Hace 8 horas
ROMA (AFP) — Italia vivió el jueves una jornada de huelga general en la educación que incluyó manifestaciones, en particular en Roma, para protestar contra la reforma educativa impulsada por el gobierno del conservador Silvio Berlusconi.
Cerca de un millón de personas, según cálculos de los organizadores, entre ellos los tres mayores sindicatos, desfilaron pacíficamente por las calles de la capital para protestar contra el recorte de fondos del Estado para la educación pública, que dejaría a más de 100.000 personas del sector sin empleo.
Según el ministro del Interior, Roberto Maroni, unas 100.000 personas participaron en la manifestación.
"Leí que eran un millón de personas. Desafortunadamente existe el vicio de multiplicar por diez la realidad. Eran 100.000, lo que ya son muchos", comentó.
La mayoría de las personas que protestaron eran estudiantes de secundaria y universitarios, así como padres de familia y personal no docente del sector educativo, los cuales llegaron provenientes de toda Italia en buses y trenes especiales.
"Unidos por la escuela pública", "Contra la escuela de los ricos, 1, 10, 100 manifestaciones", "Abajo el gobierno, salvemos la escuela", "Si educar cuesta, la ignorancia no", rezaban algunas pancartas.
Debido a la cantidad de manifestantes la marcha se dividió en varios recorridos paralizando la ciudad. Cientos de jóvenes rodearon por varias horas la sede del ministerio de Educación, mientras otros confluyeron a la céntrica Plaza Navona.
Las protestas contra la reforma educativa del gobierno de Berlusconi se multiplicaron desde hace una semana en toda Italia y culminaron este jueves con la huelga general del sector educativo.
El miércoles, el Senado italiano aprobó de forma definitiva la controvertida ley y desoyó las protestas de los estudiantes.
La mayoría de los escuelas de la península, cerca del 90%, tanto de primaria como de secundaria permanecieron cerradas el jueves, según indicaron fuentes sindicales.
Los estudiantes piden la renuncia de la ministra italiana de Educación, Mariastella Gelmini, entre las más jóvenes del gabinete de Berlusconi, acusada de imponer la reforma sin consultar a las partes afectadas.
El decreto del gobierno prevé la supresión de 130.000 empleos, entre profesores y personal no docente, así como el recorte de más de 8.000 millones de euros del presupuesto para educación.
Los líderes de los principales partidos de oposición de izquierda, Walter Veltroni, del Partido Democrático (PD) y el juez anticorrupción Antonio Di Pietro, adhirieron a la protesta y desfilaron en Roma con los manifestantes.
Veltroni anunció que promoverá un referéndum para pedir que la ley sea derogada como exige la Constitución.
El rechazo a la ley que reforma el sistema de educación es tal que varias organizaciones estudiantiles de extrema derecha y grupos católicos adhirieron a la marcha.
"Manifestamos y estamos en huelga contra la Ley de Educación, con la izquierda, para demostrar nuestra madurez política", explicó en un comunicado la organización Lotta Studentesca (Lucha estudiantil) del partido de extrema derecha Forza Nuova.
Junto a la derecha desfilaron numerosas mujeres, sobre todo grupos de maestras con sus pequeños alumnos, acompañadas también por las madres, las cuales entonaban canciones infantiles para pedir que se modique la ley, que introduce la vuelta al maestro único en la primaria y la calificación de conducta para limitar los crecientes abusos inclusive entre los mismos menores.
"Esto no es una reforma sino la simple aplicación del recorte de gastos. Así se destruye la escuela pública para reemplazarla por la privada", aseguró Domenico Pantaleo, responsable del sector educación de la mayor central sindical CGIL (izquierda).
De norte a sur, en ciudades como Milán, Boloña, Florencia, Padua, Parma, Torino, Palermo, Nápoles, Reggio Calabria se celebraron también manifestaciones, algunas espontáneas, contra la reforma.
Las concentraciones y manifestaciones representan el movimiento de oposición más fuerte contra Silvio Berlusconi desde que volvió al poder, en abril pasado, para su tercer mandato al frente del gobierno italiano.
