Monday, June 24, 2013

“¡Pastor! ¿Qué opina del papa?”



Abr | 2013 (GMT-3)


¿Qué opinan los evangélicos? ¿Compartimos la alegría del mundo por la noticia del nuevo papa argentino? El mundo entero fue revolucionado con la elección de Francisco I.


Juan José Churruarín



Dos noticias han sacudido a nuestra sociedad latinoamericana y, por consecuencia, a la sociedad de este mundo globalizado. La primera tiene que ver con la muerte de Hugo Chávez, y la segunda con la elección del nuevo papa, el excardenal Bergoglio.

Las personas adquieren notoriedad mediática por lo que son y por lo que representan. Su vida y sus acciones tendrán influencias —directas o indirectas— sobre millones de personas. La partida de este mundo de ellas, sin duda traerán un cambio, —deseado o indeseado—.

Muchas personas me preguntaron: "Pastor, ¿qué opina del papa?". Tal vez, con la idea de oír un comentario que aporte; y en el caso de los cristianos, el incentivo a orar.

No quiero repetir lo que los medios de comunicación han transmitido y televisado hasta la saciedad, pero quiero decir lo que desde nuestra postura de fe vemos con discernimiento espiritual, para cooperar en aquello que Dios está haciendo y quiere hacer.

Algo ha pasado en lo que yo llamo "el mundo espiritual". Se percibe un movimiento de fuerzas espirituales que luchan para que la Historia tome una u otra dirección. Y como lo muestra la visión del profeta Daniel, los guerreros celestiales libran batallas para conducir a la humanidad dentro del plan de Dios.

En la Argentina, especialmente, y en toda Latinoamérica, la alegría popular ha sido palpable, como un signo de esperanza, como una señal para muchas personas. En las esferas eclesiásticas ha habido pronunciamientos, salutaciones y deseos de bien para la gestión del ahora Francisco I. Periodistas, pensadores, historiadores, políticos, gobernantes y hombres de Iglesia ven que un gran cambio ha comenzado. Se alzan voces de diferentes posturas. Pero lo más importante que debemos saber es cuál es la voz de Dios en todo esto.

El nuevo papa enfrenta serios conflictos hacia adentro y hacia afuera de la Iglesia. Grandes desafíos y decisiones que él tendrá que tomar para producir esos cambios que muchos esperan. En la Iglesia, muchos esperan una renovación, un aire fresco que la impulse a la tarea por la cual existe y para la cual ha sido enviada.

El hombre, el papa, el jefe de Estado
Tanto el papado como la jefatura estatal son funciones. Lo que el papa hará está por verse, y los cambios y sus consecuencias, también. Pero en cuanto al hombre, nos da alegría y esperanza, que se trate de alguien tan accesible, un hombre de oración, firme y constante lector de La Biblia, capaz de pedir oración no solo al pueblo católico sino también a lo que algunos llaman "hermanos separados" y tener la apertura a dialogar con un compromiso sólido con los que menos tienen y más sufren.

Dentro del espectro evangélico, están aquellos que ven las diferencias doctrinales, el culto a la virgen María y otros tantos aspectos que nos separan. Pero es bueno también que vean lo que tenemos en común en cuanto a la fe, si es que consideran que hay algo en común.

Alrededor de mil doscientos millones de personas de un modo u otro ya están siendo afectados por la elección de su nueva autoridad espiritual, y sin duda serán impulsados a recuperar espacios perdidos, a recobrar feligresía, especialmente en Latinoamérica, por lo cual es importante la coexistencia pacífica y dialogante para la convivencia. Hay que dejar atrás los enfrentamientos y sumar en aquellos aspectos que hagan bien a la sociedad sufrida y sufriente en nuestras tierras.

Siempre oro sobre la base de la verdad bíblica: "El Espíritu será derramado sobre toda carne", y eso incluye a todos, quienes sean. Tengo esperanza en Dios. El derramar del Espíritu Santo sobre toda carne, hará que esos aproximadamente mil doscientos millones de católicos alrededor del mundo, sean parte de la evangelización y de la transformación de nuestra sociedad.



Por Juan José Churruarín
Pastor de la Iglesia Congregación Cristiana de Goya, Corrientes


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