"La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo más íntimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos". Ellen G. White.
Friday, September 26, 2025
Wednesday, September 24, 2025
Tuesday, September 23, 2025
Monday, September 22, 2025
Sunday, September 21, 2025
Saturday, September 20, 2025
Friday, September 19, 2025
Sunday, September 14, 2025
Saturday, September 13, 2025
Friday, September 12, 2025
Guía para Personas con Necesidades Migratorias
Guía para Personas con Necesidades Migratorias
(See below for English)
(See below for English)
(Descargue el PDF)
Queridos hermanas y hermanos en Cristo,
Nuestra fe católica se fundamenta en el amor y la caridad de Nuestro Señor, expresados en su sacrificio por nosotros en la Cruz y que hoy continúan en el mundo a través de su Iglesia. Esta comunidad eclesial, el Cuerpo Místico de Cristo, sólo puede vivir su vocación cuando trabajamos juntos como una comunidad, unidos los unos a los otros, independientemente de quiénes seamos o de dónde vengamos.
Al igual que Cristo salió a las periferias, atendió a los gentiles y abrió sus brazos a todos, nosotros debemos practicar plenamente nuestra fe católica y hacer lo mismo con nuestro prójimo. Nuestra vocación cristiana de amarnos y servirnos los unos a los otros se extiende más allá de los miembros de nuestra comunidad de fe, especialmente cuando nos resulta difícil.
Cristo compartió la historia del Buen Samaritano, enseñándonos a extender la mano y ayudar a cualquiera que lo necesite, sin preguntar por el origen, la etnia o el grupo social de la víctima. La esencia del Gran Mandamiento del amor nos exige mostrar misericordia y debemos obedecer el mandato de Cristo al máximo: «Ve y haz tú lo mismo» (Lc 10,37).
Ésta es nuestra sagrada responsabilidad de amar y cuidar a nuestro prójimo. La Doctrina Social Católica exige que los fieles sean obedientes a la ley, manteniendo al mismo tiempo la dignidad de cada persona. La situación de la inmigración en nuestro país es compleja y también se debe seguir estudiando la raíz del problema. Pero no podemos permanecer indiferentes, ciegos y sordos ante el sufrimiento de los necesitados, especialmente los indocumentados y los refugiados.
Como su obispo, me solidarizo con nuestros hermanos y hermanas que se sienten atemorizados o amenazados. Nuestra Iglesia está orando por ustedes, les ofrece esperanza y les ayuda a encontrar caminos de sanación. Con la ayuda del Consejo Presbiteral de la Diócesis de Salt Lake City y de la Iglesia Católica Santa María de la Asunción, me complace ofrecerles esta Guía para Personas con Necesidades Migratorias como apoyo de la diócesis a nuestra comunidad inmigrante. Gracias también al Padre Langes Silva, JCD, al Padre Rogelio Félix-Rosas y al Padre Christopher Gray por sus esfuerzos en la elaboración de esta guía.
Que, como diócesis, unidos en la caridad y la oración, seamos las manos, los pies, y el Sagrado Corazón de Cristo para los más necesitados.

Queridos hermanas y hermanos en Cristo,
Nuestra fe católica se fundamenta en el amor y la caridad de Nuestro Señor, expresados en su sacrificio por nosotros en la Cruz y que hoy continúan en el mundo a través de su Iglesia. Esta comunidad eclesial, el Cuerpo Místico de Cristo, sólo puede vivir su vocación cuando trabajamos juntos como una comunidad, unidos los unos a los otros, independientemente de quiénes seamos o de dónde vengamos.
Al igual que Cristo salió a las periferias, atendió a los gentiles y abrió sus brazos a todos, nosotros debemos practicar plenamente nuestra fe católica y hacer lo mismo con nuestro prójimo. Nuestra vocación cristiana de amarnos y servirnos los unos a los otros se extiende más allá de los miembros de nuestra comunidad de fe, especialmente cuando nos resulta difícil.
Cristo compartió la historia del Buen Samaritano, enseñándonos a extender la mano y ayudar a cualquiera que lo necesite, sin preguntar por el origen, la etnia o el grupo social de la víctima. La esencia del Gran Mandamiento del amor nos exige mostrar misericordia y debemos obedecer el mandato de Cristo al máximo: «Ve y haz tú lo mismo» (Lc 10,37).
Ésta es nuestra sagrada responsabilidad de amar y cuidar a nuestro prójimo. La Doctrina Social Católica exige que los fieles sean obedientes a la ley, manteniendo al mismo tiempo la dignidad de cada persona. La situación de la inmigración en nuestro país es compleja y también se debe seguir estudiando la raíz del problema. Pero no podemos permanecer indiferentes, ciegos y sordos ante el sufrimiento de los necesitados, especialmente los indocumentados y los refugiados.
Como su obispo, me solidarizo con nuestros hermanos y hermanas que se sienten atemorizados o amenazados. Nuestra Iglesia está orando por ustedes, les ofrece esperanza y les ayuda a encontrar caminos de sanación. Con la ayuda del Consejo Presbiteral de la Diócesis de Salt Lake City y de la Iglesia Católica Santa María de la Asunción, me complace ofrecerles esta Guía para Personas con Necesidades Migratorias como apoyo de la diócesis a nuestra comunidad inmigrante. Gracias también al Padre Langes Silva, JCD, al Padre Rogelio Félix-Rosas y al Padre Christopher Gray por sus esfuerzos en la elaboración de esta guía.
Que, como diócesis, unidos en la caridad y la oración, seamos las manos, los pies, y el Sagrado Corazón de Cristo para los más necesitados.
Reverendísimo Oscar A. Solis, DD
Obispo de Salt Lake City
23 de enero del 2025
Obispo de Salt Lake City
23 de enero del 2025
Wednesday, September 10, 2025
Tuesday, September 9, 2025
Monday, September 8, 2025
Sunday, September 7, 2025
Saturday, September 6, 2025
Subscribe to:
Posts (Atom)