Tuesday, October 18, 2011

Wikileaks: EE.UU dice Iglesia Católica critica pero no propone soluciones

wikileaks


Resalta que la Iglesia Católica fue favorecida por el dictador Rafael Trujillo con la firma del Concordato

18 de octubre del 2011
Gustavo Olivo Peña/Acento.com.do









Nicolás López con Leonel Fernández y Margarita Cedeño.







César de la Cruz/Acento.com.do





SANTO DOMINGO, República Dominicana.-La embajada de Estados Unidos en Santo Domingo consideró que la cúpula de la Iglesia Católica dominicana utiliza su peso y su influencia social para denuncia los problemas y hacer duras críticas, pero no señala a los culpables ni propone las posibles soluciones.

Un cable enviado por esa legación diplomática al Departamento de Estado en Washington DC, numerado 003024, de fecha 2 de junio de 2005, destaca la gran influencia de la Iglesia Católica, a la cual pertenece dice pertenecer la gran mayoría del pueblo dominicano, y que en las encuestas es señalada como una de las instituciones con mayor credibilidad.

El cable, calificado de “sensitivo”, forma parte de los más de 2 mil documentos sobre República Dominicana que están disponibles en el portal Wikileaks.

Sostiene que, a través de un puñado de miembros destacados, “la Iglesia Católica se hace escuchar sobre los principios generales, pero rara vez prescribe remedios específicos o reprende a individuos en público”, aunque su presencia se siente en una amplia gama del ámbito social y político.

Indica que en las encuestas de opinión, la Iglesia siempre supera a otras instituciones nacionales que cuentan con la confianza de la gente, y que en 2004, en una encuesta, la Iglesia obtuvo el 71% de la credibilidad del público; los bancos, 41%; las Fuerzas Armadas, 40%; el Presidente, 37%; la Policía, 37%; el Poder Judicial, 32%; 24% el Congreso, y los partidos políticos el 18%. Agrega que el clero Católico Dominicano cita estas cifras con satisfacción.

“No hay una religión de Estado en la República Dominicana. La dictadura de Trujillo firmó un Concordato con la Santa Sede en 1954, un acuerdo bilateral que dio a la Iglesia Católica el derecho a impartir enseñanza religiosa en las escuelas públicas, financiamiento estatal para la construcción y reparación de las instalaciones de la Iglesia, y una exención de aranceles aduaneros para la importación de bienes”, señala.

“El Concordato proporciona inmunidad general clerical ante la detención, el encarcelamiento y enjuiciamiento, pero permite que el Estado atienda casos por sus méritos individuales”, subraya el informe.

Los sacerdote de la base eclesial

El cable señal que el Padre Jorge Cela se ha especializado en el trabajo de las ONG y actualmente es miembro de "Fe y Alegría", entidad eclesial a la que llama “ONG local”.

“El Padre Cela, en una reciente reunión con nosotros, argumentó que el papel de la Iglesia es como mediador para la sociedad y la política, y como defensor de los pobres. Una vez que la Iglesia se sale de estas dos funciones, a su juicio, pierde credibilidad. En comentarios que hacen eco de los que nos expresó el Nuncio, P. Broglio, Cela señaló que la mayoría del clero y de las instituciones afiliadas a la Iglesia no hablan en público, pero que su trabajo beneficia a la sociedad por lo menos tanto como las declaraciones públicas de la jerarquía eclesiástica”, expresa.

El cable

UNCLAS SECTION 01 OF 03 SANTO DOMINGO 003024

SENSITIVE

DEPT FOR WHA/CAR, INR; SOUTHCOM ALSO FOR POLAD

E.O. 12958: N/A

TAGS: DR PREL SOCI

SUBJECT: DOMINICAN POLITICS #27: THE DOMINICAN CATHOLIC CHURCH - AVUNCULAR, ACTIVIST AND TRUSTED

2005-06-02 18:24

Asunto: la política dominicana: la iglesia católica dominicana –paternal, activista y confiable

1-(SBU) El que sigue, es el número 27 de nuestra serie sobre el primer año de gobierno de Leonel Fernández.

La Iglesia Católica dominicana – Paternal, activista, y de confianza

Al igual que muchos países de América Latina, la República Dominicana tiene una mayoría nominalmente católica romana. Durante 500 años la Iglesia Católica dominicana no sólo ha sido la institución religiosa por excelencia, sino que también ha ejercido una importante influencia política. Este doble papel continúa en la actualidad, a pesar de las incursiones de otras denominaciones, entre las preferencias religiosas de los dominicanos. A través de un puñado de miembros destacados, la Iglesia Católica se hace escuchar sobre los principios generales, pero rara vez prescribe remedios específicos o reprende a individuos en público. Su presencia se siente en una amplia gama del ámbito social y político.

