Monday, April 7, 2008

CUANDO EL ENEMIGO ES LA VERDAD

Cuando el enemigo es la verdad

Bagdad, tras un atentado. (EFE)

Bagdad, tras un atentado. (EFE)

CARLOS FRESNEDA, desde NUEVA YORK

7 de abril de 2008.- El enemigo común en Irak es la verdad. Lo fue ya desde el inicio de la guerra, con aquella campaña de distorsión masiva para justificar el ataque con mentiras. Lo sigue siendo al cabo de cinco años, cuando no sólo las milicias, sino también el Gobierno iraquí y las tropas norteamericanas acosan, persiguen, detienen y hostigan a los periodistas que se juegan la vida por vislumbrar la trágica realidad.

Conmemoramos esta semana el quinto aniversario de la muerte de Julio Anguita Parrado y José Couso, separados por escasas horas. La guerra premeditada contra la prensa, la guerra contra la verdad, no ha hecho más que virar de objetivo.

Los muertos se llaman ahora Yussef, Khalid, Hamid, Mohamed, Sahar, Salih... Los cañones de la violencia y el terror se han vuelto contra los periodistas iraquíes, que mueren sobre todo a punta de pistola. Como relataba a este periódico una colega iraquí, exiliada por las amenazas: "Siempre tienes un enemigo, y no sabes si en ese momento te estará apuntando"...

Los 127 periodistas y los 50 trabajadores de apoyo muertos estos cinco años en Irak (casi tantos como en Vietnam y en la Segunda Guerra Mundial juntos) son acaso el indicio más detonante de la brutal naturaleza de esta guerra que no cesa. La muerte de periodistas ya no salta a los titulares, como tampoco la muerte de civiles. La ONU calcula que en la última semana han fallecido más de 700 en los incidentes de Basora y Sadr City. Según el recuento independietne de Iraq Body Count, en marzo murieron al menos 1.378 iraquíes, 52 de ellos niños.

El embajador noteamericano, Ryan Crocker, admite entre tanto que estamos "ante un pico de violencia". El presidente Bush insiste en el éxito de su oleada militar y recalca que no queda otra salida que 'la victoria'. Irak vuelve alarmantemente a los titulares de primera página, a tiempo para las celebración de la caída de Sadam.

La muerte repentina de Julio y José se produjo en esa explosión de pólvora y adrenalina que precedió a la tocata y fuga del tirano. Tuvimos que tragarnos la rabia interior y el dolor íntimo para cantar la primera de tantas victorias falsas, y las que aún nos quedan.

Sabíamos y sabemos que nada devolverá la vida a Julio, ni a José, ni a Yasser, ni a Khalid... Sus vidas y las de los 127 periodistas muertos en Irak están al alance de todos en la web del Comité para la Protección de los Periodistas (www.cpj.org), la organización que ha denunciado Irak como 'el virtual campo de exterminio para la prensa'. La verdad fue la primera víctima de la así llamada Operación Libertad Iraquí. Y sigue sangrando todos los días...

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Fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/blogs/cronicasdesdeeeuu/index.html