1776 (fecha de la fundación de Los Illuminati de Baviera). El sello de la pirámide, para muchos, coronó una muy larga tradición iluminista en los EE.UU.
Ya en años más recientes, en concreto en 1995, Gabriel López de Rojas fundó en Barcelona (España) la Orden Illuminati, tras contactar con dos miembros de Los Illuminati de Estados Unidos, y recuperó el Rito de Los Iluminados de Baviera de Adam Weishaupt de trece grados de iniciación, el credo igualitario y libertario de Los Illuminati bávaros y sus enseñanzas más iniciáticas. La Orden Illuminati tuvo un crecimiento lento hasta 1999, para luego crecer y extenderse por medio mundo, entre aquellos que desearon conocer sus misterios iniciáticos. La Orden Illuminati, hoy, está extendida en más de una decena de países y es la auténtica sucesora de Los Illuminati bávaros.
En el seno de sus enseñanzas, se encuentra el Liber Zión, un texto revelado por Baphomet a Gabriel López de Rojas en 1999-2000, que proclama el inicio de la Era de Zión, basada en un Nuevo Orden Mundial cuyos pilares son la Libertad y la Igualdad auténticas, Nuevo Orden que siempre desearon Weishaupt y Los Illuminati bávaros.
Es el nombre adoptado por los miembros de una sociedad secreta fundada por Adam Weishaupt en 1776.
HISTORIA
Weishaupt nació en Ingolstadt (Bavaria) de padres oriundos de Westfalia, el 6 de febrero de 1748, y perdió a su padre en 1753. Aunque fue educado en una escuela Jesuita, cayó tempranamente bajo la influencia de su librepensador abuelo, director de la escuela secundaria de Ickstatt, a quien debió su designación como profesor de derecho civil en la Universidad de Ingolstadt en 1772. Fue el primer laico que ocupó la silla de derecho canónico en esta universidad (1773), pero, como consecuencia de la creciente influencia racionalista que ejerció sobre los estudiantes, tanto en su capacitación académica cuanto en su relación personal con ellos, entró en una siempre aguda colisión con los leales adherentes a la Iglesia y con aquellos que eran influyentes en círculos gubernamentales. Como, además, su naturaleza obstinada lo llevó a reñir con casi todos aquellos con quienes mantuvo una relación más o menos prolongada, sintió la necesidad de una organización secreta poderosa que lo respaldara en el conflicto con sus adversarios y en la ejecución de su esquemas racionalistas en sus actividades eclesiásticas y políticas. Al principio (1774) apuntó a un arreglo con los Masones Libres
Sin embargo, un conocimiento más cercano destruyó su alta estima por esta organización y resolvió fundar una nueva sociedad que, rodeada por el mayor secreto posible, le permitiera realizar mas efectivamente sus propósitos y pudiera ser siempre precisamente adaptada a las necesidades de los tiempos y de las condiciones locales.
Su orden se basaría enteramente en la naturaleza humana y la observación, por lo tanto sus grados, ceremonias y estatutos se desarrollarían sólo gradualmente; luego, a la luz de la experiencia y un conocimiento más amplio, y con la cooperación de todos los miembros, serían constantemente mejorados. Para su prototipo confió principalmente en la Masonería Libre, de acuerdo con la cual modeló los grados y el ceremonial de su orden. Construyó la organización estrictamente jerárquica de su sociedad siguiendo el patrón de la Sociedad de Jesús, aunque distorsionando hasta la caricatura sus características esenciales. “Utilizar para buenos propósitos todos los medios que esa orden empleó con fines malignos”, este fue, de acuerdo con Philo (Endl. Erkl., 60 sq.), “su designio favorito”. Para el cumplimiento de sus planes, consideró como esencial el “despotismo de los superiores” y la “ciega, incondicional obediencia de los subordinados”, junto con el máximo secreto y misterio.
