EL SILENCIO DE LOS CORDEROS
Breve exposición de la existencia, manejos y finalidad de la Orden Jesuita
“Oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades. Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble” (Apocalipsis 18: 4-6)
Un homenaje merecido
Personalmente, doy gracias a Dios por todos Sus hijos que aman la verdad, la buscan, la muestran públicamente, y están dispuestos a defenderla, aun por encima de sus propias vidas. En este sentido, y en este artículo, quisiera rendir un emotivo homenaje a los hermanos que ya partieron con el Señor, muchos de ellos asesinados por ser valientes y decir la verdad, como lo fue el Dr. Alberto Rivera, ex jesuita.
Rivera fue un campeón defensor de la fe, habiendo militado antes por años en las filas del oscurantismo.
“El Dr. Alberto Rivera, ex jesuita”
Un portavoz muy cercano a Rivera, declaró lo siguiente:
“Deseamos informarles que el 20 de Junio de 1997, el muy amado hermano en el Señor, Alberto Rivera fue envenenado, y la iglesia de nuestro Salvador, perdió otro santo por manos criminales. Alberto fue asesinado en su misma congregación por gente que él conocía. Estas personas iban disfrazadas de santos del Altísimo, y hacían el papel de santos, con el propósito de matar y destruir a los santos amantes de la palabra de Dios”.
Alberto Rivera, el cual fue difamado y calumniado numerosísimas veces, y varias otras escapó de diversos intentos de ser asesinado, al final sucumbió a manos de sus verdugos. Podemos decir sin temer a equivocarnos, que él dio su vida por defender ardientemente la fe una vez dada a los santos (Jud. 3, 4).
El silencio de los corderos
Llegados a este punto, yo me pregunto, ¿por qué no habrá más hermanos que se pongan en pie en el mismo espíritu de todos los que lo hacen y lo han hecho, levantando bien arriba con valentía y arrojo la bandera de la verdad de Cristo, aun a costo de su reputación, e incluso llegado el caso, de su propia vida?
Muchos, en definitiva, temen más al diablo que a Dios, llegando a creer que el maligno puede llegar a tomar represalias muy dolorosas contra ellos si así hacen, y prefieren seguir la filosofía poco comprometida del silencio de los corderos…es decir, no hacer nada, no decir nada, y prefieren dejar para otros lo que ellos deberían también hacer, olvidando que al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado (Sgto. 4: 17). Es un asunto de omisión y negligencia, lamentablemente comunes entre nosotros los creyentes.
En vez de levantarse como atalayas ante cualquier falso maestro, precursor de herejía o sistema idolátrico, como sin duda alguna lo es el catolicismo romano, la excusa que anteponen es la siguiente: “Usted, hermano, no diga nada, no haga nada, sólo ore para que Dios haga su voluntad”... Pero esa, justamente, no es la voluntad de Dios.
La voluntad de Dios es la de levantarnos como verdaderos atalayas, (Ez. 3: 17) a modo del profeta Jeremías, y exponer todo aquello que, llamándose cristiano, es contrario a Cristo. ¡Huelga ya todo posicionamiento cómodo, temeroso, y por qué no decirlo, cobarde!
1. El engaño dualista
En círculos neopentecostales como en el G12, se enseña algo parecido al dualismo, es decir, en una lucha pareja entre el bien y el mal. Hacen un exagerado énfasis en el poder del enemigo y sus maldiciones, de tal manera que a oídos del creyente incauto, el maligno y su obra casi llega a una posición de igualdad con el poder de Dios. Eso es un tremendo error (y se lo dice un servidor que tiene el ministerio de echar fuera demonios). Esa es la razón por la cual muchos posibles disidentes del G12 no abandonan sus filas, porque temen una hipotética maldición que les vendría si así hicieran, de parte de presuntos pastores y “líderes” que osan maldecir (yo he recibido muchas de esas declaraciones de maldición, y no teman hermanos, sigo vivo y en la brecha)
Si nuestra lucha por la fe estuviera enclavada en un continuo dualismo, entonces, yo sería el primero en tirar la toalla y apartarme de la lucha, porque siempre el mal vencería, ya que siempre busca el dañar al oponente, mientras que el bien, que es el amor, no; [el amor no hace mal al prójimo-Ro. 13: 10].
Pero no teman, ¡el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!, y tiene bajo sus pies al maligno.
“Símbolo del dualismo: El color blanco que representa el bien, está a la par con el negro, que representa el mal: Herejía orientalista que está penetrando en muchos círculos eclesiales”
Así que hermanos, nuestra fe no es dualista. No es el bien contra el mal, porque nuestro Dios es el único que está sentado en el Trono de toda existencia, y nada pasa ni ocurre sin Su permiso.
