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Thursday, November 21, 2019

Senador Marco Rubio aboga por el «capitalismo del bien común»



por administrador | Nov 6, 2019 



El senador republicano estadounidense Marco Rubio pidió a Estados Unidos que busque el «capitalismo de bien común» que rechaza las ideas económicas socialistas defendidas por muchos demócratas y modelos económicos dominantes actuales del capitalismo de libre mercado, según difundió FloridaPolitics

Por Redacción Miami Diario

En un discurso de 40 minutos dado a la Busch School of Business de la Universidad Católica de América en Washington DC, Rubio habló sobre el desarrollo de una economía en la que se respeten los derechos y obligaciones tanto de las empresas como de los trabajadores, incluida la obligación de las empresas de reinvertir para mejoramiento de sus trabajadores, la sociedad y los Estados Unidos.

El discurso se denominó «Dignidad humana y el propósito del capitalismo», y se fundamentó en parte en los escritos sociales y económicos del papa León XIII, quien reinó desde 1878 hasta 1903. En su encíclica de 1891 plantea lo siguiente: «Los derechos y obligaciones del capital y el trabajo», el Papa Leo XIII argumentó que las empresas y los trabajadores tienen obligaciones mutuas.


Para Rubio, el capitalismo de libre mercado está permitiendo que las compañías abandonen muchas de esas obligaciones y eso ha dejado a demasiada gente atrás, lo que ha generado divisiones peligrosas en Estados Unidos.


#CommonGoodCapitalism | Emile A. Doak | First Things https://t.co/BurCSk7tMm

— Marco Rubio (@marcorubio) November 6, 2019

«De esta manera Estados Unidos ha quedado más vulnerable a las batallas económicas con China. “¿Cuál es mi objetivo? ¿Estoy tratando de crear una nueva tercera vía entre las dos principales escuelas de pensamiento en nuestra política, la triangulación clásica, para definir un conservadurismo post-Trump para el Partido Republicano? ”

El objetivo de este discurso, según Rubio, es evitar que nuestro país se desmorone. «Se trata de hacer lo que sea necesario para garantizar que esta nación excepcional, Estados Unidos, continúe y perdure en lugar de que termine con nosotros ”, dijo.


Agregó: “Cuando nos enfocamos solo en el derecho de las empresas a obtener ganancias y dejamos de reconocer que con la derecha viene la obligación de estas empresas de reinvertir en el país que hizo posibles esas ganancias, las grandes corporaciones terminan convirtiéndose en solo un negocio financiero. En un vehículo financiero para accionistas, financieros y bancos ”, destacó Rubio.


Neither socialism nor our economic status quo will result in the economy we need & want for America.

Our nation doesn’t exist to serve the interests of the government or the market.

The government & market exist to serve the interest of our nation.https://t.co/KGIcfTd2Ht

— Marco Rubio (@marcorubio) November 6, 2019


Considera que las empresas tienen derecho a devolver ganancias a los accionistas, «pero no es un derecho por encima de todos los demás», agregó. Y la obligación de invertir en beneficio de nuestros trabajadores y nuestro país se convirtió en una ocurrencia tardía. Y los números económicos cuentan la historia «. Las ganancias corporativas suben, la inversión baja. Millones de estadounidenses se sienten abandonados.


Dijo que ponerse de acuerdo sobre el problema, por difícil que parezca, es probablemente la parte más fácil. “Al menos deberíamos estar de acuerdo en todo el espectro político: hay algo sucediendo en este país con lo que no estamos contentos. Hay que decidir cuál es el papel de nuestro gobierno y abordarlo, esa debería ser la pregunta central, el debate central de nuestra política nacional.


The retirement funds of federal government employees, including members of the military, should not be invested in companies controlled by government of #China.

If hope the TSP board takes action on this.

But if they don’t then Congress must. https://t.co/9HbadLB2oa

— Marco Rubio (@marcorubio) November 6, 2019


El senador fue enfático al señalar que el movimiento de industrias clave en el extranjero deja a Estados Unidos vulnerable. Esto si la producción de artículos como maquinaria pesada, barcos, medicamentos, minerales de tierras raras o tecnologías de comunicación terminan siendo controlados por países como China, los cuales podrían usar ese control para aprovecharse de los intereses estadounidenses.

“Nuestro desafío es lograr un orden económico que no sea nocivo para nuestro país y nuestra sociedad. Ha sido malo porque hemos dejado a mucha gente atrás. Es malo para nuestra sociedad porque está causando demasiado daño a nuestras familias y a nuestras comunidades», finalizó.



Saturday, April 14, 2018

Reacciones en Francia al discurso del presidente Macron ante la Conferencia Episcopal



13 de Abril de 2018


París (Viernes, 13-04-2018, Gaudium Press) El pasado lunes el presidente de Francia, Emmanuel Macron, ofreció un amplio discurso ante los obispos de Francia, en el famoso colegio de los Bernardinos. Las reacciones son múltiples.

Macron manifestó su voluntad de "reparar" "el lazo estropeado" entre la Iglesia y el Estado, que en palabras de un seguidor del presidente francés, había sido afectado por la discusiones sobre matrimonio dadas en el gobierno anterior.

Habló el presidente de la trascendencia que debe sobreponerse al materialismo, invitó a los católicos a despertar la consciencia política de la nación, a edificar el cuerpo social, temas que fueron bien recibidos por el auditorio. El tono amistoso del presidente francés causó en líneas generales buena impresión entre los católicos. Sin embargo, no pocos manifestaron sus inquietudes.

Antes del discurso presidencial, habló Mons. Pierre-Marie Carré, vicepresidente de la conferencia episcopal francesa: "Era una ocasión de dialogar delante testigos y no unicamente en la intimidad de una reunión a puertas cerradas. No sé que saldrá, pero era una manera de fijar una cita. Y vamos a tomarla al pie de la letra".

Los temas bioéticos

Quedan entretanto dudas sobre los temas bioéticos, de los cuáles hizo amplia exposición el presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Georges Pontier, en el discurso previo al del presidente Macron.

"Su discurso es interesante, expresó Joseph Thouvenel -vicepresidente de la Confederación Francesa de Trabajadores Cristianos-. Pero eso que me irrita es ver la no conformidad entre las palabras y los actos. Emmanuel Macron acaba de hacer la crítica del materialismo, ¿pero como se traduce aquello en sus valores? ¿No hace prevalecer el materialismo sobre la trascendencia cuando hace abrir las grandes superficies [comercios grandes] el domingo? No se puede hacer el elogio de los voluntarios y al mismo tiempo prohibir la capacidad del voluntariado. Es la misma cosa con la bioética. Él ha hablado de la dignidad de la persona humana pero él entiende llevar una legislación sobre el derecho de dar la muerte con la eutanasia".

En la misma línea se pronunció Philippe de Roux, del movimiento Refundación: "Emmanuel Macron fue gentil con los católicos. Pero no es suficiente ser gentil, es preciso ser verdadero. Sobre algunos temas permanezco bastante insatisfecho. (...) En política, existe siempre la prueba de los hechos. Es verdad que lo real es complejo pero la cuestion central es aquella de la verdad. Una inyección letal de cloruro de potasio que provoca un paro cardiaco, es una verdad concreta", dijo, refiriéndose a un procedimiento eutanásico típico.

Con información de Le Parisien y Famille Chrétienne



Contenido publicado en es.gaudiumpress.org, en el enlace http://es.gaudiumpress.org/content/94458-Reacciones-en-Francia-al-discurso-del-presidente-Macron-ante-la-Conferencia-Episcopal#ixzz5CfrdjqpP

Se autoriza su publicación desde que cite la fuente. 





