¿Qué va pasar con Zelaya?
09/23/09
Por Manuel Freytas / IAR Noticias
09/23/09
Por Manuel Freytas / IAR Noticias
Como siempre, las noticias y las interpretaciones difieren, según las "fuentes". Para los seguidores de la "izquierda gubernamental" de Chávez, Zelaya realizó una jugada maestra y apresuró un "desenlace de la crisis", que no es otro que su restitución en el gobierno y un llamado a consulta para su reelección (que sirvió de argumento para su destitución).
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Para la prensa y las opiniones asociadas con el "antichavismo", Zelaya cometió un error y volvió a fracasar al encerrarse desafiante en la embajada brasileña, ya que no consiguió la reacción local e internacional que esperaba, y el gobierno de Micheletti (como siempre) no cedió a las presiones y ahora se apresta a cortarle todas las vías de escape.
Dentro de una visión (simuladamente) más "independiente", el grueso de la prensa del sistema y de las opiniones más generalizadas sostiene que en Honduras no hay salida sin elecciones inmediatas y sin la renuncia explicita de Zelaya y de Micheletti de protagonizar en las mismas.
Una "tercera posición" contrainformativa (sostenida en forma exclusiva por IAR Noticias), expresa que los verdaderos actores de la crisis en Honduras no son Chávez, Zelaya o Micheletti, sino que su causales parten (como fenómeno más profundo) de una guerra interna imperial entre Obama (Casa Blanca y Departamento de Estado) y los ultra conservadores republicanos (Pentágono y Complejo Militar Industrial) por el control estratégico de la política exterior norteamericana, que oscila entre posturas "duras" (con preeminencia de la "línea militar") y posturas "blandas" (con preeminencia de la "línea dialoguista"), y cuyo hilo de resolución del conflicto se encuentra en Washington.
En medio de estas interpretaciones "según las fuentes", las teorías conspirativas y los rumores surcan el escenario de Tegucigalpa.
¿Cuál va a ser el desenlace de la aventura "restituyente" de la embajada con Zelaya como protagonista?
Según un compendio de versiones y rumores extractados de diversos medios y corresponsales sobresalen las siguientes hipótesis:
A) El "asalto" a la embajada: Las fuerzas armadas del gobierno de facto estarían preparando una irrupción en la embajada de Brasil para detener a Zelaya y a los dirigentes que se encuentran acompañándole, con la idea de retenerlos hasta la realización de los comicios llamados para noviembre.
B) Asesinato de Zelaya: Según la cadena Telesur, los golpistas tienen un plan para ingresar a la embajada y capturar a Zelaya, asesinarlo luego y simular un suicidio.
C) Cortar los recursos de supervivencia: En las próximas horas, el gobierno de facto podría cortar en forma permanente la luz y el agua e impedir en forma total el ingreso de alimentos a la embajada, con la finalidad de presionar a Brasil para que entregue a Zelaya, o lo asile en su territorio.
D) Ruptura con Brasil: Micheletti y su gobierno tendrían preparado un plan de ruptura de relaciones diplomáticas con Brasil, mediante el cual ordenarían la expulsión del embajador brasileño y del cuerpo diplomático que se vería obligado a sacar a Zelaya de territorio hondureño.
E) Traslado de Zelaya a la embajada de EEUU: Traslado de Zelaya a la residencia del embajador estadounidense, para luego (con inmunidad diplomática) permitirle salir de Honduras en un avión con rumbo a EEUU o a otro país.
F) Contragolpe interno: Sectores intermedios de las fuerzas armadas hondureñas (cercanas al Departamento de Estado) formularían un planteo cuestionando a la cúpula militar golpista y pidiendo negociaciones con Zelaya.
G) Enfrentamientos entre civiles con muertos y heridos: Guerra callejera sangrienta entre seguidores de Zelaya y del gobierno de facto, con posterior declaración de "emergencia nacional" y un llamado (por parte del gobierno golpista) a las potencias y a las organizaciones internacionales para que ayuden a Honduras a salir de la crisis.
H) Nuevo proceso negociador: Con Zelaya asilado dentro de una embajada (tanto de EEUU como de cualquier otro país, incluida la de Brasil) pidiendo a sus seguidores que se "queden en sus casas", y el gobierno de Micheletti levantando el toque de queda y aceptando una revisión de su postura con Zelaya, siempre y cuando se llame a elecciones en noviembre.
I) Intimación del Consejo de Seguridad de la ONU (ya pedida por Brasil): Intimación, por voto unánime, al gobierno de Micheletti para que restituya a Zelaya en el cargo y negocie una salida consensuada, bajo apercibimiento, en caso contrario, de una intervención internacional en Honduras.