Por lo tanto, no temamos, y tampoco confundamos los términos; y volviendo al asunto del silencio de los corderos:
El amor sólo puede entenderse y manifestarse como tal, en el contexto de la verdad y de la justicia expresadas, sin usar de la misericordia como pretexto para ocultar esas dos últimas.
Un antes y un después
Curiosamente, antes de que el muy impactante testimonio del ex jesuita de alto rango, Dr. Alberto Rivera fuera hecho público allá por el año 1979 sobre todo a través de Chick Publications, poco trascendía en los diferentes medios de comunicación acerca de la realidad de la institución católico romana y sus derivaciones, hasta el día después…
Fue a partir de su declaración testimonial, que los medios de comunicación, así como los diferentes comunicadores laicos o no, llegaron a interesarse por las diferentes particularidades del sistema católico y la clerecía romana, sobre todo en materia de conducta y negocios: celibato, homosexualidad y lesbianismo, pederastia, vinculación con la mafia, situación de la banca internacional en relación con el Vaticano, todo tipo de corrupción, y un largo etcétera; y todo hasta la fecha (1).
El interés por conocer la verdad de la realidad del Vaticano y sus acciones, está servido pues.
2. Citas sobre la Sociedad Jesuita
Antes de entrar en materia, me gustaría que prestáramos atención a algunas citas de personajes históricos en referencia a la Sociedad Jesuita (Jesuitas), de la cual estaremos hablando en este estudio.
John Adams (1735-1826), segundo Presidente de los Estados Unidos de América dijo una vez:
“La historia de los Jesuitas, quizás no se ha escrito de forma muy elocuente, y sin embargo, está apoyada por autoridades incuestionables. La restauración de la Orden Jesuita en el año 1814, llevada acabo por el papa Pío VII, representó ciertamente un paso hacia la crueldad, la oscuridad y el despotismo, y muerte. No me gusta la apariencia de los Jesuitas. Si alguna vez ha habido algún grupo de hombres que ha merecido condenación aquí en la tierra y en el infierno, esta es la Sociedad de Ignacio de Loyola [Jesuitas]”
El general y hombre de estado francés Marqués de Lafayette (1757-1834), aseveró:
“Es mi opinión en cuanto a que si las libertades de este país, los Estados Unidos de América, llegan a desaparecer, habrá sido por la sutileza de los sacerdotes Jesuitas católico romanos, ya que son los más astutos, y peligrosos enemigos de las libertades civiles y religiosas. Ellos han instigado la mayor parte de las guerras en Europa”
Abraham Lincoln (1809-1865), Presidente de los Estados Unidos de América, declaró:
“La guerra civil americana, nunca hubiera sido posible sin la siniestra influencia de los Jesuitas”
Samuel Morse (1791-1872), el inventor del telégrafo, recalcó:
“Los Jesuitas son una sociedad secreta, como tipo de orden masónica, pero con sobre añadidas horrorosas y detestables características, mil veces más peligrosa”
Instrucciones secretas de Loyola
Las siguientes son algunas de las instrucciones secretas dadas por el fundador de los Jesuitas, Ignacio López de Loyola (1491-1556). Apréciese el enorme grado de intriga y de maldad expuesto:
“Finalmente, hagamos todo con tal grado de astucia, que podamos ganar dominio sobre los príncipes, los nobles y los magistrados de cada lugar, para que estén listos a nuestra llamada y a nuestra disposición, incluso al punto de sacrificar sus propias familias, así como los más íntimos amigos, cuando digamos que es para nuestro interés y ventaja(2)
Denota la clara filosofía del “Príncipe” de Maquiavelo: “El fin justifica los medios”
Ignacio de Loyola inmerso en sus escritos”
3. Las dos columnas en las que se apoya la institución católico romana
Desde 1541, fecha en la cual Ignacio de Loyola fue levantado como primer General Superior de la Sociedad de Jesús (Jesuitas) por el papa Pío III, los jesuitas a lo largo de 500 años, han estado preparando a través de la infiltración en cada nivel y estamento de la sociedad, el tomar el mundo en cuanto a la economía, la religión y la política; es decir, ¡todo!
Desde el concilio de Trento, el de la Contrarreforma, los jesuitas han estado trabajando pacientemente para conseguir la meta de exaltación de la institución romana sobre este mundo, basándose en dos doctrinas, a las cuales llaman las dos columnas, y que son:
1. La sucesión apostólica (que tiene que ver con la sucesión de los papas romanos)
2. El poder temporal (que tiene que ver con el Gobierno Mundial)
En cuanto a la primera columna, desde Trento, Roma oficial y erróneamente declara a Pedro como el primero de los papas romanos, y así el papado, su sacerdocio, y el sistema católico entero dependen de la piedra que se supone fue Pedro. El problema con esa interesada y estéril interpretación, es que hacen de Pedro un usurpador de Cristo, el cual sí es el Fundamento, la Roca, y única Cabeza de la Iglesia, que es Su cuerpo (ver 1 Corintios 3: 11; Efesios 5: 23; Colosenses 2: 19)
Fíjense bien: La iglesia católico romana está supuestamente basada en Pedro, mientras que la Iglesia de Jesucristo está basada en Cristo.