Sunday, December 31, 2017

Nuncio apostólico: gente no católica se sentirá atraída por mensaje del Papa



Nicola Girasoli afirma que discurso de Francisco busca que nadie se sienta al margen de la Iglesia



ANDINA/Eddy Ramos


12:42. Lima, dic. 31. El discurso del Papa Francisco, siempre convocante y comprensivo, tendrá un impacto significativo entre la feligresía que lo espera con mucha ilusión, pero también entre las personas que no se reconocen como católicas o se encuentran alejadas de la iglesia.


Así lo consideró el nuncio apostólico en el Perú, Nicola Girasoli, para quien la visita del Sumo Pontífice a nuestro país generará una revolución también entre los corazones alejados del culto católico.


“La visión que tiene el Papa de la iglesia es la de una Iglesia con los brazos abiertos, de una Iglesia con las puertas abiertas, donde todos tienen un lugar. Su mensaje, sobre todo a los jóvenes que no están en la Iglesia, es ensuciarse las manos y no buscar quién es bueno y quién es malo. Eso solo lo hace Dios”, comentó.


En conversación con la agencia Andina, el prelado exhortó a la población a caminar con la gente, arriesgarse a ir con ella, “ni adelante, ni atrás”, sin juzgar, porque solo así las personas se sentirán queridas y que son parte de la Iglesia.


Papa Francisco entregará a pueblos amazónicos encíclica sobre ecología


“Hay procesos culturales de secularización en el mundo y de globalización entre los jóvenes y sobre todo entre la gente adulta, que los orientan a otros modelos de vida y valores. Lo más importante para el Papa es lograr que todos se sientan llamados a la iglesia. Creo que esta llamada ayudará a que mucha gente no se sienta al margen y vuelvan a la práctica religiosa”, dijo.



Bendecido de estar en el Perú


Nicola Girasoli, quien se encuentra abocado a los preparativos de la próxima llegada del Santo Padre, dijo sentirse bendecido por su estadía en nuestro país.


“He sido bendecido por el Señor. En mis 33 años de vida diplomática he vivido ya en los cinco continentes. Esas experiencias a uno lo vuelven más flexible en la manera de ver las cosas, de entender lo que ocurre. Al Papa no le gustan las personas rígidas, busca la flexibilidad lo cual no significa dejar de ser coherente con los evangelios”, comentó.


Kuczynski recibió cartas credenciales de nuncio apostólico en Perú


Sostuvo que tiene la esperanza, durante su permanencia en el país, de presentar una imagen de la Iglesia acorde a lo que propugna el Santo Padre, es decir cercana a la gente “que haga sentir ese amor de Jesús, a través de la humildad y el servicio. Lejos de una iglesia que busca juzgar”.


“Yo llegué el 1 de agosto y el 2 de agosto en la Conferencia Episcopal me preguntaron cuál sería mi agenda y respondí quiero ser un campesino de Dios. Esa va a ser mi misión en el Perú y lo haré caminando con la gente, haciendo lo posible para que se sientan queridos por el Papa al que yo represento”, anotó finalmente.


(FIN) KGR/ART
Publicado: 31/12/2017






Saturday, October 21, 2017

EL PAPA FRANCISCO EN LA FAO – 16 de octubre de 2017



Publicado el 17 de octubre de 2017 por misionmas




VISITA DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A LA SEDE DE LA FAO EN ROMA CON OCASIÓN
DEL DÍA MUNDIAL DE LA ALIMENTACIÓN

Lunes, 16 de octubre de 2017





Señor Director General,
Distinguidas autoridades,
Señoras y Señores:

Agradezco la invitación y las palabras de bienvenida que me ha dirigido el Director General, profesor José Graziano da Silva, y saludo con afecto a las autoridades que nos acompañan, así como a los Representantes de los Estados Miembros y a cuantos tienen la posibilidad de seguirnos desde las sedes de la FAO en el mundo.

Dirijo un saludo particular a los Ministros de agricultura del G7
aquí presentes, que han finalizado su Cumbre, en la que se han discutido cuestiones que exigen una responsabilidad no sólo en relación al desarrollo y a la producción, sino también con respecto a la Comunidad internacional en su conjunto.

1. La celebración de esta Jornada Mundial de la Alimentación nos reúne en el recuerdo de aquel 16 de octubre del año 1945 cuando los gobiernos, decididos a eliminar el hambre en el mundo mediante el desarrollo del sector agrícola, instituyeron la FAO. Era aquel un período de grave inseguridad alimentaria y de grandes desplazamientos de la población, con millones de personas buscando un lugar para poder sobrevivir a las miserias y adversidades causadas por la guerra.

A la luz de esto, reflexionar sobre los efectos de la seguridad alimentaria en la movilidad humana significa volver al compromiso del que nació la FAO, para renovarlo. La realidad actual reclama una mayor responsabilidad a todos los niveles, no sólo para garantizar la producción necesaria o la equitativa distribución de los frutos de la tierra ―esto debería darse por descontado―, sino sobre todo para garantizar el derecho de todo ser humano a alimentarse según sus propias necesidades, tomando parte además en las decisiones que lo afectan y en la realización de las propias aspiraciones, sin tener que separarse de sus seres queridos.

Ante un objetivo de tal envergadura lo que está en juego es la credibilidad de todo el sistema internacional. Sabemos que la cooperación está cada vez más condicionada por compromisos parciales, llegando incluso a limitar las ayudas en las emergencias. También las muertes a causa del hambre o el abandono de la propia tierra son una noticia habitual, con el peligro de provocar indiferencia. Nos urge pues, encontrar nuevos caminos para transformar las posibilidades de que disponemos en una garantía que permita a cada persona encarar el futuro con fundada confianza, y no sólo con alguna ilusión.

El escenario de las relaciones internacionales manifiesta una creciente capacidad de dar respuestas a las expectativas de la familia humana, también con la contribución de la ciencia y de la técnica, las cuales, estudiando los problemas, proponen soluciones adecuadas. Sin embargo, estos nuevos logros no consiguen eliminar la exclusión de gran parte de la población mundial: cuántas son las víctimas de la desnutrición, de las guerras, de los cambios climáticos. Cuántos carecen de trabajo o de los bienes básicos y se ven obligados a dejar su tierra, exponiéndose a muchas y terribles formas de explotación. Valorizar la tecnología al servicio del desarrollo es ciertamente un camino a recorrer, a condición de que se lleguen a concretar acciones eficaces para disminuir el número de los que pasan hambre o para controlar el fenómeno de las migraciones forzosas.



Wednesday, September 21, 2016

Discurso del Secretario General de UNASUR, ex presidente, Ernesto Samper, en la Reunión de Alto Nivel sobre refugiados y migrantes en Naciones Unidas



Enviado por Prensa y Relaci... el Mar, 09/20/2016 - 07:43


Nueva York, 19 de septiembre de 2016


Se reúne esta Cumbre aquí en la ciudad de Nueva York, cuando el tema de los migrantes y los refugiados se ha convertido en el mundo entero en una tragedia humanitaria. No se trata, solamente, de los migrantes sirios que ocupan la atención mediática internacional, también están los que está expulsando Kenia hacia Sudán, los palestinos rechazados por Israel, y los latinos devueltos en las fronteras con los Estados Unidos. O los cubanos trasegando por Suramérica mientras tienen la oportunidad de pisar suelo norteamericano para convertirse en ciudadanos. Y los miles de haitianos abandonados a su suerte. Lamentablemente, la respuesta a ésta movilidad ansiosa de migrantes por el mundo (que no superan el 3% de la población mundial) son las medidas de seguridad, los nuevos campos de concentración, las policías migratorias, las visas inalcanzables y los muros, los malditos muros que se levantan, como el Muro de Berlín para señalar territorios hostiles como en las guerras del Medioevo. El muro de México, el muro de Israel, el muro de Marruecos, los muros, tan sólidos y tan duros como las almas de los que ordenaron su construcción son muros que dividen y matan.

