"La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo más íntimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos". Ellen G. White.
Friday, July 25, 2025
Thursday, July 24, 2025
Sunday, July 20, 2025
Saturday, July 19, 2025
“Velad y orad”

“Velad y orad”
Levantándose de su postración, se acercó a sus discípulos y los halló durmiendo. Díjole a Pedro: “¿Así no habéis podido velar conmigo una hora? Velad y orad, para que no entréis en tentación: el espíritu a la verdad está presto, mas la carne enferma.” Vers. 40, 41. En el momento más importante, cuando les había rogado en especial que velasen con él, Jesús halló dormidos a los discípulos. El sabía que les sobrevendrían graves conflictos y tentaciones. Los había llevado consigo para que le fortaleciesen, y para que los acontecimientos que presenciasen esa noche y las lecciones de instrucción que recibiesen se quedasen grabadas indeleblemente en su memoria. Esto era necesario para que su fe no desfalleciese, sino que fuese fortalecida para la prueba que les esperaba.
Pero en vez de velar con Cristo, abrumados por el pesar, se durmieron. Aun el ardiente Pedro, que, pocas horas antes había declarado que sufriría y, si era necesario, moriría por su Señor, se había dormido. En el momento más crítico, cuando el Hijo de Dios necesitaba su simpatía y sus sentidas oraciones, los halló durmiendo. Al dormir así perdieron mucho. Nuestro Salvador quería fortalecerlos para la severa prueba a la cual muy pronto iba a ser sometida su fe. Si hubiesen pasado esos momentos tristes velando con su amado Salvador y orando a Dios, Pedro no habría sido abandonado a su propia débil fuerza, que le indujo a negar a su Señor en el momento de prueba.
El Hijo de Dios se alejó por segunda vez y oró diciendo: “Padre mío, si no puede este vaso pasar de mí sin que yo lo beba, hágase tu voluntad.” Vers. 42. Nuevamente volvió adonde estaban los discípulos y los halló durmiendo. Tenían los ojos pesados. Estos discípulos dormidos representan a una iglesia que duerme cuando se acerca el día del juicio de Dios. Es un tiempo de nubes y densas tinieblas, cuando es peligroso dormirse.
Jesús nos ha dejado esta amonestación: “Velad pues, porque no sabéis cuándo el señor de la casa vendrá; si a la tarde, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana; porque cuando viniere de repente, no os halle durmiendo.” Marcos 13:35, 36. Se pide a la iglesia de Dios que cumpla su vigilia, por peligrosa que sea, ora sea corta o larga. El pesar no brinda excusas para ser menos vigilantes. La tribulación no debe inducirnos al descuido, sino a duplicar la vigilancia. Por su ejemplo Cristo indicó a su iglesia cuál es la fuente de su fuerza en tiempo de necesidad, angustia y peligro. La actitud de vela designará en verdad a la iglesia como pueblo de Dios. Por esta señal, los que aguardan se distinguen del mundo y demuestran que son peregrinos y extranjeros en la tierra.
De nuevo, el Salvador se apartó tristemente de sus discípulos que dormían, y oró por tercera vez repitiendo las mismas palabras. Luego volvió a ellos y les dijo: “Dormid ya, y descansad: he aquí ha llegado la hora, y el Hijo del hombre es entregado en manos de pecadores.” Mateo 26:45. ¡Qué crueles fueron los discípulos al permitir que el sueño les cerrase los ojos, y encadenase sus sentidos, mientras su divino Señor soportaba tan inefable angustia mental! Si hubiesen permanecido en vela, no habrían perdido su fe al contemplar al Hijo de Dios muriendo en la cruz.
Esta importante vigilia nocturna debiera haberse destacado por nobles luchas mentales y oraciones, que los habrían robustecido para presenciar la indecible agonía del Hijo de Dios. Los habría preparado para que, mientras contemplaban sus sufrimientos en la cruz, comprendieran algo de la naturaleza de la angustia abrumadora que él soportó en el huerto de Getsemaní. Y habrían quedado mejor capacitados para recordar las palabras que les había dirigido con referencia a sus sufrimientos, muerte y resurrección; y en medio de la lobreguez de aquella hora terrible y penosa, algunos rayos de esperanza habrían iluminado las tinieblas y sostenido su fe.
Cristo les había predicho que estas cosas iban a suceder; pero no lo comprendieron. La escena de sus sufrimientos había de ser una prueba de fuego para sus discípulos, y por esto era necesario que velasen y orasen. Su fe necesitaría ser sostenida por una fuerza invisible, mientras experimentaran el triunfo de las potestades de las tinieblas.
Levantándose de su postración, se acercó a sus discípulos y los halló durmiendo. Díjole a Pedro: “¿Así no habéis podido velar conmigo una hora? Velad y orad, para que no entréis en tentación: el espíritu a la verdad está presto, mas la carne enferma.” Vers. 40, 41. En el momento más importante, cuando les había rogado en especial que velasen con él, Jesús halló dormidos a los discípulos. El sabía que les sobrevendrían graves conflictos y tentaciones. Los había llevado consigo para que le fortaleciesen, y para que los acontecimientos que presenciasen esa noche y las lecciones de instrucción que recibiesen se quedasen grabadas indeleblemente en su memoria. Esto era necesario para que su fe no desfalleciese, sino que fuese fortalecida para la prueba que les esperaba.
Pero en vez de velar con Cristo, abrumados por el pesar, se durmieron. Aun el ardiente Pedro, que, pocas horas antes había declarado que sufriría y, si era necesario, moriría por su Señor, se había dormido. En el momento más crítico, cuando el Hijo de Dios necesitaba su simpatía y sus sentidas oraciones, los halló durmiendo. Al dormir así perdieron mucho. Nuestro Salvador quería fortalecerlos para la severa prueba a la cual muy pronto iba a ser sometida su fe. Si hubiesen pasado esos momentos tristes velando con su amado Salvador y orando a Dios, Pedro no habría sido abandonado a su propia débil fuerza, que le indujo a negar a su Señor en el momento de prueba.