Esa primera columna llamada “sucesión apostólica”, no es más que un apoyo de decorado teatral.
“Curiosamente, la tan manida Sucesión Apostólica es un puro mito, ya que ningún papa escogió ni coronó a su sucesor jamás”
En cuanto a la segunda columna, la del “poder temporal”, también desde Trento, y basándose en la constitución del primer jesuita, Ignacio de Loyola, da a entender que el papa romano es el amo del mundo, y tiene autoridad sobre los reyes de la tierra, y es “sostén” para la implementación del Nuevo Orden Mundial, en materia civil y militar, etc.
Esa segunda columna, llamada “poder temporal” es también otro montaje teatral, aunque millones lo han creído, y siguen creyéndolo.
4. El papa negro; General Superior de la Compañía de jesús
Según el testimonio de Alberto Rivera, una vez preguntado acerca de si los jesuitas son completamente leales al papa, sorpresivamente, su respuesta fue, ¡no! (3). Con esa respuesta, lo que vino a decir es que en el Vaticano, quien realmente gobierna es otra persona. Es el General Superior de los Jesuitas, apodado el “papa negro”. Le llaman así porque viste de negro, y son oscurísimas sus acciones. De hecho se le llama el “papa negro”, porque es la sombra del papa, y está detrás de todo lo que él hace. Siempre obra tras las bambalinas.
“Count Peter Hans Kolvenbach, actual General Superior de la Compañía de jesús”
Alberto Rivera testifica que conforme iba ascendiendo en la jerarquía jesuita, más corrupción hallaba en la institución. En los años sesenta, en plena dictadura franquista, fue invitado a asistir a una misa negra secreta por unos jesuitas de mucha categoría en un monasterio en el norte de España, y al ir a besar el anillo de un alto prelado, vio un símbolo que le dejó frío. Era un símbolo de la masonería. Curiosamente, era algo a lo que le habían enseñado a odiar y a combatir (4)
Rivera asegura que el General Superior de los Jesuitas (entonces el español Pedro Arrupe), era masón y miembro del partido comunista español. Descubrió también que el General jesuita estaba vinculado con los Illuminati de Londres. Rivera cayó en postración durante varias semanas, al darse cuenta de que todo lo que le habían enseñado a combatir estaba interconectado por detrás en las altas instancias de la Sociedad Jesuita (5). Veremos más sobre estas cuestiones un poco más adelante.
“El símbolo masón que Rivera vio en ese anillo”
Según Rivera, Phelps, etc. ese hombre de negro, es el encargado de estar en contacto directo con las tinieblas más densas, por lo tanto, está arriba en la pirámide, rozando el ojo de Horus. Él es el encargado también, junto a sus Generales, de que se haga la voluntad del maligno (*) en este mundo. De hecho, la Palabra nos enseña lo siguiente:
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(*) Satanás jamás puede ir más allá de lo que Dios le permita, no obstante.
En ese contexto, conforme a la revelación bíblica, la obra de esos personajes tiene que ver en cuanto al levantamiento del personaje Anticristo (Ap. 13), y del Falso Profeta (Ap. 13: 11), el que será, o es un papa romano.
Téngase en cuenta que los Jesuitas no son realmente una orden religiosa, sino que son una orden militar, y especialmente los de alto rango. Ignacio de Loyola había sido un militar. Esos Generales Jesuitas, con su Superior al frente, son algo así como administradores del gobierno Luciferino (de Satanás), y colaboradores suyos. Constituyen además la mayor y mejor agencia de inteligencia del mundo, muy por encima del mismo Mossad israelí.
La Orden Jesuita es en realidad una sociedad oculta y secreta. Incluso los mismos jesuitas de bajo rango no saben nada acerca de los secretos y perversiones que manejan los de alto rango. Todo lo que sabemos acerca de ella, además de la revelación que nos da el Espíritu Santo, es debido a los testimonios de ex jesuitas como Rivera, o de libros que les denuncian, y que han escapado de ser destruidos por sus agentes.
“El entonces General Superior, Pedro Arrupe, con Kolvenbach”
Actualmente el General Superior de la Orden Jesuita es el holandés Peter Hans Kolvenbach, y está auspiciado por sus siete hombres (The Seven). Casi nadie sabe mucho acerca de él, y sin embargo tiene un poder que muy pocos comprenderían.