Los muros son la última expresión de una estrategia de trato inhumanitario de los migrantes que empezó con restricciones temporales en las aduanas y ha terminado con medidas policiales que los criminalizan, dividen y destruyen sus lazos familiares. Está claro que la migración forzosa de los desplazados por la violencia como los de Colombia, la de los refugiados y los asilados, las víctimas de los mercados de trata de personas y quienes huyen los efectos siniestros del calentamiento global y de las guerras son el resultado de fenómenos en los cuales el ser humano ha tomado parte.

Para abordar el fenómeno, además del Pacto que se firmará hoy sobre la regulación y la organización de los flujos migratorios necesitamos partir de una perspectiva totalmente distinta a la actual. La perspectiva de la migración mundial como un derecho y no como una concesión. Los migrantes como ciudadanos del mundo y no como infractores mundiales. En medio de un esquema de globalización donde están circulando, libremente, bienes, servicios y capitales, también debería existir la posibilidad y porque no, del derecho de circulación de las personas.

Es lo que estamos tratando de hacer en UNASUR al profundizar el concepto de Ciudadanía Suramericana hasta llegar al reconocimiento de ella como un derecho, el derecho a la movilidad. De los 430 millones de suramericanos el 63% quiere emigrar o mejor, movilizarse hacia su propia región. Estos no pueden ser considerados como flujos migratorios para regular o controlar sino como la legítima expresión de un colectivo que se siente viviendo en una casa grande por la cual quiere circular. Circular para estudiar, para trabajar, para conocer, para pensionarse, inclusive para participar políticamente. La propuesta es que pasemos de la migración como un problema de seguridad a la migración como un principio de solidaridad. Este derecho a la movilidad es aún más contundente cuando se trata de personas obligadas a abandonar su lugar de origen como consecuencia de conflictos políticos, desastres naturales o crisis económicas profundas.

En síntesis, bienvenidas las reglamentaciones internacionales que apuntan a la reducción del número de causas que originan la migración, las que regulan de manera humanitaria los movimientos de las personas siempre y cuando se planteen dentro de la perspectiva amplia de la "ciudadanía global" que es la que pretende hacer partícipes a las personas de una globalización concentrada en dinero, cosas y servicios.



Monday, July 6, 2015

"Querido Santo Padre, el gran pecado social de nuestra América es la injusticia": Rafael Correa


EL MUNDO 
5 JUL 2015 - 5:52 PM

Papa Francisco en Ecuador


En su discurso de bienvenida al papa Francisco, el presidente de Ecuador de preguntó ¿Cómo podemos llamarnos el continente más cristiano del mundo siendo a su vez el más desigual?".
Por: Efe





Foto: AFPEl papa Francisco y Rafael Correa.


El presidente de Ecuador, Rafael Correa, recibió al papa Francisco en el aeropuerto de Quito, donde aseguró que el "gran pecado social" de América es la injusticia.

"Querido Santo Padre, el gran pecado social de nuestra América es la injusticia. ¿Cómo podemos llamarnos el continente más cristiano del mundo siendo a su vez el más desigual?", se preguntó Correa en su discurso de bienvenida al papa.

El gobernante citó varios apartes de pronunciamientos del papa sobre las causas de la inequidad, mencionó la necesidad de la distribución de la riqueza y subrayó que la pobreza no se eliminará con limosnas sino con justicia.

Se refirió también a la "tragedia" de la migración y dijo no entender "cómo los países ricos, muchos de ellos mayoritariamente cristianos, podrán justificar éticamente a las futuras generaciones la búsqueda cada vez de mayor movilidad para mercancías y capitales, al mismo tiempo que penalizan, e incluso, criminalizan la principal de las movilidades: la movilidad humana".

"La solución no es más fronteras, es solidaridad, humanidad y crear condiciones de prosperidad y de paz que desincentiven a las personas a migrar", dijo el jefe de Estado en concordancia con palabras del papa.

"Vivimos una globalización inhumana y cruel, totalmente en función de capital y no de los seres humanos, ya que no busca ciudadanos globales sino tan solo consumidores globales", añadió al apuntar que el orden mundial "no solo es injusto, es inmoral".

Para el gobernante, la mejor manera de afrontar ese "injusto orden mundial" es con la unidad de los pueblos.

El mandatario apuntó que busca tener un país "sin miseria pero también sin lujuriosos derroches", donde se pueda alcanzar el buen vivir para todos.

El papa llegó hoy a Ecuador y tras la ceremonia de bienvenida en el aeropuerto, subió a un automóvil cerrado para cambiar luego ese transporte por el "papa móvil" en una de las entradas de la ciudad de Quito.

En la calles de Quito, cientos de personas esperaban el paso del sumo pontífice en el "papa móvil", en el que se movilizará hasta la sede de la nunciatura, desde donde saldrá mañana al aeropuerto para viajar a la ciudad costera de Guayaquil (suroeste) donde, entre otras actividades, ofrecerá una misa campal.


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Monday, June 22, 2015

El papa Francisco pide perdón en nombre de la Iglesia católica por la persecución a valdenses



DURANTE SU VIAJE A TURÍN


22/06/2015 09:17 Pertenecen a una rama protestante con una presencia de casi un milenio en Italia.



Foto: EFE


El papa Francisco pidió hoy perdón en nombre de la Iglesia católica por las persecuciones que sufrieron durante siglos los miembros de la Iglesia evangélica valdense, una rama protestante con una presencia de casi un milenio en Italia, durante su viaje a Turín (norte).

"En nombre de la Iglesia católica, les pido perdón por las actitudes y comportamientos no cristianos, ni siquiera humanos, que en la historia practicamos contra ustedes", solicitó Jorge Bergoglio.

Francisco hizo referencia así a las duras persecuciones a las que fueron sometidos durante siglos los valdenses, que sobrevivieron desde el siglo XVI, en el caso de Italia, sobre todo en los valles del Piamonte.

Bergoglio pronunció estas palabras durante un discurso en un templo de la Iglesia evangélica valdense de Turín, ciudad a la que llegó el domingo.

El acto de hoy de Francisco fue de suma importancia pues se trata de la primera vez que un pontífice visita un templo valdense, un gesto que sigue la línea del diálogo ecuménico de Bergoglio con otras comunidades cristianas.

En su alocución, el papa argentino abogó por la unidad y el respeto "entre hermanos", y matizó que la unidad no implica que todos sean idénticos.

"La unidad, que es fruto del Espíritu Santo, no significa uniformidad. Los hermanos, de hecho, están unidos por un origen común, pero no son idénticos entre sí", apuntó.

En este sentido, lamentó aquellas situaciones en las que "los hermanos no aceptan sus diferencias y terminan luchando unos contra otros".

"Reflexionando sobre la historia de nuestras relaciones, no podemos hacer otra cosa que entristecernos por los conflictos y la violencia cometida en nombre de la fe, y pedir al Señor que nos dé la gracia de reconocer a todos los pecadores y saber perdonarnos los unos a otros", aseveró.

El Papa concluyó su discurso reconociendo que las relaciones entre valdenses y católicos se basan actualmente "en el mutuo respeto y en la caridad fraterna" e invitó a ambos a trabajar "unidos al servicio de la humanidad que sufre, de los pobres, de los enfermos, de los inmigrantes".