Una visión católica

Una encuesta de 1997 arrojó que el 68% de los dominicanos son católicos, pero la Iglesia Católica establece la cifra en un 87%. En las encuestas de opinión, la Iglesia siempre supera a otras instituciones nacionales que cuentan con la confianza de la gente. El año pasado, la Iglesia obtuvo el 71%; los bancos, 41%; las Fuerzas Armadas, 40%; el Presidente, 37%; la Policía, 37%; el Poder Judicial, 32%; 24% el Congreso, y los partidos políticos el 18%. El clero Católico Dominicano cita estas cifras con satisfacción.

No hay una religión de Estado en la República Dominicana. La dictadura de Trujillo firmó un Concordato con la Santa Sede en 1954, un acuerdo bilateral que dio a la Iglesia Católica el derecho a impartir enseñanza religiosa en las escuelas públicas, financiamiento estatal para la construcción y reparación de las instalaciones de la Iglesia, y una exención de aranceles aduaneros para la importación de bienes. El Concordato proporciona inmunidad general clerical ante la detención, el encarcelamiento y enjuiciamiento, pero permite que el Estado atienda casos por sus méritos individuales. El Nuncio Apostólico –el embajador del Vaticano en la República Dominicana– funciona como decano del cuerpo diplomático. El Nuncio actual es ciudadano de los EE.UU., Timothy Broglio, quien ha estado residiendo en Santo Domingo durante cuatro años.

Los sacerdotes católicos son el único clero reconocido por el Estado facultado para celebrar matrimonios. En los barrios populares, muchos creen que el matrimonio en virtud de otro régimen religioso llevará a la excomunión automática, y en muchos casos, las uniones siguen siendo por la ley común. A principios de 2005, el Congreso dominicano aprobó una ley para reconocer los matrimonios realizados por otras denominaciones, pero hasta la fecha no se han elaborado los reglamentos de aplicación.

Los dominicanos practican el “catolicismo caribeño", como nos comentó el Nuncio con una sonrisa. Los dominicanos no son particularmente practicantes ardientes, y su período de Carnaval no se limita al "mardi gras", sino que se extiende de manera sistemática durante todo el período de la Cuaresma, y toman la forma de celebraciones municipales que se realizan el fin de semana en diferentes ciudades, hasta pasado el fin de semana anterior a la Semana Santa.

Representantes destacados

El clero católico de todo el país con regularidad aparece en las noticias expresando opiniones sobre política, la sociedad, y –sí–, las cuestiones teológicas. El Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, de 69 años de edad, es el líder más regularmente citado de la jerarquía eclesiástica. Fue ordenado sacerdote en 1961 y nombrado cardenal 30 años después, en 1991. López Rodríguez es conocido por sus puntos de vista conservadores y comentarios frecuentes –y ocasionalmente explosiones–- sobre problemas políticos. En sus homilías y comentarios recientes a los periodistas, ha condenado la corrupción, los escándalos políticos, la ineficiencia del sistema judicial, , el tráfico de drogas, y las condiciones carcelarias. Por algún un tiempo, los medios de comunicación dominicanos mencionaron al Cardenal López Rodríguez como un posible candidato para la sucesión papal. Él había expresado la esperanza de que un cardenal de América Latina podría ser elegido, al señalar que casi la mitad de los católicos del mundo viven en América Latina.

La principal universidad privada del país, la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (más conocido como PUCMM), se estableció en Santiago de los Caballeros –la segunda ciudad del país– y tiene otro campus en Santo Domingo. Monseñor Agripino Núñez, rector de esta institución desde 1970, está muy involucrado en la mediación de asuntos políticos. En cada elección nacional de los últimos 20 años, monseñor Núñez ha presidido un comité de seguimiento de notables de la sociedad civil para garantizar la imparcialidad del proceso electoral. Presidió un comité para la campaña presidencial 2003-2004, en medio de temores y rumores de fraude electoral, y apareció en la televisión en la noche electoral junto a destacados embajadores extranjeros para advertir a los responsables de contar los votos que presentaran resultados rápidos y precisos.

En abril, monseñor Núñez reunió al ministro de Salud, Sabino Báez, con los representantes de los médicos empleaos por el gobierno, por largo tiempo agraviados, en huelgas reiteradas en reclamo de mejores salarios, y lograron un acuerdo sobre el doble sueldo en 2006. El papel de Núñez es tan importante (y predecible) en la política dominicana que cuando Fernández decidió crear un Consejo Económico y Social para asesorar a la administración, su primera intención fue nombrar a Núñez a la cabeza, con el rango, los privilegios y la remuneración de un ministro. Esto no es aceptable bajo la ley canónica, por lo que el Consejo fue estructurado para incluir a un representante elegido por los rectores de las universidades dominicanas –Núñez fue escogido por los otros rectores, y posteriormente fue elegido por los demás miembros del Consejo Económico y Social para presidirlo.