Según Eric Jon Phelps (5), ese hombre reside en Roma, en el cuartel general de los Jesuitas, llamado la iglesia de Gesú, en el área del Vaticano, en las dependencias de los Caballeros de Malta. El puesto de General Superior Jesuita es vitalicio. Él y todos los demás Generales de la Sociedad son hechiceros. Son luciferinos, es decir, adoran a Lucifer, el cual es su dios.
El papa negro es un dictador poseedor de poder absoluto y autócrata dentro de la Orden Jesuita. Cuando él habla, los jefes de provincia tiemblan, y se mueven. Esos son sus subordinados, y son 83 de acorde a las 83 particiones que presumiblemente han hecho del mundo. Es un jefe supremo y absoluto, tipo como lo fue Nabucodonosor gobernando sobre Babilonia, con sus sátrapas, pero en su caso, obra tras un denso y oscuro telón (6)
Su filosofía es sencilla: decir que no hace nada de lo que se dice que hace, como el diablo, cuya mayor y más poderosa mentira es hacer creer a todos que no existe.
“Peter Hans Kolvenbach (de frente en el centro): El Superior General número 29, con su equipo de Generales. Del libro “Jesuitas: Una Multibiografía” de Jean Lacouture; (French © 1991, English © 1995) Counterpoint Books, P.O. Box 65793, Washington DC 20035; ISBN 1-887178-05-8.
Es fácil observar la tremenda expresión de maldad que aflora en esos fríos rostros.
Ese hombre, por orden de Lucifer, gobernaría el mundo (*) a través de sus siete, y sus provinciales, y los provinciales entonces, gobiernan a los jesuitas de menor rango, y así hacia abajo de la pirámide. Muchísimos jesuitas de bajo rango, no tienen ni idea de lo que ocurre en la cima de la misma; no son conscientes del poder de su Orden.
(*) Satanás jamás puede ir más allá de lo que Dios le permita, no obstante.
Según Phelps, Hans Kolvenbach, el General Superior Jesuita actual, tiene el control total de la comunidad internacional de inteligencia; es decir, la CIA, el FBI, la KGB, el Mossad, el BND alemán, el SIS británico, etc. etc. (7).
La Masonería bajo la Orden Jesuita
La Masonería está bajo la Orden Jesuita, así como los Illuminati, y muchos no saben eso. Los masones de bajo rango, aunque piensen que sólo hacen buenas obras y son buena gente, no tienen idea de que los masones del grado 33 hacia arriba, sirven y trabajan para el General Superior de los Jesuitas, y eso es así desde el tiempo de Federico II el Grande, el mayor de los masones en aquel tiempo, cuando ese monarca pruso protegió la Orden Jesuita cuando fue temporalmente abolida por el papa en 1773.
“Federico II el Grande; el Gran Masón”
5. La obra maestra de la Orden Jesuita: El levantamiento del Nuevo Orden Mundial
Podemos llegar a la conclusión, por tanto, por todos los testimonios y datos aportados e investigaciones realizadas, que la meta final de las tinieblas, esto es, a través de los Jesuitas, (*) es el levantar el Nuevo Orden Mundial luciferino, es decir, un gobierno mundial secular y religioso. La obra “maestra” de Satanás. Ahí es donde entra en el escenario el personaje del Anticristo, como “rey del mundo”, y de su auspiciador religioso y segundo anticristo, el papa de Roma a modo de figura visible, como el Falso Profeta. Ese hombre, por cierto, ha llegado ya a ser el más respetado del mundo, y ya le llaman el “hombre de paz”.
(*) Nótese el cinismo y burla del diablo, que a sus mejores servidores humanos, les llama la “Compañía de Jesús”.
Algunos, llegados a este punto, me dirán, ¿por qué razón han de ser los Jesuitas ese canal necesariamente, y no cien otros más? Bien, la evidencia es tozuda, y es preciso considerarla muy en serio. Los Jesuitas (de alto rango) son la más completa y compacta unidad de todo lo malo humano que existe en esta tierra, y no en el nombre de Buda o de Alá, sino en el nombre de Jesús (¿cabe mayor osadía, burla y maldad que eso?).
Es asombroso como la Orden ha podido obtener el control del mundo; ¿cómo lo hubiera podido lograr sin tener a su disposición un poder que sobrepasa de largo todo poder humano? Es obvia la intervención directa de Satanás en todo eso.