A comienzos de 1777 entró en una Logia Masónica e intentó, con otros miembros de la orden, poner a la Masonería Libre tan servil a sus propósitos como fuera posible. Sin embargo, como pese a toda su actividad como agitador y su sagacidad teórica, Weishaupt era en el fondo sólo un impráctico gusano de biblioteca, sin la necesaria experiencia mundana, su orden por largo tiempo no hizo progresos. La adhesión a la misma, en 1780, del agente Masónico Freiherr von Knigge (Philo), un hombre de amplia experiencia y bien conocido en todos los círculos Masónicos, le dio un giro decisivo a las cosas. Junto con Weishaupt, quien, como filósofo y jurista, desarrolló las ideas y principales lineamientos de la constitución, Knigge comenzó rápidamente a elaborar los necesarios grados y estatutos (hasta 1780 el grado de Minerva fue el único en uso), y al mismo tiempo trabajó vigorosamente para extender la orden, por lo cual en dos años él consiguió 500 miembros. Cuando se llevó a cabo la gran convención internacional de la Masonería Libre en Wilhelmsbad (16 Julio al 29 Agosto de 1782) la “Masonería Libre Iluminada”, a la cual Knigge y Weishaupt proclamaron en ese momento como la única Masonería Libre “pura”, ya había ganado tal reputación que casi todos los miembros de la convención clamaron por su admisión en la nueva institución. Fue particularmente valiosa para la orden la adhesión de Bode (Amelius), depositario del mayor respeto en todos los círculos Masónicos. Asistido por Bode, Knigge trabajó diligentemente para convertir todo el cuerpo Masónico en “Masones Libres Iluminados”. Numerosos representantes de la Masonería Libre y de la “ilustración” de la mayor prominencia se hicieron Illumninati, incluido, en 1763, el Duque Fernando de Brunswick, el principal líder de la Masonería Libre Europea y el principal representante del iluminismo de su época. Otros miembros famosos fueron Goethe, Herder, y Nicolai. La orden fue también propagada en Suecia, Rusia, Polonia, Dinamarca, Hungría, Austria, y Francia. Pero en 1783 se produjo un disenso entre Knigge y Weshaupt, que derivó finalmente en el retiro del primero el 1 de Julio de 1784. Knigge no pudo soportar más la pedante tiranía de Weishaupt, la que frecuentemente asumía formas ofensivas. Acusó a Weishaupt de “Jesuitismo” y sospechó que el era “un Jesuita encubierto” (Nachtr., I, 129). "¿Y sería yo quien”, agrega, “trabajara bajo sus banderas para la humanidad, condujera hombres a ponerse bajo el yugo de tan pedante tipo?—Nunca!”
Mas aún, en 1783 las tendencias anarquistas de la orden provocaron denuncias públicas que llevaron a interferencias por parte del Gobierno Bávaro en 1784. Como la actividad de los Illuminati aún continuó, fueron emitidas cuatro proclamas sucesivas contra ellos (22 de Junio de 1784; 2 de Marzo y 16 Agosto de 1785; y 16 de Agosto de 1787), en la última de las cuales fue prohibido el reclutamiento para la orden bajo pena de muerte. Estas medidas pusieron fin a la existencia corporativa de la orden en Bavaria, y, como resultado de la publicación, en 1786, de su grados y de otros documentos que le concernían –en su mayor parte de una naturaleza bastante comprometedora – su posterior extensión fuera de Bavaria se tornó imposible. La propagación del espíritu de los Illuminati, que coincidía sustancialmente con las enseñanzas generales de la “ilustración”, especialmente de la de Francia, fue más bien acelerada que retardada por la persecución en Bavaria. En dos cartas dirigidas al Obispo de Freising (18 de Junio y 12 de Noviembre de 1785), Pío VI había también condenado a la orden. Pronto, el 16 de Febrero de 1785, Weishaupt había huido de Ingolstadt, y en 1787 se estableció en Gotha. Sus numerosos escritos apologéticos fracasaron en exonerar tanto a la orden como a si mismo. Siendo ahora cabeza de una numerosa familia, sus puntos de vista en materia religiosa y política se hicieron más sobrios. Después de 1787 renunció a toda conexión activa con sociedades secretas, y nuevamente se acercó a la Iglesia, desplegando un celo destacable en la construcción de la iglesia Católica en Gotha y murió el 18 de Noviembre de 1830, “reconciliado con la Iglesia Católica, a la cual, como joven profesor, había condenado a la muerte y destrucción” – tal como relata la crónica de la parroquia de Gotha.
