Tuesday, August 19, 2014

Historias de Esperanza en Ucrania (4)



18 agosto, 2014



Panorámica de la ciudad de Sloviansk. Foto: D. Mishenin.

Fuente: EUD

Todo el mundo en Ucrania oriental se ha visto afectado por los tres meses de enfrentamientos, y los pastores han visto dificultada su labor de reunir a las congregaciones.

Lev P. Vertylo, presidente de la Misión Adventista al Este de Ucrania, tuvo que conducir y pasar por un total de 16 puntos de control militar durante un viaje para visitar a los miembros de iglesia. Hombres armados en 10 de los controles le apuntaron con armas, y una vez en su cabeza, pidiéndole dinero y armas.

Ruslan M. Demchun, pastor de dos iglesias en los pueblos de Kreminna y Rubizhne, estuvieron bajo fuego mientras cruzaron un bosque para llegar a un servicio de culto en Rubizhne. Demchun, decidió caminar tras saber que no podría viajar en coche, escapó del ataque sin daños.

“Llegando a Rubizhne, permaneció con los miembros durante tres días, animándolos, exhortándolos y orando con la iglesia,” indica la Misión en una declaración.

Durante los últimos tres meses, otros tres pastores han sido detenidos e interrogados por hombres armados antes de ser puestos en libertad nuevamente, según la organización adventista local.

Los adventistas propietarios de coches han enfrentado igualmente serias restricciones en su libertad de movimiento.


Hombres armados intentaron quedarse con el coche de un pastor en la ciudad de Donetsk, y mientras estaban quitando las placas de matriculación del automóvil, un grupo de transeúntes intervinieron y les exigieron que se retiraran, según informan los dirigentes adventistas locales. Los hombres se marcharon de mala gana.

Otro grupo de hombres armados intentaron confiscar una furgoneta perteneciente al pastor de Luhansk cuando de repente, cambiaron de opinión.

En cualquier caso, un miembro de la Iglesia Adventista en Kramatorsk perdió a su sobrino de 32 años, cuando hombres armados intentaron quedarse con su coche una noche, dijo el pastor de la iglesia local. El sobrino se resistió y le dispararon en el pecho y ambas piernas. Sin servicio de ambulancia en la ciudad, el hombre se desangró hasta morir, dejando una esposa y un hijo.

Desde que comenzó el conflicto, todos los servicios religiosos al Este de Ucrania comienzan y terminan con oraciones pidiendo el retorno de la paz, por las familias de los que han muerto o han sido heridos, y por la salvación de los seres queridos, comentó la Misión Adventista de Ucrania del Este.

Algunos miembros de iglesia tienen impresionantes historias que contar.

Un pastor retirado, Ivan Gaina, una noche estaba durmiendo en el sótano de su edificio de apartamentos en el centro de Kramatorsk cuando una explosión reventó todas las ventanas en su apartamento, un quinto piso. Más o menos a la vez, tres bombas cayeron en el apartamento contiguo propiedad de su hija y yerno, ambos adventistas también, rompiendo las ventanas y dañando los muros. Tres días después, Gaina y su familia abandonaron la ciudad.

También en Kramatorsk, una pareja retirada que vive en una casa particular, salieron de su refugio por la mañana para encontrar cinco enormes cráteres causados por cohetes BM-21 en lo que había sido su huerta. Las ventanas de la casa también estaban rotas, y el tejado dañado. Pero el daño era relativamente menor. Varias casas de sus vecinos se habían quemado hasta los cimientos.

Mientras los miembros de la Iglesia Adventista dan gracias a Dios por su misericordia, estaban activamente ayudando a aquellos que están sufriendo y oraban más que nunca, incluyendo los hombres armados que aún controlan partes del Este de Ucrania.

“Como dirigentes adventistas, pastores y miembros de iglesia,” dijo Biaggi, “queremos seguir el consejo de Cristo y el maravilloso llamado que encontramos en su famoso sermón del monte: Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen (Mat. 5:43-44).”


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