Además, si razonamos sólo un poco, fácilmente llegamos a la siguiente conclusión: Todo tiene que tener un específico y concreto orden, porque el aparente caos del reino del maligno, no es más que una simple cortina de humo, para ocultar la realidad bien sistematizada de su reino de maldad. De hecho, el reino de Satanás está perfectamente organizado; y por eso se mantiene mientras tanto, hasta que le toque desaparecer del todo (Ap. 20: 10)
Partimos de la base de que todo reino, si ha de funcionar y tener intención de perdurar, deberá estar bien organizado y estructurado jerárquicamente, sin fisuras. En este caso, hablando concretamente del reino de las tinieblas, tendrá que cumplir esas mismas pautas y premisas, aunque obre en oculto. El mismo Señor Jesús lo dijo claramente:
“Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá. Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino?” (Mateo 12, 25, 26)
Por lo tanto, tal y como funciona Satanás en lo espiritual e invisible, es decir en lo demoníaco, con organización jerárquica bien definida, deberá funcionar también en lo visible, es decir, a través de una organización humana, aunque muy disimulada y escondida a los ojos del gran público, olvidada de los medios de comunicación (los cuales en definitiva, también controla)
En su afán por burlarse de Cristo y de su obra que es la Iglesia, y de confundir a todos, el diablo ha levantado toda una estructura visible, aunque velada, y absolutamente jerarquizada que se llama la “compañía de jesús”, desde la cual, y a través de la cual, opera para buscar el destruir la verdadera “Compañía de Jesús” que es la Iglesia, y de implementar su reino visible; su Nuevo Orden Mundial. En eso está arduísimamente trabajando la falsa “Compañía de Jesús” (Jesuitas).
“La pirámide con el ojo de Horus encima: Novus Ordo Seclorum- Nuevo Orden Mundial, la puede encontrar usted en todos y cada uno de los billetes de un dólar americano…¿por qué?”
Infiltrándose y controlando el mundo
Como ya apunté anteriormente, toda la infinidad de grupos, sociedades, logias, capítulos satanistas, religiones, sectas, abominaciones diversas, etc. etc. etc.; todo está en definitiva unido, controlado, y dirigido por el diablo, a través de una organización humana de la cual estamos hablando, arriba de la misma.
La única Asamblea que los Jesuitas no han podido, ni podrán hacer suya a pesar de la horrorosa infiltración y ataque diverso que sufre, es la verdadera Iglesia de Jesucristo:
“Sobre esta Roca (Cristo) edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (Mateo 16: 18)
Sin embargo, los Jesuitas han logrado colocarse por encima de todas las instituciones de este mundo. Rivera asegura que el Opus Dei es otro brazo de los Jesuitas, así como los Masones, Illuminati, movimiento de la Nueva Era, Trilateral Comission, Club de Roma, Bildebergers, Skull and Bones, Bohemian Grove, etc. etc. A través del Opus Dei, manejan los partidos demócrata cristianos, partidos políticos de centro y centro derecha, entre otros (8).
Veamos algunos ejemplos de las más conocidas asociaciones que nos aporta Rivera (9):
6. El Concilio Vaticano II, concilio también de la Contrarreforma (*)
El Vaticano II fue otro concilio de la Contrarreforma también llevado por los Jesuitas con la misma intención como lo fue el de Trento, pero esta vez usando otra pauta: La “renovación”. El objetivo fue el mismo, pero el modo, diferente, ahora las maneras son más sofisticadas.
(*) La Contrarreforma fue el movimiento papista levantado mayormente por los Jesuitas para intentar acabar con la Reforma Protestante.
Trento fue el primer concilio de la Contrarreforma, el Vaticano II, fue el escalón final de la Contrarreforma.
Teniendo en mente el tan manido, así como falso mensaje de “renovación” proclamado desde las ventanas abiertas de par en par del Vaticano II, Rivera claramente apunta a que el objetivo de la infiltración subsiguiente de la institución católico romana en todas las áreas de la vida, fue y es debida a obtener el control y acceso a toda institución, para la preparación del advenimiento del Gobierno Mundial (Nuevo Orden Mundial).
El mismo Rivera asegura que gracias a su experiencia con el espionaje y la infiltración, fue ordenado a unirse a las fuerzas ecuménicas bajo el papa Juan XXIII (10).
“Una sesión del Concilio Vaticano II”
Los Jesuitas dividieron el mundo en dos partes: I. Los creyentes, II. Los incrédulos.
I. Bajo la primera parte (la iglesia mundial), estarían: católicos, protestantes de todas las denominaciones, ortodoxos, musulmanes, brahamanes, budistas, mormones, testigos de Jehová, iglesias ocultistas, Nueva Era, religiones orientales, Cienciología, judaísmo, etc. etc.
II. Bajo la segunda parte (gobierno mundial), estarían: comunistas, todas las logias masónicas, anarquistas, sindicatos, gobiernos, diversas sociedades, etc. etc.
