PEREGRINOS ARMADOS
Por Rubén Dri
“Por descontado que quienes hace novecientos años asaltaron Jerusalén, se habrían sorprendido si alguien les hubiera dicho que estaban realizando lo que se llamaría la Primera Cruzada. Aquello para ellos era itinerario, peregrinación. Aquellos mismos peregrinos armados se habrían sorpendido aun mas si hubieran previsto que les sería atribuída la intención de convertir a los infieles o de asegurar vías comerciales a Occidente o de crear colonias europeas en Medio Oriente.”
Basta ésta cita, extraída del artículo que lleva como título Cruzadas, entre realidad y leyenda negra, que figura en el espacio dedicado por el Instituto del Verbo Encarnado a la apologética, para darse cuenta de que se trata de la teología de dominación llamada integrismo, que en Argentina fue sustentada por los obispos como Tortolo y Bonamín, y que sirvió para legitimar el Estado terrorista.
En el fondo, nada cambia. Se trata de adecuar la Verdad eterna -el Verbo - a las realidades cambiantes - Encarnado -. Como la Verdad debe imponerse, se justificarán los medios coercitivos. Ya San Bernardo, el teólogo de las Cruzadas, afirmaba sobre los peregrinos armados que “el soldado de Jesucristo mata gustoso a su enemigo y muere con mayor seguridad. Si muere, a sí se hace bien; si mata, lo hace a Jesucristo”.
No es de extrañar que ésta teología defienda a la inquisición, a las Cruzadas y a la Conquista de América, y llame la atención sobre los peligros de la “Teología de la Liberación” y la “Teología india”, convertidas en “fuerzas que promueven la división en la Iglesia”.
Ecología, feminismo e indigenismo estarían impregnados de un relativismo que amenaza a la verdad relevada, de la que es depositaria la Iglesia, interpretada correctamente por el Instituto del Verbo Encarnado.
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Fuente: http://terrorismocristiano.freeservers.com/peregrinos.html