El Hijo de Dios se alejó por segunda vez y oró diciendo: “Padre mío, si no puede este vaso pasar de mí sin que yo lo beba, hágase tu voluntad.” Vers. 42. Nuevamente volvió adonde estaban los discípulos y los halló durmiendo. Tenían los ojos pesados. Estos discípulos dormidos representan a una iglesia que duerme cuando se acerca el día del juicio de Dios. Es un tiempo de nubes y densas tinieblas, cuando es peligroso dormirse.
Jesús nos ha dejado esta amonestación: “Velad pues, porque no sabéis cuándo el señor de la casa vendrá; si a la tarde, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana; porque cuando viniere de repente, no os halle durmiendo.” Marcos 13:35, 36. Se pide a la iglesia de Dios que cumpla su vigilia, por peligrosa que sea, ora sea corta o larga. El pesar no brinda excusas para ser menos vigilantes. La tribulación no debe inducirnos al descuido, sino a duplicar la vigilancia. Por su ejemplo Cristo indicó a su iglesia cuál es la fuente de su fuerza en tiempo de necesidad, angustia y peligro. La actitud de vela designará en verdad a la iglesia como pueblo de Dios. Por esta señal, los que aguardan se distinguen del mundo y demuestran que son peregrinos y extranjeros en la tierra.
De nuevo, el Salvador se apartó tristemente de sus discípulos que dormían, y oró por tercera vez repitiendo las mismas palabras. Luego volvió a ellos y les dijo: “Dormid ya, y descansad: he aquí ha llegado la hora, y el Hijo del hombre es entregado en manos de pecadores.” Mateo 26:45. ¡Qué crueles fueron los discípulos al permitir que el sueño les cerrase los ojos, y encadenase sus sentidos, mientras su divino Señor soportaba tan inefable angustia mental! Si hubiesen permanecido en vela, no habrían perdido su fe al contemplar al Hijo de Dios muriendo en la cruz.
Esta importante vigilia nocturna debiera haberse destacado por nobles luchas mentales y oraciones, que los habrían robustecido para presenciar la indecible agonía del Hijo de Dios. Los habría preparado para que, mientras contemplaban sus sufrimientos en la cruz, comprendieran algo de la naturaleza de la angustia abrumadora que él soportó en el huerto de Getsemaní. Y habrían quedado mejor capacitados para recordar las palabras que les había dirigido con referencia a sus sufrimientos, muerte y resurrección; y en medio de la lobreguez de aquella hora terrible y penosa, algunos rayos de esperanza habrían iluminado las tinieblas y sostenido su fe.
Cristo les había predicho que estas cosas iban a suceder; pero no lo comprendieron. La escena de sus sufrimientos había de ser una prueba de fuego para sus discípulos, y por esto era necesario que velasen y orasen. Su fe necesitaría ser sostenida por una fuerza invisible, mientras experimentaran el triunfo de las potestades de las tinieblas.
Joyas de los Testimonios Tomo 1, pp. 221-223.
Tuesday, July 15, 2025
Saturday, July 12, 2025
Erton C. Köhler elegido Presidente de la Asociación General

05July2025
Erton C. Köhler elegido Presidente de la Asociación General
AT Latin America
El 4 de julio de 2025, Erton C. Köhler fue elegido presidente de la Asociación General de la Iglesia Adventista mundial del Séptimo Día. Köhler deja el cargo de secretario ejecutivo de la Asociación General. Köhler, oriundo del sur de Brasil, fue asesor de la Oficina de Misión Adventista, de la Oficina de Archivos, Estadísticas e Investigación y del Instituto de Misión Mundial. Según el sitio web oficial de la iglesia:
“De 1990 a 1994, Köhler fue pastor de una iglesia local en São Paulo. Luego fue elegido director de Ministerios de Jóvenes de la Asociación de Rio Grande do Sul en 1995, y en 1998 pasó a ser director de Ministerios de Jóvenes de la Unión del Nordeste Brasileño. En julio de 2002, Köhler regresó a la Asociación de Rio Grande do Sul, donde había servido anteriormente, para ocupar el cargo de secretario ejecutivo. Al año siguiente fue elegido director de Ministerios Jóvenes para los ocho países que componen la División Sudamericana. Después de servir durante cuatro años como director de la juventud, se convirtió en el presidente de la División Sudamericana en 2007”.
Es conocido por su cálido comportamiento y su corazón para Cristo.
Fuente
"Me CANCELARON por Hablar de SALUD NATURAL" - El Sorprendente Testimonio...
"Me CANCELARON por Hablar de SALUD NATURAL" - El Sorprendente Testimonio de Barbara O'Neill
Jul 11, 2025
Barbara O'Neill, una destacada oradora sobre salud natural, comparte su controversial filosofía de que el cuerpo puede curarse a sí mismo si se le proporcionan las condiciones adecuadas. En este video, O'Neill relata su transición de una vida de "hippie" a una de fe y curación natural. A pesar de haber sido prohibida de hablar sobre salud en Australia, O'Neill se convirtió en un fenómeno internacional. También discute remedios caseros poco convencionales, como el uso de pimienta de cayena para fluidificar la sangre y compresas de ricino para los fibromas, desafiando las prácticas médicas tradicionales y promoviendo la autocuración.
Wednesday, July 9, 2025
Monday, July 7, 2025
Saturday, July 5, 2025
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