ROMA (AFP) — Italia vivió el jueves una jornada de huelga general en la educación que incluyó manifestaciones, en particular en Roma, para protestar contra la reforma educativa impulsada por el gobierno del conservador Silvio Berlusconi.
Cerca de un millón de personas, según cálculos de los organizadores, entre ellos los tres mayores sindicatos, desfilaron pacíficamente por las calles de la capital para protestar contra el recorte de fondos del Estado para la educación pública, que dejaría a más de 100.000 personas del sector sin empleo.
Según el ministro del Interior, Roberto Maroni, unas 100.000 personas participaron en la manifestación.
"Leí que eran un millón de personas. Desafortunadamente existe el vicio de multiplicar por diez la realidad. Eran 100.000, lo que ya son muchos", comentó.
La mayoría de las personas que protestaron eran estudiantes de secundaria y universitarios, así como padres de familia y personal no docente del sector educativo, los cuales llegaron provenientes de toda Italia en buses y trenes especiales.
"Unidos por la escuela pública", "Contra la escuela de los ricos, 1, 10, 100 manifestaciones", "Abajo el gobierno, salvemos la escuela", "Si educar cuesta, la ignorancia no", rezaban algunas pancartas.
Debido a la cantidad de manifestantes la marcha se dividió en varios recorridos paralizando la ciudad. Cientos de jóvenes rodearon por varias horas la sede del ministerio de Educación, mientras otros confluyeron a la céntrica Plaza Navona.
Las protestas contra la reforma educativa del gobierno de Berlusconi se multiplicaron desde hace una semana en toda Italia y culminaron este jueves con la huelga general del sector educativo.
El miércoles, el Senado italiano aprobó de forma definitiva la controvertida ley y desoyó las protestas de los estudiantes.
La mayoría de los escuelas de la península, cerca del 90%, tanto de primaria como de secundaria permanecieron cerradas el jueves, según indicaron fuentes sindicales.
Los estudiantes piden la renuncia de la ministra italiana de Educación, Mariastella Gelmini, entre las más jóvenes del gabinete de Berlusconi, acusada de imponer la reforma sin consultar a las partes afectadas.
El decreto del gobierno prevé la supresión de 130.000 empleos, entre profesores y personal no docente, así como el recorte de más de 8.000 millones de euros del presupuesto para educación.
Los líderes de los principales partidos de oposición de izquierda, Walter Veltroni, del Partido Democrático (PD) y el juez anticorrupción Antonio Di Pietro, adhirieron a la protesta y desfilaron en Roma con los manifestantes.
Veltroni anunció que promoverá un referéndum para pedir que la ley sea derogada como exige la Constitución.
El rechazo a la ley que reforma el sistema de educación es tal que varias organizaciones estudiantiles de extrema derecha y grupos católicos adhirieron a la marcha.
"Manifestamos y estamos en huelga contra la Ley de Educación, con la izquierda, para demostrar nuestra madurez política", explicó en un comunicado la organización Lotta Studentesca (Lucha estudiantil) del partido de extrema derecha Forza Nuova.
Junto a la derecha desfilaron numerosas mujeres, sobre todo grupos de maestras con sus pequeños alumnos, acompañadas también por las madres, las cuales entonaban canciones infantiles para pedir que se modique la ley, que introduce la vuelta al maestro único en la primaria y la calificación de conducta para limitar los crecientes abusos inclusive entre los mismos menores.
"Esto no es una reforma sino la simple aplicación del recorte de gastos. Así se destruye la escuela pública para reemplazarla por la privada", aseguró Domenico Pantaleo, responsable del sector educación de la mayor central sindical CGIL (izquierda).
De norte a sur, en ciudades como Milán, Boloña, Florencia, Padua, Parma, Torino, Palermo, Nápoles, Reggio Calabria se celebraron también manifestaciones, algunas espontáneas, contra la reforma.
Las concentraciones y manifestaciones representan el movimiento de oposición más fuerte contra Silvio Berlusconi desde que volvió al poder, en abril pasado, para su tercer mandato al frente del gobierno italiano.