Sunday, February 28, 2010

Chile lidia con saqueos, pide ayuda internacional

Por MIKE WARREN y EVA VERGARA-CONCEPCION, Chile, Actualización: lunes, 01 de marzo de 2010 9:23

Foto AP/Carlos Espinoza
Un chileno se sienta en las escaleras del dañado edificio donde vive en el barrio de Yungay, en Santiago, el domingo 28 de febrero de 2010. (Foto AP/Carlos Espinoza)

Foto AP/ Aliosha Marquez
Un autobús aparcado en una carretera dañada en Talcahuano, Chile, el domingo 28 de febrero de 2010. (Foto AP/ Aliosha Marquez)

Foto AP/ Natacha Pisarenko
Chilenos fuerzan la entrada a un supermercado tras la sacudida de un terremoto, en Concepción, Chile, el domingo 28 de febrero de 2010. (Foto AP/ Natacha Pisarenko)

Foto AP/ Aliosha Marquez
Los trabajadores de los equipos de emergencia recuperan el cuerpo de una víctima del terremoto en Concepción, Chile, el domingo 28 de febrero de 2010. (Foto AP/ Aliosha Marquez)

Foto AP/Aliosha Marquez
Bomberos y parientes buscan a sobrevivientes tras el paso de un terremoto en Concepción, Chile, el domingo 28 de febrero de 2010.(Foto AP/Aliosha Marquez)

Foto AP/Roberto Candia
Chilenos caminan por una playa llena de escombros tras el paso de un terremoto en Pelluhue, Chile, el domingo 28 de febrero de 2010. (Foto AP/Roberto Candia)

Foto AP/Roberto Candia
Un perro sentado frente a edificios parcialmente derrumbados en Pelluhue, Chile, el domingo 28 de febrero de 2010. (Foto AP/Roberto Candia)


CONCEPCION, Chile (AP) — El heroísmo y el vandalismo dominaban las ciudades de Chile el domingo a medida que equipos de rescate desafiaban réplicas en busca de sobrevivientes y el gobierno enviaba soldados y establecía toques de queda para frenar saqueos.

El saldo de muertos tras uno de los mayores terremotos en siglos, ocurrido el sábado, era de 708.
En Concepción, los saqueadores, después de atacar un supermercado de cuatro pisos, se abalanzaron contra dos farmacias robando todo lo que hallaron a su paso. Uno de los policías antimotines que rechazó identificarse dijo a la AP que "no podemos hacer mucho, estamos sobrepasados".

Funcionarios dijeron que 500.000 casas fueron destruidas o sufrieron serios destrozos y la presidenta Michelle Bachelet anunció que "un cada vez mayor" número de gente se encontraba desaparecida.

"Estamos ante una catástrofe de tal magnitud impensable, que requerirá un gigantesco esfuerzo" para que Chile se recupere, dijo Bachelet.

La mandataria también pidió ayuda internacional para atender los daños y las necesidades de la población tras el terremoto de 8,8 grados.

Por otro lado, el ministro de Defensa, Francisco Vidal, dijo durante una rueda de prensa que la marina (armada) erró al no alertar el maremoto.

"La verdad, aunque duela", dijo el ministro. "La marina cometió un error al no alertar el maremoto. Afortunadamente cuando se produce la evaluación se activa el sistema que la propia unidad tiene, eso ayudó a salvar centenares, sino miles de personas", dijo el ministro.

"Con ese sistema, a pesar del error de diagnóstico, se pudo avisar y la gente pudo arrancar hacia los cerros".

Agregó que "sin ese aviso previo, tendríamos que lamentar más víctimas", explicó.

Poco después del terremoto el sábado, Bachelet descartó la posibilidad de un tsunami y señaló que se esperaban "olas de gran tamaño" pero no un tsumani.

Sin embargo, varias localidades costeras fueron arrasadas luego por lo que finalmente las autoridades admitieron que fue un tsunami.

