MUCHAS VOCES CONFUSAS
Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas. (Apoc. 18: 4).
En la última obra que se lleva a cabo para la amonestación del mundo, se hacen dos llamados distintos a las iglesias. El mensaje del segundo ángel es: "Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación" (Apoc. 14: 8). Y en el fuerte clamor del mensaje del tercer ángel se oye una voz del cielo que dice: "Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipe de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades" (Apoc. 18: 4, 5).*
Así como Dios invitó a los hijos de Israel a salir de Egipto, para que pudieran guardar el sábado, invita a su pueblo a salir de Babilonia para que no adore a la bestia ni a su imagen. . .
Después que la verdad haya sido proclamada como testimonio a todas las naciones, comenzará a actuar todo medio concebible de maldad, y las mentes serán confundidas por muchas voces que clamarán: "¡He aquí el Cristo! ¡Helo allí! ¡Esta es la verdad! Yo tengo el mensaje de Dios; él me ha enviado con gran luz". Entonces se removerán los hitos y se tratará de derribar las columnas de nuestra fe. Se hará un esfuerzo más decidido para exaltar el falso día de reposo y despreciar a Dios mismo al reemplazar el día que él bendijo y santificó. Se pondrá en vigencia la observancia de este falso día de reposo mediante una ley opresiva. . . Pero mientras Satanás obre mediante sus milagros mentirosos, se cumplirá el tiempo predicho en el Apocalipsis, y el ángel poderoso que iluminará la tierra con su gloria proclamará la caída de Babilonia y llamará a su pueblo a abandonarla.*
¿Cuándo llegarán hasta el cielo sus pecados? Cuando la ley de Dios sea finalmente invalidada por medio de la legislación humana. Entonces la crisis le proporcionará al pueblo de Dios la oportunidad de demostrar quién es el Gobernante del cielo y de la tierra. Mientras un poder satánico esté conmoviendo los elementos inferiores, Dios enviará luz y poder a su pueblo, para que el mensaje de la verdad pueda ser proclamado a todo el mundo.
Maranatha, E. G. W., p. 187.