"Que las diferencias sobre importantes cuestiones antropológicas y éticas, que aún existen entre católicos y valdenses, no nos impidan encontrar la forma de colaborar en estos y otros ámbitos", incidió.

Tras esta reunión, Francisco celebrará una misa "estrictamente privada" con algunos familiares de la región del Piamonte, con los que posteriormente almorzará, en la sede del arzobispado de Turín. (EFE).


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Monday, June 1, 2015

DISCURSO DEL PAPA FRANCISCO A OBISPOS DOMINICANOS

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MAY 30, 2015 ADMIN


Queridos hermanos en el Episcopado:

Reciban mi más cordial bienvenida con motivo de la visita ad limina Apostolorum. Confío que estos días de reflexión y oración ante las tumbas de los santos Pedro y Pablo sean para ustedes fuente de renovación y sirvan para cultivar los lazos de comunión eclesial para responder a las exigencias de una acción conjunta y coordinada en la promoción del progreso espiritual y material de la porción del Pueblo de Dios que se les ha confiado. Agradezco las amables palabras que Monseñor Gregorio Nicanor Peña Rodríguez, Obispo de Nuestra Señora de la Altagracia en Higüey y Presidente de la Conferencia Episcopal Dominicana, me ha dirigido en nombre de todos.

Los comienzos de la evangelización en el continente americano traen siempre a la memoria el suelo dominicano que recibió en primer lugar el rico depósito de la fe, que los misioneros llevaron con fidelidad y anunciaron con constancia. Su efecto se sigue percibiendo hoy por los valores cristianos que animan la convivencia y en las diversas obras sociales a favor de la educación, la cultura y la salud. Por lo demás, la Iglesia en República Dominicana cuenta con numerosas parroquias vivas, con un nutrido grupo de fieles laicos comprometidos y un número consistente de vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. Damos gracias al Señor por lo que ya se ha realizado y se está realizando en cada una de sus Iglesias locales.

Hoy la Iglesia sigue caminando en esas queridas tierras con sus hijos en la búsqueda de un futuro feliz y próspero, se encuentra con los grandes desafíos de nuestro tiempo que afectan la vida social y eclesial, y especialmente a las familias. Por eso me gustaría hacerles un llamado a acompañar a los hombres, a reforzar la fe y la identidad de todos los miembros de la Iglesia.

El matrimonio y la familia atraviesan una seria crisis cultural. Pero eso no quiere decir que hayan perdido importancia, sino que se siente más su necesidad. La familia es el lugar donde se aprende a convivir en la diferencia, a perdonar y a experimentar el perdón, y donde los padres transmiten a sus hijos los valores y singularmente la fe. El matrimonio, «visto como una mera forma de gratificación afectiva», deja de ser un «aporte indispensable» a la sociedad (cf. Evangelii gaudium, 66). En este próximo Jubileo de la Misericordia, no desfallezcan en el trabajo de la reconciliación matrimonial y familiar, como bien de la convivencia pacífica: «Es urgente una amplia catequización sobre el ideal cristiano de la comunión conyugal y de la vida familiar, que incluya una espiritualidad de la paternidad y la maternidad. Es necesario prestar mayor atención pastoral al papel de los hombres como maridos y padres, así como a la responsabilidad que comparten con sus esposas respecto al matrimonio, la familia y la educación de los hijos» (Ecclesia in America, 46). Sigamos presentando la belleza del matrimonio cristiano: «casarse en el Señor» es un acto de fe y amor, en el que los esposos, mediante su libre consentimiento, se convierten en transmisores de la bendición y la gracia de Dios para la Iglesia y la sociedad.

Les invito a dedicar tiempo y a atender a los sacerdotes, a cuidar a cada uno de ellos, a defenderlos de los lobos que también atacan a los pastores. El clero dominicano se distingue por su fidelidad y coherencia de vida cristiana. Que su compromiso en favor de los más débiles y necesitados les ayude a superar la mundana tendencia hacia la mediocridad. Que en los seminarios no se descuide la formación humana, intelectual y espiritual que asegure un encuentro verdadero con el Señor, sin dejar de cultivar la entrega pastoral y una madurez afectiva que haga a los seminaristas idóneos para abrazar el celibato sacerdotal y capaces de vivir y trabajar en comunión. «No se pueden llenar los seminarios con cualquier tipo de motivaciones, y menos si éstas se relacionan con inseguridades afectivas, búsquedas de formas de poder, glorias humanas o bienestar económico» (Evangelii gaudium, 107).
La atención pastoral y caritativa de los inmigrantes, sobre todo a los provenientes de la vecina Haití, que buscan mejores condiciones de vida en territorio dominicano, no admite la indiferencia de los pastores de la Iglesia. Es necesario seguir colaborando con las autoridades civiles para alcanzar soluciones solidarias a los problemas de quienes son privados de documentos o se les niega sus derechos básicos. Es inexcusable no promover iniciativas de fraternidad y paz entre ambas naciones, que conforman esta bella Isla del Caribe. Es importante saber integrar a los inmigrantes en la sociedad y acogerlos en la comunidad eclesial. Les agradezco que estén cerca de ellos y de todos los que sufren, como gesto de la amorosa solicitud por el hermano que se siente solo y desamparado, con quien Cristo se identificó.

Sé de sus esfuerzos y preocupaciones por afrontar adecuadamente los graves problemas que afectan a nuestros pueblos, tales como el tráfico de drogas y de personas, la corrupción, la violencia doméstica, el abuso y la explotación de menores o la inseguridad social. Desde la íntima conexión que existe entre evangelización y promoción humana, toda acción de la Iglesia Madre ha de buscar y cuidar el bien de los más desfavorecidos. Todo lo que se haga en este sentido acrecentará la presencia del Reino de Dios que ha traído Jesucristo, al mismo tiempo que da credibilidad a la Iglesia y relevancia a la voz de sus pastores.

La Misión Continental, impulsada por el Documento de Aparecida, y el Tercer Plan Nacional de Pastoral han de ser dos motores de la actividad conjunta entre las Iglesias locales. Pero tengan presente que no es suficiente tener planes bien formulados y celebraciones festivas sino permean la vida cotidiana de nuestras gentes.

Por eso, es indispensable que el laicado dominicano, que se percibe tan presente en las obras de evangelización a nivel nacional, diocesano, parroquial y comunitario, no descuide su formación doctrinal y espiritual, y reciba un apoyo constante, para que sea capaz de dar testimonio de Cristo penetrando en aquellos ambientes donde muchas veces los Obispos, los sacerdotes y religiosos no llegan. También es necesario que la pastoral de los jóvenes reciba una atención cuidadosa para que no se dejen distraer de la confusión de los anti-valores que busca desbordar hoy a la juventud.
Sin contar con la orientación que los padres y la Iglesia quieren dar a la formación de las nuevas generaciones, las leyes civiles tienden a sustituir la enseñanza de la religión en la escuela por una educación del hecho religioso de naturaleza multiconfesional o por una mera ilustración de ética y cultura religiosa. No puede faltar en quienes están empeñados en este servicio y en esta misión educativa una actitud vigilante y valiente para que se pueda dar en todas las escuelas una educación conforme a los principios morales y religiosos de las familias (cf. Gravissimum educationis 7). Es importante ofrecer a los niños y jóvenes la enseñanza catequética conforme a la verdad que hemos recibido de Cristo, Palabra del Padre.

