Sunday, February 28, 2016

Cuidaos de los falsos profetas


Se cita 1 Juan 4:1. (Isa. 8: 20; Mat. 7: 15-16; 24: 11, 23-24; 1 Tes. 5: 19-21; 1 Tim. 4: 1; ver EGW com. Col. 2: 8; Apoc. 1: 1-2). 


En estos días peligrosos no debemos aceptar como verdad cualquier cosa que los hombres nos presenten. Cuando falsos maestros que dicen venir de Dios lleguen a nosotros declarando que tienen un mensaje de Dios, corresponde que averigüemos cuidadosamente: ¿cómo sabemos que es verdad? Jesús nos ha dicho que "falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos". Pero no necesitamos ser engañados, pues la Palabra de Dios nos da una prueba por la cual podemos saber lo que es verdad. El profeta dice: "¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido".
Según esta declaración es evidente que nos corresponde ser diligentes estudiantes de la Biblia para que podamos saber qué está de acuerdo con la ley y el testimonio. No hay otra forma en que podamos estar seguros. Jesús dice: "Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis" (RH 23-2- 1892).

En estos días de engaños, cada uno que esté establecido en la verdad tendrá que luchar por la fe que ha sido una vez dada a los santos. Todo matiz de error será puesto de manifiesto en la obra tenebrosa de Satanás, quien, de ser posible, engañaría a los mismos escogidos y los apartaría de la verdad...
Habrá falsos sueños y falsas visiones que contendrán algo de verdad, pero que descarriarán de la fe original. El Señor ha dado a los hombres una regla para detectar esos engaños: "¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido". Si menosprecian la ley de Dios, si no prestan atención a su voluntad tal como está revelada en los testimonios de su Espíritu, son engañadores. Son dirigidos por impulsos e impresiones que creen que proceden del Espíritu Santo y consideran más dignos de fe que la Palabra inspirada. Pretenden que cada pensamiento y sentimiento es una impresión del Espíritu, y cuando se les demuestra algo por medio de las Escrituras, declaran que tienen algo más digno de ser creído. Pero aunque piensan que son guiados por el Espíritu de Dios, en realidad están siguiendo una imaginación producida por Satanás (BE septiembre, 1886).

(Hech. 20: 30-31.)
Diría a nuestros queridos hermanos que han estado con tantos deseos de aceptar todo lo que ha venido en forma de visiones y sueños: Tened cuidado de que no seáis entrampados. Leed las advertencias que han sido dadas por el Redentor del mundo a sus discípulos, para que ellos a su vez las impartan al mundo. La Palabra de Dios es una sólida roca, y podemos afirmar nuestros pies con seguridad sobre ella. Cada alma inevitablemente será probada, cada fe y doctrina necesariamente tendrán que ser probadas por la ley y el testimonio. Mirad que nadie os engañe. Las advertencias de Cristo sobre este asunto son necesarias en este tiempo, pues penetrarán entre nosotros errores y engaños, y se multiplicarán a medida que nos aproximemos al fin.
"De vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos. Por tanto, velad, acordándoos". No olvidéis que pruebas de este carácter deben sobrevenirnos, no sólo desde afuera sino desde adentro, de nuestras propias filas. Nuestra seguridad individual depende de una entera consagración a Dios (MS 271 1894)

Comentario Biblico ASD, Vol. 7, p. 963,964.

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