OBJETIVOS Y ORGANIZACIÓN
Los documentos que se citan en la primera y segunda sección de trabajos en la bibliografía son fidedignos y exhiben los objetivos y métodos de la orden. Las modificaciones posteriores del sistema, anunciadas por Weishaupt en sus escritos de después de 1785, son irrelevantes, ya que la orden se había propagado ampliamente antes de que estas modificaciones fueran publicadas. Los documentos arriba mencionados revelan como el real objetivo de los Illuminati la elaboración y propagación de una nueva religión popular y, en el campo político, el establecimiento gradual de una república democrática universal. En esta sociedad del futuro, todo, de acuerdo con Weishaupt, sería regulado por la razón. Por hombres de la “ilustración” serían liberados de sus tontos prejuicios, para tornarse “maduros” o “morales, y así superar el tutelaje religioso y político de la Iglesia y del Estado, del “cura y del príncipe”. La Moral era la ciencia que hace al hombre “maduro”, devolviéndole la conciencia de su dignidad, su destino, y su poder. El principal medio para efectivizar la “redención” fue encontrado en la unificación, y esta sería proporcionada por “escuelas secretas de sabiduría”. Estas “escuelas”, declaraba, “fueron siempre los archivos de la naturaleza y de los derechos del hombre; a través de su accionar, el hombre se recobraría de su caída, príncipes y naciones, sin violencia que los fuerce, se esfumarían de la tierra; la raza humana se convertiría en una gran familia, y el mundo la morada de seres racionales. La ciencia moral por sí misma lograría estas reformas ‘imperceptiblemente’, cada padre se convertiría, como Abraham y los patriarcas, en el pastor y señor absoluto de su casa, y la razón sería el único código legal de hombre”. ("Nachtr.", p. 80 sq.; repetido textualmente en Knigge, "Die neuesten Arbeiten", p. 38). Esta redención de la humanidad por la restauración de su “libertad e igualdad” original a través de la “iluminación” y de la caridad universal, la fraternidad, y la tolerancia, es asimismo la verdadera doctrina esotérica de Cristo y sus Apóstoles. Aquellos en quienes la “iluminante” gracia de Cristo es operativa (cf. Heb., vi, 4) son los “Illuminati”. El objeto de la pura (i.e. iluminada) Masonería libre no es otro que el de la propagación del “iluminismo” por el cual la semilla de un nuevo mundo sería tan ampliamente esparcida que ningún esfuerzo de extirpación, aún violento, sería útil para prevenir la cosecha ("Nachtr.", pp. 44, 118; "Die neuesten Arb.", pp. 11, 70). Weishaupt declaró posteriormente (Nachtrag zu meiner Rechtfertigung, 77 sqq., 112 sqq.) que la Masonería era la escuela desde donde emanaron “estas ideas”.
Estos objetivos de la orden serían revelados a los miembros solamente después de su promoción al grado “sacerdotal” (Nachtr., I, 68). Los grados preliminares servían para la selección, preparación, y ocultamiento de los verdaderos “Illuminatti”, los otros eran para abrir el camino para la libre organización religiosa y social del futuro, en la cual desaparecerían todas las distinciones de nación, credo, etc. El gobierno de la orden estaba administrado por los superiores de las “iglesias”, “provinciales”, “nacionales” y “areopagitas” (que constituían el consejo supremo) de Minerva, bajo la dirección de Weishaupt como general de la orden. Los miembros solamente trataban con sus superiores inmediatos, y solamente unos pocos miembros de confianza sabían que Weishaupt era el fundador y cabeza suprema de la orden. Todos los miembros estaban obligados a darse un entrenamiento acorde con los propósitos de la sociedad, y hacerse útiles, mientras que la orden, por su parte, garantizaba promover sus intereses a través de los medios más efectivos. Se les recomendaba especialmente observar sistemáticamente a personas y eventos, para adquirir conocimiento, y a dedicarse a la investigación científica en tanto y en cuanto podría servir a los propósitos de la orden. Debían juntar información concerniente a todas las personas con las cuales tuvieran relaciones, y en todas las materias que pudieran afectar tanto a ellos mismos como a la orden debían entregar informes sellados; estos eran abiertos por superiores desconocidos para los escritores y eran, en lo sustancial, trasmitidos al general. El objetivo de esta y otras regulaciones era permitir a la orden lograr sus objetivos al asegurarle una influencia de control en todas las direcciones, y especialmente presionado a la cultura y la ilustración en su servicio. Todos los órganos iluminantes y oficiales, la prensa, escuelas, seminarios, secciones de catedrales (por lo tanto, también, todas las designaciones a sedes, púlpitos y sillas) debían ser llevados tanto como fuera posible bajo la influencia de la organización, y los príncipes mismos debían ser rodeados por una legión de hombres ilustrados, para, no solo desarmar su oposición, sino también para compelerlos a su enérgica cooperación. Se lograría entonces una completa transformación; se controlaría la opinión pública; “sacerdotes y príncipes” se encontrarían con las manos atadas; los entrometidos que se aventuraran a interferir se arrepentirían de su temeridad; y la orden se convertiría en un objeto de pavor para todos sus enemigos.