Finalmente, para concluir, y teniendo presente la hermosura y colorido de los paisajes de la bella República Dominicana, invito a todos a renovar el compromiso por la conservación y el cuidado del medio ambiente. La relación del hombre con la naturaleza no debe ser gobernada por la codicia, por la manipulación ni por la explotación desmedida, sino que debe conservar la armonía divina entre las criaturas y lo creado para ponerlas al servicio de todos y de las futuras generaciones.
Hermanos, les pido, por favor, que lleven a los queridos hijos e hijas quisqueyanos el afectuoso saludo del Papa, que los confía a la intercesión de Nuestra Señora de la Altagracia, a quien contemplan en el misterio de su maternidad divina. Les pido que recen por mí y les imparto de corazón la Bendición Apostólica.

DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A LOS OBISPOS DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE REPÚBLICA DOMINICANA
EN VISITA “AD LIMINA APOSTOLORUM”
Jueves 28 de mayo de 2015
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© Copyright – Libreria Editrice Vaticana


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Tuesday, May 26, 2015

Expresidente Fernández pide referéndum aprobatorio



Actualidad, Política

mayo 26, 2015






SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El expresidente de la República, Leonel Fernández solicitó este lunes un referéndum para que sea el pueblo quien decida si quiere o no reelección, asegurando que el proyecto de ley que está en el Senado es insuficiente e inaceptable por el riesgo que implica para instituciones democráticas.

Aseguró que establecer la reelección de manera indefinida sería crear el Trujillo del siglo XXI.

Durante su alocución el exmandatario de la República, citó las ocasiones en las que le fue propuesto modificar la Carta Magna para su reelección, sin embargo, asegura no aceptó.

Pueblo Dominicano:

Me dirijo a Uds. esta noche porque estoy consciente que debido a las tensiones suscitadas por el intento de reformar la Constitución de la República con el propósito de hacer posible la reelección presidencial, hay mucha intranquilidad y nerviosismo en distintos sectores de la vida nacional, y mucha angustia y ansiedad dentro de las filas del Partido de la Liberación Dominicana.

Lo primero que debo decir al respecto es que contrario a la percepción que ha querido crearse, mi observación a la referida reforma constitucional no obedece al hecho de que sea un ambicioso, un mezquino o un obstinado que desafía todos los obstáculos , aunque las circunstancias, supuestamente, no le favorezcan.

Nada más descabellado. Mi observación no obedece a razones tan innobles. Resulta, más bien, de una convicción; de valores y de principios que he sustentado con mi propia conducta o proceder, a lo largo del tiempo, cuando requerido por la dinámica de los acontecimientos, he tenido que adoptar decisiones sobre el particular.

Por ejemplo, muchos recordarán que durante mi primera gestión de gobierno, allá por el 1998, el presidente del Senado, Amable Aristy Castro, del Partido Reformista Social Cristiano, me hizo pública la propuesta de reformar la Constitución de la República a los fines de hacer posible la reelección presidencial.

El senador Aristy Castro incluso me visitó a mi casa para persuadirme de la necesidad de realizar la susodicha reforma. Al senador Aristy Castro le agradecí su gesto de confianza hacia mi persona, pero inmediatamente le expresé mi desacuerdo con su proyecto de reforma constitucional.

Pero el senador reformista no se daba por vencido. Poco tiempo después volvió, pero esta vez acompañado del Dr. Donald Reid Cabral, quien también se sumó a la causa de la necesidad de la reforma del texto sustantivo de la nación.

A ambos les reiteré mi negativa, pero había tal vehemencia y ardor en sus planteamientos que me pidieron visitar al Dr. Joaquín Balaguer, para escuchar directamente de sus labios el mensaje que me habían estado transmitiendo.

Visité a la legendaria figura de la política dominicana y hombre poseedor de una cultura enciclopédica, en su residencia de la Avenida Máximo Gómez No. 25. Allí conversamos sobre diversos tópicos, pero muy especialmente sobre el tema que nos concernía: el de la reforma constitucional para viabilizar la reelección presidencial.

Escuché con gran atención e interés al viejo zorro de la política discernir sobre la inevitabilidad de modificar nuestra Carta Sustantiva, en razón de las graves amenazas de inestabilidad y retroceso que se cernían sobre el país ante la posibilidad de que la oposición saliese triunfante en las urnas.

En todo caso, lo que le manifesté, en medio de la gratitud y el respeto, fue mi desacuerdo, fundamentado en el hecho de que no me parecía aconsejable modificar la Constitución para beneficio propio; y en razón de que la última vez que en la historia de la República se había intentado hacer, en la época de Horacio Vásquez, le abrimos las puertas a la larga tiranía de Rafael Leónidas Trujillo.

Mis argumentos no le parecieron convincentes. No estuvo satisfecho con mi decisión, pero finalmente la aceptó. Acordamos mantener la comunicación ante cualquier otra eventualidad. Nos dimos un fuerte abrazo; y finalmente, nos despedimos.

Como siempre, tomé la decisión que entendía correcta, guiado por mis principios. Años más tarde, con el apoyo de más de dos millones de votantes, por primera vez en la historia electoral de la República Dominicana, sin tener que haber modificado la Constitución, retornamos al poder en el 2004.

Con este triunfo del pueblo dominicano, desde el gobierno logramos recuperar la confianza, que estaba completamente perdida. Se redujo la tasa de cambio, que de 57 pesos por cada dolar, se colocó, de manera inimaginable, a tan solo 28 dólares por cada peso. La inflación bajó. La economía se estabilizó y volvió a crecer por encima del 7 por ciento del Producto Interno Bruto. Se generaron nuevos empleos. Se aplicaron, de manera activa y eficiente, políticas sociales que hoy son ejemplo para toda la región; y se disminuyó, en forma significativa, el nivel de pobreza.

Como consecuencia de esos logros, obtuvimos, nuevamente, el respaldo mayoritario del electorado en los comicios de medio término del año 2006. En esa oportunidad, conquistamos, por vez primera, como Partido de la Liberación Dominicana, el mayor número de Senadores, Diputados y Alcaldes en el espectro político nacional.

Debido a esa resonante victoria, proclamé que la ruptura histórica experimentada con el golpe de Estado contra el gobierno del profesor Juan Bosch, en el 1963, se había vuelto a reencontrar con el triunfo de las fuerzas peledeístas en el 2006.

Entonces afirmé que el boschismo había vuelto a ser mayoría en la República Dominicana, y que esa era la ocasión precisa para continuar la Revolución democrática institucional que el líder y fundador de nuestro glorioso Partido de la Liberación Dominicana, profesor Juan Bosch, el más agudo pensador y analista político nacional, había iniciado desde sus luchas en el exilio y tras la muerte de Trujillo.

En razón de que la Constitución fue modificada en el 2002 por mi antecesor, no tenía ningún impedimento constitucional ni legal para presentarme a un segundo mandato consecutivo en el año 2008. Así lo hice, obteniendo nuestro Partido de la Liberación Dominicana un nuevo triunfo, a pesar del impacto de la crisis económica global, que condujo a un incremento inusitado de hasta 147 dólares el barril de petróleo, y a alzas desmesuradas del precio de los alimentos, fruto de la especulación financiera de contratos a futuro de productos básicos.

El 2010 fue memorable. En esa ocasión, todo el mapa electoral de la República Dominicana fue teñido de morado. Se había logrado lo que nunca antes organización política alguna había alcanzado en la historia política de la República Dominicana: haber ganado 31 de de las 32 provincias del país.

Todo eso, naturalmente, era posible por la estabilidad, el crecimiento, el desarrollo, el progreso, la modernización, la institucionalización y el bienestar que venía experimentando nuestro país, bajo la conducción del Partido de la Liberación Dominicana.