Los Jesuitas, se jactan de haberse infiltrado en toda organización y sociedad sobre la tierra. A través de ellos mismos, y entre otros, “Juventud Católica”, “Legión de María”, “Acción Católica”, “Caballeros de Colón”, etc. etc. se jactan de que secretamente han entrado en la televisión y editoriales cristianas, seminarios, universidades, colegios, etc.; que han sido aceptados como maestros, pastores, evangelistas, “apóstoles”, profetas, propugnando el mensaje que es suave al oído: “El amor y la unidad entre todos los cristianos” (entiéndase: la unidad no importa la doctrina verdadera) (11)
La mayoría de los grupos infiltrados, ya no hablan ni bien ni mal de Roma, y no se atreven a decir que el sistema católico romano no es cristiano; por el contrario, ahora se da el caso de que podemos oír en algún medio de comunicación cristiano, y en diferentes iglesias, la expresión: “Nuestros hermanos católicos”. Esa ha sido la obra del jesuitismo a raíz del Vaticano II.
“Símbolo de la asociación Acción Católica; nótese el símbolo (Pax Christi) en la vela, el cual es usado arduamente por los Jesuitas”
El movimiento carismático
Los Jesuitas han estado trabajando para poder alcanzar a cada denominación protestante, a través de sus singularidades, por ejemplo, en cuanto a los pentecostales, con el movimiento carismático.
El movimiento carismático fue levantado y auspiciado por el Vaticano, para poder acceder y sujetar para sí a los pentecostales, porque no podían hacerlo de otra manera. Incluso cuando antes de la fecha de 1945 levantaron el movimiento ecuménico hasta nuestros días, cuando también se fundó el Concilio Mundial de Iglesias con la financiación jesuita en Europa acabada la Segunda Guerra Mundial, no pudieron sujetar para sí a las denominaciones pentecostales, y ese fue el origen y la razón del movimiento ecuménico y del Concilio Mundial de Iglesias: Unir a todas la denominaciones protestantes en Europa. No lo pudieron conseguir en principio a través del ecumenismo, pero lo lograron con el movimiento carismático, y ahora sí, con el ecuménico también.
El G12 y sus encuentros: Jesuitismo
Obviamente, el G12 de Castellanos o de Cash Luna con sus “encuentros”, que ya va adquiriendo otros nombres de camuflaje, no es más que una expresión ulterior de esa carismatía ecuménica, que actualmente promueve un acercamiento cada vez más vertiginoso a las esferas vaticanas.
Es más que evidente la verdadera procedencia de ese falso Gobierno de Doce: el Jesuitismo. Lo triste es que todavía una gran mayoría de estimados hermanos, no se percatan del engaño.
Los “Encuentros” del G12, están basados en la misma forma, filosofía y espíritu que los Cursillos de Cristiandad del Opus Dei. Fíjense ustedes como lo describe el Presidente del Secretariado de Cursillos en New York, USA:
“Los "Cursillos de Cristiandad" son un retiro de 3 días, donde se vive y convive lo fundamental cristiano. Basados en el "Cuerpo Místico de Cristo" de 1 Cor.12, se vive la vida de la gracia, con la fuente de los Sacramentos, y una vida mística, donde todos son miembros de un mismo Cuerpo, ¡el de Cristo!, y cada uno es hermano del otro tanto como la mano derecha es hermana de la mano izquierda” (12)
“Cursillo de Cristiandad para mujeres; nótese la tremenda semejanza entre ese evento y los “Encuentros con Dios” del G12 homogéneos; esta vez para mujeres. Es básicamente lo mismo”
“Exactamente lo mismo, en relación a los hombres”.
Frente a cámara
Según Alberto Rivera, en su declaración frente cámara, recogida por Jim Arrabito (1950-1990), otro tenaz apologista experto de la realidad jesuita, que fue enviado a la muerte a través de un accidente de aeroplano en Alaska en 1990, los Jesuitas, (y Alberto fue uno de ellos), han estado trabajando duro para preparar a Cursillistas (Opus Dei), a Legionarios de María, al Blue Army of our lady of Fatima, Acción Católica, etc. y a muchas otras de esas organizaciones católicas militantes para llegar a convertirse en luteranos, bautistas, adventistas, hombres de negocios del evangelio completo, metodistas, presbiterianos, pentecostales, etc. y así infiltrarse en toda denominación y concilio, tal y como venimos diciendo (13)
“Jim Arrabito”
Casi todos los grupos, iglesias, seminarios protestantes, etc. que fueron exitosamente infiltrados, ya casi no mencionan a Roma como lo que realmente fue y sigue siendo. Se han vuelto muy ecuménicos, y muchos sólo dan un “mensaje positivo”, que jamás compromete en ningún sentido.
Cuando Dios comenzó a tocar a Alberto Rivera
A raíz de la crisis que Alberto Rivera experimentó cuando comprendió que en realidad la Orden Jesuita controla directamente o por infiltración, todo lo que le habían enseñado a odiar (masonería, illuminati, comunismo, satanismo, denominaciones protestantes, religiones diversas, etc.), en Guatemala en 1965, públicamente en una reunión ecuménica ante 50.000 líderes católicos y ministros protestantes entre otros, reveló lo que Roma realmente estaba haciendo. El escribe en sus crónicas lo siguiente:
“¿Cómo puedo predicarles acerca de la vida cuando estoy muerto, y el sistema que sirvo huele a muerte desde los confesionarios, hasta María, el purgatorio y el sacerdocio, todos los cuales niegan la resurrección de Cristo? ¿Cómo puedo hablarles de la vida, cuando les he mentido, infiltrado y destruido sus iglesias? Creen que este movimiento significa amor y unidad (*), pero en realidad les llevará a la muerte…”
(* ) Hablando del movimiento ecuménico.