Con relación a la influencia realmente ejercida por los Illuminati, las afirmaciones de los ex - Masones Libres -- L. A. Hossman, J. A. Starck, J. Robinson, el Abbé Barruel, etc.—deben ser aceptadas con reservas, cuando ellos le asignan a la orden un rol de liderazgo en el comienzo y progreso de la Revolución Francesa de 1789. Su presentación de los hechos es a menudo errónea, sus inferencias son insostenibles, y sus tesis no solamente carecen de pruebas, sino que, en vista de nuestros actuales conocimientos de la Revolución Francesa (cf., e. g., Aulard, "Hist. pol. de la Rév. Franç.", 3rd ed., 1905; Lavisse-Rambaud, "Hist. générale", VIII, 1896), ellas son extremadamente improbables. Por otra parte, una vez que se descartaron, después de 1786, las peculiaridades de Wieshaupt, el “Iluminismo” fue simplemente la prosecución de los principios de la “ilustración”; en otras palabras, fue Masonería Libre y Liberalismo práctico adaptado a los requerimientos de su tiempo; como tal ejerció una importante influencia sobre el desarrollo intelectual y social del siglo diecinueve
LA CONSPIRACIÓN DE LOS ILUMINADOS
¿Somos los cobayas de un destino planificado? Tal cabría desprender de una correspondencia que se conserva en la biblioteca del Museo Británico en Londres: se trata de las cartas cruzadas en el siglo pasado entre Albert Pike y Giuseppe Mazzini, dos cualificados miembros de la cúpula masónica y satánica de los Iluminados. En ellas se diseñaron las tres grandes guerras mundiales.
Así, en carta dirigida a Mazzini con fecha del 15 de agosto de 1871 —hace más de un siglo— Pike le comunica que la Primera Guerra Mundial se debía generar para permitir a los Iluminados derrocar el poder de los zares en Rusia, y transformar este país en la fortaleza del comunismo ateo. Las divergencias provocadas por los agentes de los Iluminados entre los imperios británico y alemán —y también la lucha entre el pangermanismo y el paneslavismo— se debían aprovechar para fomentar esta guerra. Una vez concluída, se debía edificar el comunismo y utilizarlo para destruir otros gobiernos y debilitar a las religiones.
La Segunda Guerra Mundial debía fomentarse aprovechando las diferencias entre fascistas y sionistas políticos. La lucha debía iniciarse para destruir el nazismo e incrementar el sionismo político, con tal de permitir el establecimiento del Estado soberano de Israel en Palestina. Durante la Segunda Guerra Mundial se debía edificar una Internacional comunista lo suficientemente robusta como para equipararse a todo el conjunto cristiano. En este punto se la debía de contener y mantener, para el día en que se la necesitase para el cataclismo social final.
El objetivo de estas dos guerras —diseñadas en el siglo pasado— se ha conseguido. Queda por ver la Tercera Guerra Mundial.
¿ESTA YA PLANIFICADA LA TERCERA GUERRA MUNDIAL?
La Tecera Guerra Mundial se debe de fomentar aprovechando las diferencias promovidas por los agentes de los Iluminados entre el sionismo político y los dirigentes del mundo musulmán. La guerra debe de orientarse de forma tal que el Islam y el sionismo político se destruyan mutuamente, mientras que otras naciones se verán obligadas a entrar en la lucha, hasta el punto de agotarse física, mental, espiritual y económicamente.
Albert Pike le escribió a Giuseppe Mazzini el 15 de agosto de 1871 que, al final de la Tercera Guerra Mundial, quienes pretenden la completa dominación mundial provocarán el mayor cataclismo social jamás conocido en el mundo.