J) Renuncia de Micheletti y de su gabinete: Presentado como un gesto de "buena voluntad" para que Zelaya haga lo mismo, y se nombre luego un gobierno provisorio de "unidad" que convoque a elecciones sin Zelaya ni Micheletti como candidatos.
K) Statu quo de la crisis por varios días: El gobierno de facto dejaría que Zelaya continuara en la embajada, sin ingresar y sin suprimir los alimentos, a la espera de que finalice la Asamblea Anual de la ONU, y buscando apoyo internacional para los comicios de noviembre con participación del sector de Zelaya, sin retorno de éste a la presidencia y con una exclusión explícita de su candidatura.
La solución está en Washington D.C.
En resumen, estas son las versiones (algunas "extremas" y otras "conciliadoras") que hoy circulan por Tegucigalpa, algunas derramadas por las usinas de acción psicológica tanto del "golpismo" como del "antigolpismo", y otras producto de la elucubración de analistas y periodistas que (bajo una aparente "imparcialidad") toman posición para uno u otro lado.
Desde el punto de vista de nuestro propio análisis estratégico, la resolución del conflicto de Honduras, depende de la relación de fuerzas (coyuntural) imperante entre la administración demócrata de Obama y los sectores conservadores republicanos, cuyo resultante se expresa en las decisiones de política exterior, en la ONU y en los foros internacionales.
Si predomina la posición (blanda) de Obama: Los republicanos y los halcones del Pentágono van a habilitar una "salida negociadora" del gobierno golpista obligando a Micheletti a aceptar fórmulas de poder compartido, sin la presencia de Zelaya en el gobierno.
Si Obama (con su poder desgastado en diferentes frentes) cede posiciones al poder (duro) del Pentágono: EEUU no va a habilitar ninguna acción internacional para estrangular al gobierno de Micheletti, así provenga de la Unión Europea, y el régimen de facto va seguir en su posición unilateral de no negociar con Zelaya.
Como dijimos, y atendiendo a un cuadro de situación objetiva de la disputa interna imperial, la resolución del conflicto de Honduras (así como el golpe de Estado que lo generó) nace y muere dentro de las fronteras de Washington.
La síntesis emergente es clara: Si gana Obama, Zelaya vuelve. Si gana el Pentágono, Zelaya se va.
En esta fórmula contradictoria de los opuestos, se contienen todos los rumores y versiones que andan flotando por ese país fantasmal llamado Honduras, tironeado y descuartizado sin piedad por una inédita guerra interna entre la "derecha" y la "izquierda" del Imperio.
Fuente: http://www.tribunahispanausa.com/detallesdelanoticia.php?noticia=7995
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Para la prensa y las opiniones asociadas con el "antichavismo", Zelaya cometió un error y volvió a fracasar al encerrarse desafiante en la embajada brasileña, ya que no consiguió la reacción local e internacional que esperaba, y el gobierno de Micheletti (como siempre) no cedió a las presiones y ahora se apresta a cortarle todas las vías de escape.
Dentro de una visión (simuladamente) más "independiente", el grueso de la prensa del sistema y de las opiniones más generalizadas sostiene que en Honduras no hay salida sin elecciones inmediatas y sin la renuncia explicita de Zelaya y de Micheletti de protagonizar en las mismas.
Una "tercera posición" contrainformativa (sostenida en forma exclusiva por IAR Noticias), expresa que los verdaderos actores de la crisis en Honduras no son Chávez, Zelaya o Micheletti, sino que su causales parten (como fenómeno más profundo) de una guerra interna imperial entre Obama (Casa Blanca y Departamento de Estado) y los ultra conservadores republicanos (Pentágono y Complejo Militar Industrial) por el control estratégico de la política exterior norteamericana, que oscila entre posturas "duras" (con preeminencia de la "línea militar") y posturas "blandas" (con preeminencia de la "línea dialoguista"), y cuyo hilo de resolución del conflicto se encuentra en Washington.
En medio de estas interpretaciones "según las fuentes", las teorías conspirativas y los rumores surcan el escenario de Tegucigalpa.
¿Cuál va a ser el desenlace de la aventura "restituyente" de la embajada con Zelaya como protagonista?
Según un compendio de versiones y rumores extractados de diversos medios y corresponsales sobresalen las siguientes hipótesis:
A) El "asalto" a la embajada: Las fuerzas armadas del gobierno de facto estarían preparando una irrupción en la embajada de Brasil para detener a Zelaya y a los dirigentes que se encuentran acompañándole, con la idea de retenerlos hasta la realización de los comicios llamados para noviembre.
B) Asesinato de Zelaya: Según la cadena Telesur, los golpistas tienen un plan para ingresar a la embajada y capturar a Zelaya, asesinarlo luego y simular un suicidio.