Los representantes de organismos multilaterales, las delegaciones diplomáticas acreditadas en el país, las agencias calificadoras de riesgo, los diversos núcleos empresariales, los dirigentes sindicales, los visitantes extranjeros y los compatriotas que retornaban al lar patrio, todos sólo expresaban palabras de encomio y de asombro frente a los cambios que se erigían ante sus ojos, como testigos de excepción.

Y así, de esa manera, las agujas del reloj se movían de manera indetenible hacia la celebración de nuevos comicios presidenciales en el 2012. Pero desde un año antes, en el 2011, la efervescencia de la campaña empezó a sentirse. Se realizaban distintos actos en favor de una nueva reelección. Las diversas encuestas que se hacían, nos colocaban como favorito para ganar en primera vuelta.

Como parte de esos eventos, 27 Senadores me giraron una visita al Palacio Nacional sólo con el propósito de expresarme su solidaridad y apoyo ante cualquier decisión que adoptase con respecto al tema de la reelección. Igual ocurría con la mayoría de los Diputados y Alcaldes de nuestra organización política, quienes querían arrimar sus hombros y hacer causa común conmigo ante la eventualidad de una nueva candidatura presidencial.

Finalmente, aconteció lo insólito. Se celebró un solemne, apasionante y masivo acto en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, para hacer entrega de 2 millones 400 mil firmas de ciudadanos, en el que se nos solicitaba aceptar una nueva candidatura a la Presidencia de la República por el Partido de la Liberación Dominicana.

A pesar de todo el apoyo manifestado, de los grandes encuentros realizados y de todos los testimonios de respaldo, lo que hice fue pronunciar un discurso en el que expresé mi preocupación en el sentido de que si intentase responder positivamente a las peticiones de diversos sectores en favor de una nueva candidatura presidencial en el año 2012, se estaría reproduciendo una antigua y rechazada práctica histórica nacional de pretender perpetuarse en el poder.

No es esta la primera vez que lo digo. Eso lo expresé en el 2011, cuando tenía un respaldo abrumador, dentro y fuera de nuestro Partido; y cuando todas las encuestas señalaban que ganaría en primera vuelta con porcentajes parecidos a los de elecciones anteriores.

A pesar de todo eso, no cambié la Constitución para reelegirme. No lo hice en el 1998, cuando me pedían a voz en cuello que me amarrara los pantalones; ni lo hice en el 2011, cuando no claudiqué, ni ante el reclamo de las multitudes, ni ante los números de las encuestas.

La razón era muy sencilla. No lo hice por mi profundo respeto por la Constitución de la República; y por mi inocultable temor de que la democracia, por la que tanta sangre se ha derramado, fuera a sucumbir una vez más.

En el 2012 hice fue lo que me correspondía hacer, tanto por mi condición de Presidente del Partido de la Liberación Dominicana, como por lo que me dictaba mi propia conciencia, que era apoyar en cuerpo y alma a nuestro candidato presidencial, compañero Danilo Medina, a los fines de que pudiera coronar con éxito sus aspiraciones de subir las escalinatas del Palacio Nacional.

Nuestro candidato estaba 25 puntos por debajo en las encuestas. Pero decidimos trabajar unidos, como corresponde siempre dentro del Partido de la Liberación Dominicana. Creamos tres frentes de batalla. Recorrimos todo el territorio nacional. Concitamos, una vez más el apoyo nacional; y volvimos a ganar en primera vuelta.

Sé que en determinados círculos de opinión se sostiene el argumento de que el propósito de la reforma a la Constitución del 2010 fue el de rehabilitar mis posibilidades de retorno al poder. Nada más incierto. La reforma constitucional del 2010 no se hizo con esa finalidad.

Al revés, esa fue una reforma integral, pactada con todos los sectores de la vida nacional, mediante un mecanismo de consulta popular, como no se había hecho nunca en la historia nacional, que abarcó la casi totalidad de la Carta Sustantiva, motivo por el cual muchos abogaban que se hiciese bajo la forma de una Asamblea Constituyente.

En lo concerniente al actual sistema de elección presidencial, no fue mi criterio el que prevaleció. Fue el de otras fuerzas que consideraron que era más adecuado volver al modelo alternativo de la Constitución del 1994, que continuar con el mecanismo impuesto en la reforma del 2002.

Pero mi desapego y desinterés por ocupar cargos no proviene únicamente de haber desestimado en dos ocasiones reformar la Constitución para reelegirme. Eso viene de muchos años atrás, cuando, por ejemplo, en el 1986 fui escogido como Diputado por el Distrito Nacional, y a pesar de haber sido despojado injustamente de esa elección, no presenté un solo motivo de agravio ante las autoridades de nuestro Partido.

Lo mismo volvió a ocurrir en el 1990. En esa ocasión se me pidió , nueva vez, abandonar la boleta como eventual candidato a Diputado por el Distrito Nacional, porque, supuestamente, se tenía previsto que ocuparía la función de Canciller de la República, en el caso hipotético de un triunfo en las urnas.

Luego de los acontecimientos que frustraron la llegada al poder de nuestra organización en esas elecciones, un compañero, tal vez con el propósito deliberado de zaherirme, en tono sarcástico, me expresó: ¨Tu sabes que si hubiésemos ganado, a ti sólo te habrían propuesto la posición de Vice-canciller.¨

Mi respuesta le sorprendió. Sólo atiné a decirle: ¨Pero es que como Vice-canciller todavía habría sido demasiado para mí.¨

Posteriormente, en el 1993, cuando se me sugería ser candidato a la Vice-presidencia para las elecciones del año siguiente, en 1994, decliné amigablemente la propuesta, y hasta propuse quien sería el compañero más idóneo para tan alta distinción.

Todo este relato lo he traído a colación para indicar que en todo lo largo de mi trayectoria política, tal vez de manera atípica, nunca me he procurado cargos o puestos. Los que se han conquistado a lo largo de los años, han sido sobre la base del reconocimiento espontáneo y generoso de núcleos de amigos y compañeros que simplemente han confiado en mí; y han creído ver en mi persona determinadas cualidades que les atraen y les simpatizan.

Pero ni antes ni ahora mi lucha jamás ha sido por un cargo. Antes como en la actualidad, lo que siempre me ha animado es la lucha por una causa. Por una causa que considere justa, noble y valedera.

Y en estos momentos, la causa que asumimos es la del respeto por nuestra Constitución, la defensa de nuestra democracia y nuestro Estado de Derecho. Lo hago porque como principal promotor o auspiciador de la actual Carta Magna, sin que nadie me haya dado mandato para ello, me siento, sin embargo, en la obligación moral de ser su guardián, su vigilante y su centinela, al igual que todo el pueblo dominicano.

Pero, más aún, lo hago porque percibo que en nuestro medio no se ha llegado plenamente a comprender que el objetivo fundamental de una Constitución es el de establecer los límites al ejercicio del poder político.

La Constitución, además de disponer la protección y garantía del disfrute de los derechos fundamentales, contiene las reglas del juego político; y es como el semáforo en rojo que indica cuando hay que detenerse.

En la historia nacional ha habido quienes osadamente han modificado nuestra Ley de Leyes, para continuar su marcha desenfrenada, aún con la luz en rojo.

Y eso es lo que no podemos permitir que ocurra nunca.

Un destacado jurista y filósofo italiano del siglo XIX, Gian Domenico Romagnosi, llegó a sentenciar que ¨La Constitución es la ley suprema que un pueblo impone a sus gobernantes con el objeto de precaverse contra el despotismo”.

Parafraseando a Winston Churchill, el símbolo de la resistencia contra los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, la Constitución ¨no es un sofá que toma la forma de la última persona que se sentó en él.¨

En definitiva, la Constitución tiene una función de legitimación del poder político, tanto en su origen como en su desempeño. Para ella, la soberanía reside exclusivamente en el pueblo, de quien emanan todos los poderes, los cuales ejerce en los términos establecidos por la propia Constitución y las leyes.

