Emergencia médica en territorios estadounidenses impactados por Ike
Washington, 19 sep (PL) Filas de pacientes, clínicas cerradas, riesgo de infección y centros de atención improvisados constituyen pruebas de la emergencia médica vigente en zonas de Estados Unidos golpeadas por el huracán Ike, señala hoy el diario USA Today.
La fuente cita funcionarios de salud de la ciudad de Houston y la isla de Galveston, ambas en Texas, donde se reportan las mayores afectaciones por el meteoro que dejó en este país más de 50 muertos y cuantiosos daños materiales.
Estamos ante un gran desastre, lamentó el supervisor Jim Parisi, quien controla departamentos de los 14 hospitales adscritos al sistema Memorial Hermann, ubicado en Houston, la cuarta ciudad más poblada de la nación norteña.
A seis días del impacto inicial de Ike, varias instalaciones de esa red asistencial carecen de camas para recibir una avalancha de individuos con fracturas en extremidades, dificultades estomacales y otras dolencias.
Nuestra área está saturada, solíamos tratar unas 130 personas diarias y ahora la cifra supera las 200, comentó Jamie McCarthy, directora de emergencias en el Texas Medical Center, una de las sucursales del Memorial Hermann.
Según autoridades del sector, el panorama gana en complejidad por las múltiples instalaciones médicas que permanecen inoperantes, en algunas falta la energía eléctrica, mientras el resto recibió severos daños por inundaciones y vientos huracanados.
Dicha situación mantiene fuera de servicio al hospital de Galveston University of Texas Medical Branch (UTMB) y a una decena de clínicas de urgencias en la propia isla, lo cual motivó el surgimiento de puntos móviles para recibir a los ciudadanos con problemas menos graves.
Respecto al peligro de infecciones, especialistas en la materia alertaron sobre la amenaza representada por la mezcla de desperdicios, escombros, lodo y aguas albañales dejada por el meteoro.
Las bacterias ya tuvieron tiempo de desarrollarse, creo que avanzamos hacia una fase de mayor riesgo de contaminación, apuntó el presidente de la UTMB, David Callender, quien pidió a los residentes abstenerse de retornar a sus casas.
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