Saturday, June 1, 2013

¿Dónde están los atalayas que deberían estar de pie sobre las murallas de Sion?



En una visión nocturna,.. Se me mostró una plataforma asegurada con sólidas vigas: las verdades de la Palabra de Dios. Alguien de gran responsabilidad en la obra médica estaba dirigiendo a un hombre y a otro para que aflojaran las vigas que sostenían esa plataforma. Entonces oí una voz que decía: “¿Dónde están los atalayas que deberían estar de pie sobre las murallas de Sion? ¿Están durmiendo? Este fundamento fue construído por el Obrero Maestro y soportará la tormenta y la tempestad. ¿Permitirán que este hombre presente doctrinas que nieguen la experiencia pasada del pueblo de Dios? Ha llegado el tiempo de actuar decididamente”

El enemigo de las almas ha procurado introducir la suposición de que había de realizarse una gran reforma entre los adventistas del séptimo día, y que esa reforma consistiría en renunciar a las doctrinas que están en pie como las columnas de nuestra fe y que había de comenzar un proceso de reorganización. Si se efectuara esta reforma, ¿qué resultaría? Los principios de verdad que Dios en su sabiduría ha dado a la iglesia remanente serían descartados. Sería cambiada nuestra religión. Los principios fundamentales que han sostenido la obra durante los últimos cincuenta años serían considerados como error. Se establecería una nueva organización. Se escribirían libros de una nueva orientación. Se introduciría un sistema de filosofía intelectual. Los fundadores de ese sistema irían a las ciudades y harían una obra maravillosa. Por supuesto, se tendría poco en cuenta el sábado y también al Dios que lo creó. No se permitiría que nada se interpusiera en el camino del nuevo movimiento. Los dirigentes enseñarían que la virtud es mejor que el vicio, pero habiendo puesto de lado a Dios, resolverían depender del poder humano, que no tiene valor sin Dios. Su fundamento estaría edificado sobre la arena, y la tormenta y la tempestad barrerían la estructura.


Mensajes Selectos Tomo I, p. 238,239.


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