Las autoridades han estimado en dos millones los damnificados, 1,5 millones de casas afectadas, de las cuales por lo menos medio millón estaban inhabitables.

Los equipos de rescate buscaban a unas 60 personas atrapadas dentro de un edificio nuevo de 15 pisos que se desplomó hacia un lado en Concepción. Los bomberos introducían a un rescatista entre los escombros cuando el gas lacrimógeno que la policía lanzó a grupos de saqueadores forzó a interrumpir la operación.

El agente de policía Jorge Guerra apuntaba los nombres de los desaparecidos tras hablar con llorosos parientes y amigos.

"Hay gente viva. Hay varias personas que van a ser rescatadas", dijo, aunque los siguientes en ser sacados del edificio estaban muertos.

El sonido de las sierras eléctricas, taladros y mazos se entremezclaba con el de los cañones de agua lanzados a saqueadores y los gritos de la multitud que lograba colarse en un supermercado cada vez que la policía se retiraba.

Algunos saqueadores lanzaron piedras a los vehículos blindados de la policía en la entrada del supermercado Líder, del cual es dueño Wal-Mart Stores Inc.

Bachelet dijo que firmó un decreto a través del cual cedió a los militares la seguridad en Concepción.

El portal de internet de la Oficina Nacional de Emergencias del Ministerio del Interior (ONEMI) reportó que la región de Maule es donde hubo el mayor número de muertos: 541 y cuatro desaparecidos.

En la zona de O'Higgins hubo 46 fallecidos y dos desaparecidos, mientras que en la región metropolitana de Santiago se reportaron 36 muertos y cinco desaparecidos.

En Valparaíso 16 personas murieron y en Bío Bío 64. La Araucanía reportó cinco fallecidos.

Vidal expuso que a partir del lunes "van a estar activados alrededor de 10 mil hombres y mujeres de las fuerzas armadas y de orden" para poner atajo a algunos brotes de saqueos registrados en la jornada en algunas ciudades afectadas por el terremoto.

La presidenta, quien entregará el poder el 11 de marzo, también dijo que el país aceptaría algunos de los ofrecimientos de ayuda internacional, pues necesitan hospitales de campaña, puentes, rescatistas para relevar a los hombres que empezaron la búsqueda el sábado, purificadores de agua y expertos en evaluación de daños.

El corresponsal de Radio Cooperativa de Santiago, informó desde Concepción que se inició el toque de queda, el cual figura entre las facultades del estado de excepción dictado por el gobierno a raíz de la catástrofe causada por el terremoto.

El canal estatal de televisión informó que el toque de queda fue decretado para las provincias del Maule y Bío Bío (capital Concepción) para frenar los brotes de saqueos.

Bachelet designó al general Guillermo Ramírez como responsable del orden público en esa provincia.

Como las carreteras permanecieron inicialmente cerradas por el sismo, el retorno a la capital por parte de los chilenos que regresaban de vacaciones se convirtió en una odisea por la falta de transporte público.

También en la capital se registraron anomalías cuando los supermercados reabrieron el domingo al mediodía, tras reparar daños y rellenar los estantes con productos. La población se volcó a realizar compras.

El terremoto desató un tsunami que dejó varios muertos y desaparecidos en el archipiélago chileno de Juan Fernández, pero apenas afectó a otros países, aun cuando cientos de miles de personas fueron evacuadas en varias costas del Pacífico.

En Santiago el transporte público era irregular, pero el aeropuerto recibió un primer vuelo desde Lima, a donde la aerolínea LAN había desviado varios de sus unidades desde la víspera. El jefe de la Fuerza Aérea, general Ricardo Ortega, informó que esperaban la llegada de cuatro aviones más en el curso de la tarde.

El principal puerto del país en Valparaíso continuaba cerrado mientras evaluaban los daños que sufrió.

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Los periodistas de AP Roberto Candia en Talca, Eduardo Gallardo, Sergio Carrasco y Carlos Cisternas en Santiago contribuyeron con este despacho.



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