Después de esa reunión fue llevado a Panamá, y de ahí a España donde en un lugar secreto en Barcelona, destinado al internamiento de curas disidentes y conflictivos, padeció severa disciplina, brutales interrogatorios y diversos tormentos. Fue en medio de ese sufrimiento que Rivera llegó a conocer al Señor (14)
“Alberto Rivera denunciando a la Gran Ramera”
7. Alberto Rivera nos sigue aportando datos sobre el asunto de la infiltración
De todos modos, el método y acción de infiltración no resulta del todo novedoso, ya que desde el mismo momento en que empezó la Contrarreforma en el siglo XVI, la Orden Jesuita comenzó a realizar sus acciones de penetración, a pesar de que la batalla en aquel tiempo era bien ardua, y el enemigo, el Vaticano y sus agentes, estaban bien definidos (no existía tal cosa como el ecumenismo)
Ese fue el caso de Francisco Ribera (1537-1591), y de Luis del Alcázar (1554-1613), jesuitas bajo juramento extremo [ver http://www.centrorey.org/temas26.html], que recibieron órdenes de penetrar en las iglesias cristianas, lo cual no les fue fácil, ni a ellos ni a sus correligionarios incluso en España, donde la iglesia se ocultaba dada la persecución. No obstante, tuvieron éxito y lograron sus objetivos de infiltración.
Según Alberto Rivera, los jesuitas Francisco Ribera, Luis de Alcázar y más tarde Lacuza, bajo juramento extremo también, fueron dirigidos hacia un área en particular: La profecía. Con ello pretendían hacer dos cosas como mínimo:
I. Cubrir con un oscuro manto cualquier profecía que tuviera que ver con el asunto del Anticristo y su estrechísima relación con el papado.
II. Cubrir con un oscuro manto cualquier idea en cuanto a que la iglesia católica jamás fue cristiana.
Debían hacer posible para que en los comentarios bíblicos, en los libros de historia de la iglesia, etc. la iglesia de Roma apareciera como que originalmente era la verdadera iglesia de Cristo, pero que cayó en error, y que ahora necesitaba de una renovación. Si nos damos cuenta, todo apuntaba hacia un concilio de la “renovación”, el cual llegó a ser el Vaticano II, siglos más tarde. Los Jesuitas planean de cien en cien años.
“Portada del libro de Eric Jon Phelps”
Otra de las cosas que debían conseguir, es que los cristianos llegaran a creer que la inmensa mayoría de las profecías contenidas en el libro de Apocalipsis ya se habían cumplido para el tiempo de la Roma pagana; ese fue el caso explícito de Luis de Alcázar. O bien, que era para un futuro muy lejano e indefinido, caso de Francisco Ribera. La razón de así hacer, era para erradicar el concepto protestante y acertado a todas luces de que el papado era anticristo, y para que muchos explícitamente pudieran decir, como muchos dominionistas hacen hoy en día:
“¡No te preocupes por la profecía apocalíptica, no te preocupes por el asunto del Anticristo, no te preocupes por el asunto del Gobierno Mundial, etc.!; lo que viene ahora es el tiempo de conquistar las naciones y establecer el reino, a través de los nuevos apóstoles y profetas que con nueva revelación y gobierno, están asumiendo el liderazgo de una iglesia conquistadora” (15)
¿No se dan cuenta que el mensaje profético y subliminal católico romano es el mismo que el del G12, nuevos apóstoles y profetas, y demás? ¡Los Jesuitas esperan levantar ese tipo de “iglesia” también!
8. Un atisbo al manejo jesuita en cuanto a la política en los EEUU
Y ya para cerrar este artículo, me gustaría hacerlo dando un rápido vistazo al manejo de los jesuitas en cuanto a la política, y en ese sentido, en lo concerniente a los EEUU, país que admiro, porque fue en gran manera bendecido por Dios a causa de los cristianos de la Biblia.
Alberto Rivera, fue entrevistado en ese país, y al respecto aportó una serie de detalles interesantes. Dentro del ámbito político, Rivera dice que el primer presidente de los EEUU, George Washington, fue utilizado por los Jesuitas. El fue iniciado por los jesuitas, con el objetivo de alcanzar los primeros contactos con el Vaticano.