Todo lo que se haga contrario a la Constitución es nulo. La Constitución es la fuente del Estado Democrático y Social de Derecho. Es la garantía del respeto a la dignidad de las personas; del derecho a la vida; a la libertad de expresión; a la integridad personal; a la libertad de conciencia y cultos; del derecho al honor, a la educación, a la salud y al trabajo.

Hace exactamente 50 años el pueblo dominicano se levantó en armas, en la gloriosa gesta heroica del 24 de abril de 1965, exigiendo el restablecimiento de la Constitución de la República, que había sido vilmente conculcada, infringida y quebrantada, por los autores de la asonada militar de septiembre de 1963, que puso fin, de manera abrupta, al primer ensayo democrático post-dictadura de Trujillo, encabezado por ese gran maestro de la política y la literatura, el profesor Juan Bosch.

Nosotros, los miembros y dirigentes del Partido de la Liberación Dominicano somos los legatarios universales de ese gran movimiento que fue la Revolución de Abril, pues sin ese acontecimiento, el líder y fundador de nuestro Partido no habría evolucionado en su pensamiento, dejándonos de esa manera huérfanos de una orientación que nos sirviera para convertirnos en los arquitectos de nuestro propio destino.

Sin Constitución no hay patria. Sin Constitución no hay nación; no hay familia. Sin Constitución todos nuestros derechos son desconocidos. Sin Constitución podemos ser esclavizados, tratados sin dignidad, sin respeto, sin honor. Sin Constitución, sencillamente, no existimos.

Por eso debemos conocer, respetar y honrar nuestra Constitución. Sólo ella nos protege contra la arbitrariedad, el despotismo, la tiranía y la opresión.

Dominicanas y Dominicanos:

El pasado 30 de abril fue depositado por ante el Senado de la República, un proyecto de ley que declara la necesidad de reformar la Constitución de la República en su artículo 124.

Ese proyecto de ley fue presentado por 13 honorables miembros de esa cámara legislativa, conforme al artículo 269 de la Constitución, según el cual nuestra Carta Sustantiva ¨podrá ser reformada si la proposición de reforma se presenta en el Congreso Nacional con el apoyo de la tercera parte de los miembros de una u otra cámara, o si es sometida por el Poder Ejecutivo.¨

El objetivo del proyecto de ley, como acaba de indicarse, es el de reformar el artículo 124 de la Constitución, que dice así:

¨El Poder Ejecutivo se ejerce por el o la Presidente de la República, quien será elegido cada cuatro años por voto directo y no podrá ser electo para el período constitucional siguiente.¨

El proyecto de ley para reformar la Constitución lo que indica es lo que sigue:

¨Artículo 1.- Se declara la necesidad de modificar el artículo 124 de la Constitución de la República del 26 de enero del año 2010, así como el establecimiento de un artículo tran]-sitorio en el texto de la misma, conforme se indica en el siguiente artículo.

¨Artículo 2.- La presente reforma tiene por objeto:

¨a) permitir que el Presidente de la República disponga del derecho de poder optar por un segundo y único período constitucional consecutivo, no pudiendo postularse jamás al mismo cargo.

¨b) establecer un artículo transitorio en que se consigne de que en el caso eventual de que el Presidente de la República actual, correspondiente al período 2012-2016, sea candidato presidencial para el período 2016-2020, no podrá presentarse para el siguiente y para ningún otro.¨

Como ha podido constatarse, el objetivo de la reforma constitucional es el de hacer posible la reelección presidencial para un segundo período consecutivo, y que luego no pueda postularse jamás.

Como he expuesto de manera consistente, estando en el poder o fuera de él, siempre he estado de acuerdo con la reelección presidencial como figura jurídica, porque, en realidad, cuatro años resultan pocos para un gobierno que está realizando una buena labor.

Por eso, en el caso de que así lo contemple la Constitución, al momento de iniciarse el mandato presidencial, como fue mi caso en el 2008, lo ideal es que el pueblo decida en las urnas, y que el representante del Poder Ejecutivo pueda tener la oportunidad de reelegirse para un segundo período consecutivo.

Ese es el modelo norteamericano, que empezó como costumbre cuando luego de haber agotado dos períodos consecutivos de cuatro años, George Washington, el primer presidente, no sólo de los Estados Unidos, sino del mundo, pasó a retiro.

Esa práctica continuó con John Adams, Thomas Jefferson, James Madison, James Monroe y todos los ejecutivos norteamericanos, hasta Franklin Delano Roosevelt, que por el hecho de la Gran Depresión, en la década de los treinta, y la Segunda Guerra Mundial, fue electo cuatro veces para ocupar la Casa Blanca.

Fue después de Roosevelt, en la Enmienda No. 22 de la Constitución de los Estados Unidos, ratificada el 27 de febrero de 1951, que vino a instituirse, por vía constitucional, de sólo dos períodos presidenciales, y nada más.

Pero ni siquiera en nuestra propia región de América Latina y el Caribe, ese sistema norteamericano tiene carácter de validez universal. En México, por ejemplo, es un solo período de seis años, llamado sexenio. En Colombia, después del presidente Álvaro Uribe, dos períodos de cuatro años. Igual en Argentina. En Brasil, son dos períodos consecutivos, brincar el tercero, y poder volver.

En Chile y Uruguay es igual que aquí: un período sí y otro no. En Venezuela, es indefinido.

En resumen, lo que quiero hacer significar es que no existe un modelo único de agotamiento de períodos presidenciales, aceptado de igual manera por todos. Por tanto, no es válida la idea de que la reelección presidencial, por su propia naturaleza, es mala. No es así. Si hubiese tenido esa creencia, no habría sido candidato a la reelección en el 2008 para un segundo período consecutivo.

El debate, más bien, gira en torno a si es apropiado, si es correcto modificar la Constitución con el único propósito de hacer potable la reelección presidencial.

Por mi trayectoria personal, ya se sabe que no soy partidario de ese tipo de acción. Me inclinaría por el criterio de realizar esa modificación cuando recaiga en un momento que no beneficie al incumbente, esto es, al presidente de turno, para de esa manera no resquebrajar la institucionalidad.

Más aún, considero que en casos de trascendencia tal, como el de una modificación a la Carta Magna, que involucra el interés de la nación, la fórmula más adecuada y eficaz para salir hacia adelante, es mediante el diálogo, la construcción de consensos y la unificación de criterios, tanto dentro del propio Partido, como en toda la sociedad.

Así se hizo con la reforma constitucional del 2010, en la que las distintas organizaciones cívicas del país fueron invitadas a participar de una consulta popular, en la cual expresaron sus propuestas sobre cómo debía quedar organizado el Estado dominicano del siglo XXI.

En adición al mecanismo de las consultas populares, se creó una comisión de 15 juristas expertos en Derecho Constitucional, que contribuyeron con el diseño técnico jurídico final de las propuestas.

De esa manera, en comunicación constante con todas las fuerzas vivas de la nación, en forma abierta y democrática, se realizó la más profunda y progresista reforma constitucional en nuestro país, después de la histórica y emblemática del 1963.

En síntesis, aunque desde mi perspectiva no es lo más idóneo ni es lo más apropiado, tampoco es que una Constitución no pueda modificarse para hacer posible un segundo mandato presidencial consecutivo.

Desde el punto de vista jurídico, se puede. Lo que ocurre es que tiene que hacerse respetando el procedimiento consagrado en la propia Constitución.

