Monday, February 2, 2009

Rusia y China critican el sistema económico de EE.UU.


JANUARY 29, 2009, 12:05 A.M. ET


Por Marc Champion, en Davos, y Andrew Batson, en Beijing

Los primeros ministros de Rusia y China arremetieron contra el sistema económico estadounidense, durante discursos pronunciados el miércoles en el Foro Económico Mundial de Davos, al que responsabilizaron por la crisis global.

Ambos se concentraron en el rol del dólar estadounidense. Mientras el premier de China, Wen Jiabao, pidió una mejor regulación de las más importantes monedas de reserva, Vladimir Putin afirmó que la sobredependencia del dólar es "peligrosa".

Al hablar durante el día inaugural del Foro Económico Mundial, ambos instaron a una mayor cooperación internacional para combatir la desaceleración global. También promovieron la capacidad de sus propias economías para capear la tormenta. Wen afirmó que tenía "confianza" en que China alcanzará su meta de crecimiento de 8% para este año aunque se trate de "un desafío enorme".

Al igual que otros líderes rusos, Putin envió señales conciliatorias al nuevo gobierno estadounidense. "Le deseamos éxito al nuevo equipo", afirmó. Los líderes ruso y chino también llamaron a la cooperación con el presidente Barack Obama.

Al mismo tiempo, sin embargo, sus discursos reflejaron la creciente molestia en economías que ahora están absorbiendo el duro impacto de una crisis financiera que comenzó con las hipotecas de alto riesgo concedidas en Estados Unidos.

Putin fue característicamente enfático. Llamó al desarrollo de múltiples monedas de reserva regionales además del dólar. "La dependencia excesiva en una sola moneda de reserva es peligrosa para la economía global", aseveró.

El líder ruso se burló de los empresarios estadounidenses que, en su opinión, habían hecho alarde sobre la fortaleza y las perspectivas "sin nubes" de la economía estadounidense en la reunión de Davos del año pasado. "Hoy, los bancos de inversión, el orgullo de Wall Street, virtualmente han dejado de existir", aseguró.

"Todo el sistema de crecimiento económico, en donde un centro regional imprime dinero sin tregua y consume riqueza material, mientras otro centro regional produce mercancías baratas... ha sufrido un revés importante", señaló Putin.

Wen, por su parte, llamó a una expansión de la "cobertura (reguladora) del sistema financiero internacional, haciendo particular hincapié en fortalecer la supervisión de las más importantes monedas de reserva".

Aunque Wen nunca nombró a EE.UU., su crítica de sus defectos fue tan contundente como la de Putin. La crisis financiera, dijo, podría "atribuirse a políticas macroeconómicas inapropiadas de algunas economías y su modelo no sustentable de desarrollo caracterizado por un período prolongado de ahorro bajo y alto consumo; expansión excesiva de las instituciones financieras en una búsqueda ciega de las ganancias", y otros excesos.

Sus comentarios se producen días después de que el flamante secretario estadounidense del Tesoro, Timothy Geithner, acusara a China de manipular su moneda. El premier chino señaló de manera gentil pero firme, que si Washington y Beijing optan por la confrontación, ambos saldrían perdiendo.

De todos modos, los tonos diferentes de los dos discursos y el hecho de que Wen no pidió reemplazar el rol del dólar como la moneda de reserva mundial sino regularlo, reflejan diferencias cruciales en las economías emergentes importantes.

"En un sentido muy real Rusia ha sido desplazada al margen, mientras que China sigue siendo un país fundamental para cualquier resolución de la crisis financiera", afirma Bob Lo, director de los programas sobre Rusia y China en el Centro para la Reforma Europea en Londres.

El abrupto colapso de los precios del petróleo y las materias primas ha golpeado a Rusia con fuerza, sumándose a los efectos de la crisis financiera. El gobierno ahora predice que la economía se contraerá este año por primera vez en una década, luego de crecer 6% el año pasado.

El gobierno ruso ha gastado US$200.000 millones de reservas en moneda dura —cerca de la mitad a mediados del año pasado— para defender el rublo. También dedicó un monto similar a un paquete de rescate que representa el 15% de su Producto Interno Bruto, uno de las mayores respuestas a la crisis financiera en el mundo. A diferencia de China, la economía rusa es demasiado dependiente de exportaciones de commodities y demasiado pequeña para tener un rol significativo en cualquier recuperación global, afirma Lo.

Rusia, además, tiene un comercio insignificante con EE.UU., mientras que las exportaciones chinas dependen fuertemente de los consumidores estadounidenses y Beijing posee US$2 billones (millones de millones) en deuda de EE.UU. Eso inspira una actitud mucho más cautelosa hacia Washington y el dólar en Beijing.