El golpe será contra ustedes, dijo Bosch...
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En la víspera del Golpe de Estado del 25 de septiembre de 1963, el Presidente Juan Bosch, advirtió a varios jóvenes de la Agrupación Política 14 de Junio, que el Golpe sería contra ellos, en un encuentro en la residencia de una conocida figura del arte, en la avenida Independencia, donde coincidieron casualmente. Desde antes de tomar posesión de la presidencia, el 27 de febrero de 1963, el profesor Bosch, se conspiraba contra su Gobierno elegido democráticamente en las elecciones del 20 de diciembre de 1962. Los miembros del Consejo de Estado, que organizó las elecciones como Gobierno de transición luego de la salida de la familia Trujillo del país y del aparatoso asilamiento del Presidente Joaquín Balaguer en la Nunciatura Apostólica, como consecuencia de los trágicos sucesos del Parque Independencia la tarde del 16 de enero de 1962, no asistieron a los actos protocolares ni a la juramentación del Presidente electo, en abierto desdén hacia las autoridades elegidas. Días después de las primeras elecciones libres celebradas en el país luego de la caída de la dictadura, el 28 de diciembre de 1962, una aldea de creyentes en ritos animistas, seguidora de un iluminado llamado Liborio, fue diezmada de manera salvaje, sin que hasta la fecha los dominicanos sepamos la causa real de aquel genocidio ni los factores que impulsaron una decisión de esa naturaleza, sobre todo, una vez electas las nuevas autoridades de la nación, ante quienes los gobernantes salientes, debieron guardar cautela en la toma de decisiones tan conflictivas y sangrientas. En los siete meses de Gobierno, los dominicanos vivimos permanentemente con el rumor de que el Golpe sería para tal fecha, no hubo día que no se conspirara para su derrocamiento. Uno de las peticiones más socorridas de los golpistas era el apresamiento y las deportaciones de los comunistas y filocomunistas.
Toda la campaña del golpismo se desarrolló sobre la base del peligro comunista y de la infiltración comunista en el Gobierno de Bosch, incluso se dijo que la escuela política, de estudios sociales, que dirigía Sacha Volman, era un centro de adiestramiento de ideas comunistas, cuando en realidad Volman, un rumano nacionalizado norteamericano, estaba vinculado a los sectores liberales de la política norteamericana y de quien después se ha revelado que estuvo asociado a la Agencia Central de Inteligencia Norteamericana, pero con una contribución notable y una simpatía extrema por Bosch y el Partido Revolucionario Dominicano. Al respecto deben leerse las consideraciones de Bosch en su obra “Crisis de la Democracia” sobre el rol de Volman en la lucha por la democracia dominicana. Las movilizaciones en pro del Golpe se desarrollaron bajo el nombre de mítines de “reafirmación cristiana” celebradas en todo el país, donde se promovía la histeria anticomunista y se usaba el nombre de Cristo para denostar a las autoridades legalmente establecidas, apelando a sentimientos primarios y deformaciones ideológicas.
El uso indebido de la religión como arma política contra Bosch se inició en la campaña electoral de 1962, cuando una parte de la Iglesia Católica dominicana, usó las tribunas de las parroquias, para alertar a los feligreses sobre la decisión de votar en contra del comunismo, sugiriendo que Bosch representaba esa ideología atea y disociadora. Este asunto llegó tan lejos, que Bosch anunció su retiro como candidato de los comicios si no se detenía esta campaña realizada por sacerdotes sobre todo en el cibao central, mientras una de las mentes más lúcidas de la Iglesia, el Padre Jesuita, Laútico García, publicó un análisis sobre un artículo de Bosch que había sido escrito tres años antes en una revista venezolana, pero que reprodujo el importante semanario “Renovación”, en el cual, Bosch señalaba que Lenin había sido un arquetipo de gobernante. En ese análisis el Padre Laútico García intentaba demostrar que Bosch era comunista porque supuestamente alababa a Lenin como ejemplo de gobernante. La Iglesia autorizó un debate ente el sacerdote y Bosch, ante las cámaras de televisión en un programa dirigido especialmente por el periodista Salvador Pittaluga para dilucidar la acusación contra Bosch, solamente horas antes de las elecciones.
El país no durmió aquella noche, sorprendido ante el derroche de cultura y manejo de las categorías del pensamiento, de que hizo galas Bosch, quien hasta ese momento, el pueblo solamente lo había oído hablar en términos campechanos, simples, didácticos. El debate concluyó cuando el Padre Laútico García no tuvo más remedio que declarar que Bosch no era comunista. En toda la ciudad, pero sobre todo en los barrios pobres de Santo Domingo, la gente salió a las dos de la madrugada a celebrar el triunfo de Bosch en el debate, como si se tratara de una fiesta, con gritos, tambores, música, abrazos en las calles. Cuando la Asamblea Constituyente conocía el proyecto de la Constitución del 63, tronaron las acusaciones de que misma era comunista, señalando que la educación laica propuesta era un articulado para negar a Dios, cuando en realidad, se trataba de un principio hostosiano, que aunque controversial debido a la existencia del Concordato, en modo alguno representaba ningún atisbo de ideas marxistas.
Cuando el Presidente Bosch le dijo a los catorcistas que el Golpe era contra ellos, lo dijo porque sabía que la acusación fundamental, que el pretexto argüido, demandante de los golpistas era la persecución y represión a los comunistas, a los revolucionarios de izquierdas, y aunque los catorcistas no eran comunistas, representaba ideas revolucionarias y anti imperialistas que calaban en las masas sobre todo en la juventud debido al liderazgo sobresaliente de Manolo Tavárez Justo, un símbolo de honestidad, decoro y sacrificio. Y qué grandeza la de Juan Bosch, independientemente de cualquier diferencia política, resistió a esa demanda de los golpistas y cumplió con su promesa de que mientras gobernara en esta nación la libertad no perecería, dejándonos como legado su palabra y su honor.
Fuente: http://www.listin.com.do/app/article.aspx?id=30181
Nota: Negritas agregadas para enfasis. Arsenio