El presidente Ronald Reagan (hasta el tiempo de Rivera) fue el máximo exponente de la complicidad con el Vaticano, muy por encima del católico John F. Kennedy. Eso fue debido a que el catolicismo de Kennedy era el exterior y común, y no el interior y restringido a unos pocos. Eso hay que entenderlo.
Dos catolicismos
Existe un catolicismo, que es el verdadero, absolutamente de acuerdo con el espíritu de la Gran Ramera, que es secreto, oculto y luciferino el cual es el que verdaderamente cuenta, y está reservado a unos pocos iniciados en comparación al resto de los que se llaman católicos. Existen, incluso, muchos doctores canónicos (católicos) que están fuera del verdadero y satánico catolicismo propio de las altas esferas del jesuitismo.
Reagan preparó y perpetró diversas cosas dentro del contexto del segundo y verdadero catolicismo:
1. Relaciones diplomáticas con el Vaticano.
2. La preparación de un concordato entre el Vaticano y los EEUU.
Los Jesuitas alcanzaron a Reagan mucho antes de ser presidente, cuando de joven era una estrella de la pantalla, y en concreto interpretó el papel de un jugador de fútbol americano en la película “Knute Rockne”; ese fue su primer contacto con la Orden Jesuita (16)
“Los presidentes estadounidenses Reagan y Bush; dos hombres inequívocos del Nuevo Orden Mundial”
En otro orden de cosas, hay que decir que los jesuitas bajo el juramento extremo, no cometen ellos mismos directamente las atrocidades, muertes o magnicidios, sino que son los instigadores y el elemento intelectual que los prepara. Rivera dice que ese fue el caso de la muerte del presidente Abraham Lincoln, el cual fue asesinado por los jesuitas de Roma, pero allí no hubo ningún jesuita presente, sin embargo fueron los jesuitas los que prepararon el complot contra su vida, y entrenaron a quien debía hacerlo. Y sigue diciendo Rivera de forma literal:
“Y lo mismo ocurrió con el Presidente Kennedy, quien fue asesinado por los jesuitas por ser él un católico avergonzado de la institución católico romana. Tenemos dos extremos, Abraham Lincoln, un hombre cristiano profesante, y a Kennedy, un hombre católico, pero que se avergonzó de poner en marcha algo que la institución romanista le pedía como presidente, por encima de la Constitución del país. Cuando él puso la Constitución estadounidense por encima de las Leyes Canónicas del Vaticano, fue sentenciado a muerte”. (17)
“El presidente estadounidense John F. Kennedy, católico, pero fiel a la Constitución Americana”
9. Concluyendo
Me gustaría finalizar este estudio tal y como lo abrí, con el pasaje de Apocalipsis 18: 4-6;
“Oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades. Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble”
Me gustaría insistir en el hecho de que, no es válida una mera actitud pasiva ante el asunto de la Gran Ramera y sus derivados. La Biblia es muy clara, tal y como hemos leído, en darnos a conocer la importancia y urgencia de una acción.
No sólo el verdadero creyente en Cristo debe salir del catolicismo romano y de todas sus ramificaciones las cuales conocemos, sino que debe hacer una exposición pública de su engaño, para que muchos otros sean avisados y se aparten.
No es el tiempo para el ingenuo silencio de los corderos, sino para el tronar de la verdad desde los foros, púlpitos, libros, publicaciones, escritos, artículos, páginas cibernéticas, conversaciones, y de todo medio válido y accesible al amador de la verdad, para que la proclame con voz en cuello.
Dios les bendiga.
© Miguel Rosell Carrillo, Centro Rey, Madrid, España.
Febrero 2007
www.centrorey.org
Anotaciones
1. Alberto Rivera and Others speak of Jesuit Infiltration; spirituallysmart.com
2. W.C. Brownlee, Secret Instructions of the Jesuits, American and Foreign Christian Union, p. 47
3. Dr. Alberto Rivera; Alberto, págs. 27 y 28; Chick Publications.
4. Íbidem; pág. 28.
5. Eric Jon Phelps, en su libro “The Vatican Assasins; Wounded in the House of my Friends”, entrevistado por Rick Martin 15/04/2000; The Spectrum.
6. Íbidem
7. Íbidem
8. Alberto Rivera and Others speak of Jesuit Infiltration; spirituallysmart.com
9. Dr. Alberto Rivera; Cuatro Jinetes, pág. 30; Chick Publications.
10. Dr. Alberto Rivera; Alberto, pág. 28; Chick Publications.
11. Íbidem
12. Cursillos de Cristiandad; http://biblia.com/p0000130.htm
13. Alberto Rivera and Others speak of Jesuit Infiltration; spirituallysmart.com
14. Dr. Alberto Rivera; Alberto, págs. 29, 30; Chick Publications.
15. Alberto Rivera and Others speak of Jesuit Infiltration; spirituallysmart.com
16. Íbidem
17. Íbidem
FIN
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