C) Cortar los recursos de supervivencia: En las próximas horas, el gobierno de facto podría cortar en forma permanente la luz y el agua e impedir en forma total el ingreso de alimentos a la embajada, con la finalidad de presionar a Brasil para que entregue a Zelaya, o lo asile en su territorio.
D) Ruptura con Brasil: Micheletti y su gobierno tendrían preparado un plan de ruptura de relaciones diplomáticas con Brasil, mediante el cual ordenarían la expulsión del embajador brasileño y del cuerpo diplomático que se vería obligado a sacar a Zelaya de territorio hondureño.
E) Traslado de Zelaya a la embajada de EEUU: Traslado de Zelaya a la residencia del embajador estadounidense, para luego (con inmunidad diplomática) permitirle salir de Honduras en un avión con rumbo a EEUU o a otro país.
F) Contragolpe interno: Sectores intermedios de las fuerzas armadas hondureñas (cercanas al Departamento de Estado) formularían un planteo cuestionando a la cúpula militar golpista y pidiendo negociaciones con Zelaya.
G) Enfrentamientos entre civiles con muertos y heridos: Guerra callejera sangrienta entre seguidores de Zelaya y del gobierno de facto, con posterior declaración de "emergencia nacional" y un llamado (por parte del gobierno golpista) a las potencias y a las organizaciones internacionales para que ayuden a Honduras a salir de la crisis.
H) Nuevo proceso negociador: Con Zelaya asilado dentro de una embajada (tanto de EEUU como de cualquier otro país, incluida la de Brasil) pidiendo a sus seguidores que se "queden en sus casas", y el gobierno de Micheletti levantando el toque de queda y aceptando una revisión de su postura con Zelaya, siempre y cuando se llame a elecciones en noviembre.
I) Intimación del Consejo de Seguridad de la ONU (ya pedida por Brasil): Intimación, por voto unánime, al gobierno de Micheletti para que restituya a Zelaya en el cargo y negocie una salida consensuada, bajo apercibimiento, en caso contrario, de una intervención internacional en Honduras.
J) Renuncia de Micheletti y de su gabinete: Presentado como un gesto de "buena voluntad" para que Zelaya haga lo mismo, y se nombre luego un gobierno provisorio de "unidad" que convoque a elecciones sin Zelaya ni Micheletti como candidatos.
K) Statu quo de la crisis por varios días: El gobierno de facto dejaría que Zelaya continuara en la embajada, sin ingresar y sin suprimir los alimentos, a la espera de que finalice la Asamblea Anual de la ONU, y buscando apoyo internacional para los comicios de noviembre con participación del sector de Zelaya, sin retorno de éste a la presidencia y con una exclusión explícita de su candidatura.
La solución está en Washington D.C.
En resumen, estas son las versiones (algunas "extremas" y otras "conciliadoras") que hoy circulan por Tegucigalpa, algunas derramadas por las usinas de acción psicológica tanto del "golpismo" como del "antigolpismo", y otras producto de la elucubración de analistas y periodistas que (bajo una aparente "imparcialidad") toman posición para uno u otro lado.
Desde el punto de vista de nuestro propio análisis estratégico, la resolución del conflicto de Honduras, depende de la relación de fuerzas (coyuntural) imperante entre la administración demócrata de Obama y los sectores conservadores republicanos, cuyo resultante se expresa en las decisiones de política exterior, en la ONU y en los foros internacionales.
Si predomina la posición (blanda) de Obama: Los republicanos y los halcones del Pentágono van a habilitar una "salida negociadora" del gobierno golpista obligando a Micheletti a aceptar fórmulas de poder compartido, sin la presencia de Zelaya en el gobierno.
Si Obama (con su poder desgastado en diferentes frentes) cede posiciones al poder (duro) del Pentágono: EEUU no va a habilitar ninguna acción internacional para estrangular al gobierno de Micheletti, así provenga de la Unión Europea, y el régimen de facto va seguir en su posición unilateral de no negociar con Zelaya.
Como dijimos, y atendiendo a un cuadro de situación objetiva de la disputa interna imperial, la resolución del conflicto de Honduras (así como el golpe de Estado que lo generó) nace y muere dentro de las fronteras de Washington.
La síntesis emergente es clara: Si gana Obama, Zelaya vuelve. Si gana el Pentágono, Zelaya se va.
En esta fórmula contradictoria de los opuestos, se contienen todos los rumores y versiones que andan flotando por ese país fantasmal llamado Honduras, tironeado y descuartizado sin piedad por una inédita guerra interna entre la "derecha" y la "izquierda" del Imperio.
Fuente: http://www.tribunahispanausa.com/detallesdelanoticia.php?noticia=7995
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