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Inmigrantes marcharon este día en las ciudades de Miami, Nueva York, Chicago y Los Angeles en Estados Unidos. | |
Una coalición de veinte organizaciones de inmigrantes de Miami, en su mayoría centroamericanos, reclamaron este jueves al Gobierno y al Congreso estadounidense la aprobación de una urgente reforma migratoria que ponga fin a las redadas y deportaciones contra indocumentados.
Bajo el lema "Paz, Justicia y Compasión para los indocumentados de esta gran Nación", poco más de un centenar de personas se reunieron en el Parque José Martí, en el centro de la ciudad, y se sumaron a un reclamo que se extendió a otras ciudades como Chicago, Nueva York y Los Angeles.
Una mayoría de mexicanos, hondureños, nicaragüenses y salvadoreños movían pequeñas banderas de Estados Unidos al ritmo de la música que tocaban bandas centroamericanas en un escenario.
"Le pedimos al presidente (George W.) Bush que apruebe una reforma migratoria urgente, antes de terminar su mandato", dijo a la AFP Oscar Urey, inmigrante nicaragüense.
"Vamos a reclamar que terminen las redadas, y que la policia de Miami deje de actuar como agente de migraciones, porque están deteniendo inmigrantes en las calles", agregó.
En el escenario, un hombre alentaba a la escasa concurrencia: "Para que los latinos podamos ser legales en este hermoso país, dale que sí", gritaba.
Jennifer Díaz, elegida "Miss Honduras en Estados Unidos" -con la correspondiente banda azul sobre el pecho que la identificaba como tal- dijo a la AFP que había logrado su regularización en 2006 luego de mucho tiempo.
"Ahora estoy acá para pedir que se legalice a los indocumentados. Hay muchos niños y jóvenes que quieren ir a la escuela y no los anotan porque no tienen papeles", dijo.
El 1 de mayo, Día Internacional del Trabajo, no se celebra en Estados Unidos y es una jornada laboral como cualquier otra para la mayoría de la población.
Sin embargo, la fecha se ha convertido en sinónimo de lucha para más de 12 millones de inmigrantes que viven en el país ilegalmente, después de que más de un millón de personas se manifestaran en 2006 en todo el territorio y mostraran su influencia en la economía al unirse a un boicot nacional.
En Nueva York
En Nueva York, unos 10.000 inmigrantes, en su mayoría hispanos, asistieron a la central Union Square de Manhattan pacíficamente. "Alto a las redadas y las deportaciones" rezaban las pancartas de los manifestantes, que ondeaban banderas de varios países latinoamericanos.
A los latinos se sumaron un grupo de varios cientos de inmigrantes asiáticos llegados desde Chinatown, antes de emprender una marcha hacia el edificio federal de los servicios de inmigración, en el sur de Manhattan.
La Coalición 1 de Mayo, de la organización Rompan las Cadenas, y otros grupos de defensa de inmigrantes se hicieron presentes en la plaza céntrica para protestar además contra la guerra en Irak y la violencia policial.
"Todos somos Sean Bell", gritaban en coro los manifestantes, en protesta por la absolución la semana pasada de tres policías que acribillaron con 50 balas a un joven negro a la salida de una discoteca en Nueva York en noviembre de 2006.
Sin embargo, el tema central de la protesta fue las condiciones de vida de los inmigrantes y el reclamo de regularización de los indocumentados, que a pesar de ser parte importante de la economía del país tienen escasos derechos.
"Hace tres años que hay marchas y manifestaciones, y vemos que los líderes no nos toman en cuenta", dijo a la AFP Beatriz Gil, una mexicana de 27 años, coordinadora de los programas de educación de NICE, una organización para la protección de los inmigrantes con sede en el barrio neoyorquino de Queens.
Según Gil, los inmigrantes "pagamos impuestos, tenemos a nuestros niños en el sistema escolar, y ni siquiera podemos votar" a causa de los problemas de documentación.