UN INVISIBLE GOBIERNO MUNDIAL
Desandemos este sendero. La Comisión Trilateral es una agrupación de personas privadas de las altas finanzas, del mundo de los negocios y de la política, procedentes de Norteamérica, Europa occidental y Japón, que brinda a la élite procedente de la masonería de las distintas orientaciones unas posibilidades de encuentro, con vistas a una colaboración secreta que abarca todo el mundo. El objetivo ideológico de la Comisión Trilateral es el mismo que el del Council for Foreign Relations (Consejo para Relaciones Exteriores), fundado en 1921 por el banquero norteamericano Morgan, y conocido también como «el Gobierno invisible». Lo que es menos conocido de la Trilteral es el hecho de que responde por igual del poder del ocultismo, del poder de la brujería y del poder del supuesto mal, y éstos responden a su vez de las drogas, de la música rock y de la política. El sector político entronca con los Iluminados, que son altos grados de la masonería. La brujería comprende la magia negra y la blanca. A esta última se suma un determinado número de grupos masónicos. Hay escasamente unas cien organizaciones que pertenecen al mundo de la masonería. Se explica por esta trama secreta de planificación del destino de la humanidad, el que Karl Marx escribiera sus obras londinenses por encargo de Nathan Rothschild (cuyo apellido significa «escudo» o «protector de los rojos»). Los cheques con los que le pagó pueden verse en el Museo Británico. Marx participó en la fundación de la Primera Internacional en 1864. Se derrumbó porque los anarquistas querían anarquía, y la querían de inmediato. La Segunda y la Tercera Internacional —que en sus transformaciones dieron lugar por un lado a la Internacional Socialista y por el otro al Komintern y al Kominform—, no son otra cosa que la confirmación de los Iluminados, que hicieron con la Revolución francesa y con Napoleón el primer intento de gobierno mundial. Quien hable de casualidades, es que no ha entendido todavía el juego que se llevan con todos nosotros.
OBJETIVO: EL NUEVO ORDEN MUNDIAL
La idea del judío alemán Adam Weishaupt, que fundó la cúpula de los Iluminados el 1 de mayo de 1776, era el camino a través de la anarquía. El que su fundación tuviese lugar el día siguiente de la noche de Walpurgis, y el hecho de que este día fuera consagrado mundialmente festivo —el 'Día del Trabajo'— aclara todavía más la estrecha relación que existe. El hecho que además el sello de los Iluminados aparezca con la fecha de 1776 en el dólar americano, asombra a aquéllos que no saben que Washington fue tan masón como su rival Jefferson.
Si hablamos del poder efectivo, debemos mencionar a los Rockefeller y —más importantes aún— a los Rothschild. En sucesión ascendente siguen los Bilderberger, un club formado en mayo de 1954 e integrado por los 500 hombres y organizaciones más ricas e influyentes del mundo, que se propone la instauración del «Nuevo Orden Mundial».
Más arriba está el «Consejo de los 33», los 33 más altos masones iniciados del mundo. Por encima de ellos, el «Gran Consejo de los 13», 13 Grandes Druidas, por encima de los cuales aún actúa «El Tribunal» y, finalmente, el inmencionable nombre de grado 72 de los cabalistas, que —dicho sea de paso—también significa «Iluminado». Para los Iluminados Lucifer es Dios, y Jesús es el imitador. De la misma forma que para los cristianos Satanás es el imitador de Jesús.
CUANDO SE APAGUEN LAS LUCES DE NEW YORK
El 1 de agosto de 1972, después del aquelarre, es decir el «sábado de las brujas», Philip von Rothschild anunció ante el «Consejo de los 13» en el Casino Building de San Antonio, la planificación de la historia a partir de 1980. Las indicaciones son muy concretas: «Cuando veáis apagarse las luces de New York, sabréis que nuestro objetivo se ha conseguido.» Hay que saber interpretar la frase. Elija cada cual, si es que tiene opción a ello, si es éste u otro su propio objetivo.
© Andreas FABER-KAISER, 1993
MILLONES DE PERSONAS CELEBRAN EN EL MUNDO SIN SABERLO LA FIESTA DE LOS ILLUMINATI.
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