El Consejo de los Obispos (Conferencia del Episcopado Dominicano) publica dos cartas pastorales al año, en las que aborda un problema social o político, que representa la voz colectiva de la jerarquía católica. Por varios años, el proyecto inicial ha sido proporcionado por el obispo emérito retirado José Arnaiz, de nacionalidad española. El Consejo está presidido por el arzobispo de Santiago, Ramón Benito de la Rosa y Carpio. Durante los últimos años de crisis económica, el Consejo ha emitido en ocasiones cartas especiales. Estas cartas pastorales son la expresión formal de la Iglesia de sus puntos de vista sobre la actualidad y tienen un peso significativo en el pueblo. Se publican, pero por lo general no son leídas desde el púlpito. Un suceso clave en el repudio a la dictadura de Trujillo fue la publicación de una carta pastoral en enero de 1960, muy crítica de Trujillo; en el aniversario 44 del asesinato de Trujillo, el 30 de mayo de este año, el arzobispo aceptó de la Fundación “Héroes del 30 de Mayo” la distinción anual de su "Premio Libertad", por el papel de los obispos en el debilitamiento de autoridad de Trujillo.

El Presidente Fernández por lo general limita su interacción con la jerarquía de la Iglesia Católica a los actos protocolares, como asistir a las misas en las principales fiestas nacionales. Algunos observadores políticos ven a Fernández como esencialmente secular e incómodo con la Iglesia. No hubo reacción adversa en la prensa cuando el Presidente decidió no asistir al funeral del Papa Juan Pablo II, y envíó en su lugar a su esposa, Margarita Cedeño de Fernández. Pero Fernández sí viajó a Roma para la consagración del Papa Benedicto XVI.

Los activistas

Muchos sacerdotes dominicanos están profundamente involucrados en el trabajo comunitario. Por ejemplo, el padre Christopher Hartley, un sacerdote español /inglés que salió con permiso de la catedral de San Patricio en Nueva York, en 1996, y ha permanecido aquí desde entonces, ha dedicado una gran cantidad de tiempo al trabajo con las comunidades en los campos de caña de azúcar, llamadas "bateyes". Critica públicamente las condiciones de trabajo y las prácticas de las autoridades y de los dueños de las plantaciones. A finales de 2004, se le asignó protección policial después de amenazas contra él. El P. Hartley ha servido como centro de las publicaciones que exponen las condiciones de los bateyes realizado por The New Herald, y The Herald radicados en Miami, y por Canadian Broadcasting Corporation.

El Padre Rogelio Cruz, un activista en la región de Nagua, en la costa norte, fue recibido en privado por el presidente Leonel Fernández durante su visita de febrero a la región. El Padre Luis Rosario, Coordinador Nacional de Pastores de Jóvenes, organiza programas para jóvenes y habla sobre la delincuencia juvenil, las pandillas relacionadas con las drogas y otros temas. Un sacerdote belga sirve como portavoz de la comunidad de la zona fronteriza de Jimaní, en el sur, y el obispo de la norteña ciudad de Mao se ha pronunciado en los últimos días para protestar por las expulsiones de haitianos en el puesto fronterizo norteño de Dajabón. El Padre Regino Martínez dirige el Servicio Jesuita para Refugiados y Migrantes en Dajabón y fue un destacado crítico de las recientes redadas de haitianos para su expulsión.

El Padre Jorge Cela se ha especializado en el trabajo de las ONG y actualmente es miembro de "Fe y Alegría", una ONG local. El Padre Cela, en una reciente reunión con nosotros, argumentó que el papel de la Iglesia es como mediador para la sociedad y la política, y como defensor de los pobres. Una vez que la Iglesia se sale de estas dos funciones, a su juicio, pierde credibilidad. En comentarios que hacen eco de los que nos expresó el Nuncio, P. Broglio, Cela señaló que la mayoría del clero y de las instituciones afiliadas a la Iglesia no hablan en público, pero que su trabajo beneficia a la sociedad por lo menos tanto como las declaraciones públicas de la jerarquía eclesiástica.

Por encima de la refriega y sin querer señalar con el dedo, en el resumen, la Iglesia Católica desempeña el papel de observador activo y comentarista en la República Dominicana. Sus mensajes son predecibles, moralistas, y a menudo se dan por descontado. Es muy raro que un líder de la Iglesia señale por su nombre a cualquier individuo. Monseñor Agripino Núñez, más conocido por sus logros laicos que por sus logros religiosos, epitomiza el papel de la Iglesia como un mediador útil que expresa su preocupación sobre los desafíos morales para un gobierno democrático y los políticos. La corrupción rara vez ha tocado la Iglesia, una distinción notable en un país en el que el tráfico de influencias y la corrupción han caracterizado durante mucho tiempo por igual a los sectores público y privado. El dominicano común tiene poca fe en el funcionamiento de la mayoría de las demás instituciones, pero muchos todavía acuden a la Iglesia Católica para que medie y para articular sus necesidades.

2. (U) Investigación y redacción de Sheena Stevens.
3. (U) Esta pieza y otras pueden ser consultads en nuestra página SIPRNET, http://www.state.sgov.gov/p/wha/santodomingo junto con otros materiales extensos.



HERTELL



Fuente
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Nota: Las letras mamey fueron agregadas (las otras aprerecen tal como se ven).
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