En ese aspecto, me preocupa que en el debate que ha surgido para modificar nuestra Carta Sustantiva, se quiera desconocer que la ley que convoca a la Asamblea Nacional Revisora sea una ley orgánica, la cual, por consiguiente, requiere de la aprobación de las dos terceras partes de los presentes, tanto del Senado como de la Cámara de Diputados.

Se comprende que si para someter dicho proyecto de ley, se requiere que no sea un solo Senador o un solo Diputado, sino una tercera parte de los miembros del Senado, o una tercera parte de los miembros de la Cámara de Diputados, es porque se trata de algo no ordinario, sino especial.

Luego, si conforme al artículo 271 de nuestra actual Constitución, para aprobar la reforma propuesta, la Asamblea Nacional Revisora, que es la reunión de ambas cámaras, Senado y Cámara de Diputados, requiere las dos terceras partes de los votos, ¿ por qué razón, entonces, se le quiere negar la condición de orgánica a la ley que declara la necesidad de reformar la Constitución?

Eso, que parece un debate, más para abogados que para el resto de la ciudadanía, tiene, sin embargo, una trascendencia enorme para el futuro de nuestra democracia.

Porque lo que estamos discutiendo es si nuestra Constitución debe ser rígida o flexible. Si es rígida es difícil de modificar, que es lo que se desea para cualquier Constitución en el mundo. Si es flexible, entonces se hace susceptible de ser modificada por cualquier capricho, quebrantándose, de esa manera, el Estado de Derecho.

Pero, además, me preocupa que se tejan ardides y se elaboren argucias para eludir el hecho de que una reforma como la que se está planteando requiera de algún mecanismo de legitimación popular, como sería el caso, por ejemplo, de un referendo aprobatorio.

Para aspirar a reformar la actual Constitución de la República y hacer posible la reelección presidencial, se parte de la premisa del enorme respaldo que recibe el Presidente de la República, en las distintas mediciones o encuestas que se realizan.

Sobre esa base, se ha levantado la consigna que se lee en letreros, en distintas partes del país, de que el pueblo es el que manda.

Comparto esa opinión. El pueblo es el que manda; y si es así, dejemos que sea el pueblo el que efectivamente se exprese mediante la realización de un referendo aprobatorio, para que diga directamente si quiere o no la reforma constitucional, conforme al artículo 272 de nuestra Constitución.

Ese sería un ejemplo hermosísimo de democracia directa, como nunca antes se ha visto en la historia nacional. De esa manera, nuestro Partido de la Liberación Dominicana estaría a la altura de las grandes expectativas nacionales, se cubriría nuevamente de gloria, y dejaría escrito un nuevo capítulo ejemplarizador en las luchas de nuestro pueblo por la democracia y la libertad.

Yo mismo me sumaría con entusiasmo a esa gran jornada cívica. Recorrería el país nuevamente, junto a todo el que se sienta identificado conmigo, en favor de que el pueblo manifieste su voluntad en favor del cambio a la Constitución.

Se que lo que late en el corazón de todos los miembros de la alta dirección de nuestro Partido es que en estos momentos, por lo que refieren las encuestas, el compañero presidente Danilo Medina es quien se encuentra en mayores posibilidades de garantizar un nuevo triunfo morado en las urnas.

Si la Constitución permitiera la reelección presidencial, como ocurría en el 2008, todo sería muy fácil. Esta discusión no se habría suscitado. Todos estaríamos apoyando a nuestra mejor opción. Pero resulta que la Constitución no lo permite.

Aún así, no es mi propósito erigir obstáculos en las aspiraciones legítimas de triunfo que todos albergamos; y aunque por convicción y trayectoria, como he sostenido, no soy partidario de modificar la Constitución con el único propósito de hacer posible la reelección presidencial, me inclinaría reverentemente y con humildad ante lo que sería la voluntad del pueblo, expresada en un referendo.

Ya lo decía Abraham Lincoln, ese gigante de la lucha por la libertad, que salvó a su nación de la inminencia de una gran división, en medio de la Guerra de Secesión, para liberar a los esclavos, al afirmar: ¨La democracia es el régimen del pueblo, para el pueblo y por el pueblo.¨

Nunca temamos al pueblo. Dejemos que el pueblo hable. Así lo manda nuestra Constitución.

En nuestro humilde criterio, el proyecto de reforma que se ha depositado en el Senado de la República, no ofrece, por sí solo, suficientes garantías ni seguridad jurídica en el sentido de que la reforma que se quiere hacer en la actualidad, no volverá a repetirse en el futuro.

No es que se ponga en dudas la palabra o las sanas intenciones de los Senadores que han formulado la propuesta de reforma constitucional. Es que, sencillamente, el artículo transitorio que se aspira a consignar dejaría tan vulnerable la posibilidad de reformar nuestra Constitución en el futuro, como en la actualidad interpretan algunos miembros de nuestra comunidad jurídica que puede hacerse, esto es, sin aprobación de ley orgánica ni realización de referendo aprobatorio.

Eso, naturalmente, sería sumamente peligroso para el porvenir de nuestro pueblo. Sería nefasto. Sería catastrófico, ya que dejaría las posibilidades abiertas para que en la posteridad surja algún aventurero que modifique de nuevo la Constitución, pero esta vez para establecer la reelección indefinida, e intentar perpetuarse en el poder.

Así tendríamos el Trujillo del siglo XXI, que vendría a cercenar nuestras libertades, a mutilar nuestra dignidad y a truncar nuestro porvenir como pueblo.

Eso no lo podemos permitir. La historia condenaría a nuestra generación como irresponsable, irreflexiva e insensata, pues advirtiendo el peligro y la amenaza que significaba para el futuro de nuestra democracia, de nuestra sociedad y de nuestras familias, no tuvimos el valor de alzar nuestra voz y actuar en consecuencia.

Obviamente, lo hacemos con respeto; y lo que afirmo es que el proyecto de ley, actualmente en el Senado, que procura modificar la Constitución de la República es insuficiente, y por lo tanto, inaceptable, por el riesgo y la inseguridad que implica para la supervivencia de nuestras instituciones democráticas.

Aunque para muchos resulta más que claro en la actualidad, para no dar lugar a dudas en los años por venir, para que no haya ningún equívoco o falsa interpretación, debería contemplarse modificar el artículo 270 del texto constitucional, para que en lo sucesivo, en forma directa señale que la Ley de Convocatoria a la Asamblea Nacional Revisora debe ser aprobada, ni siquiera como una ley orgánica, sino como una ley especial, con las tres cuartas partes de la matrícula de ambas cámaras.

De igual manera, debería someterse a modificación el artículo 271, para establecer que en lo sucesivo, si la reforma constitucional versa sobre el mandato de elección constitucional del Presidente de la República, la decisión deberá adoptarse también por la mayoría de las tres cuartas partes de los miembros de la Asamblea Revisora

Debería también someterse al Congreso Nacional, para que rija en lo adelante, la ley que dispone la Consulta Popular, para que pueda modificarse la Constitución conforme al artículo 210 de la misma.

Finalmente, en lo atinente a la celebración del referendo aprobatorio, previsto en el artículo 272, la propuesta es que el número de electores se eleve del 30 al 60 por ciento de los inscritos en el registro electoral, para de esa manera hacerlo más participativo y democrático.

La idea es, vuelvo a repetirlo, que la Constitución sea rígida. Que no pueda ser cambiada o modificada tan fácilmente. Que no dé lugar a interpretaciones aviesas o acomodaticias. Que la Constitución sea, de manera permanente, el pacto suscrito por los diversos sectores que componen la sociedad dominicana, para que prevalezca siempre la paz, el progreso y la convivencia civilizada.

Como puede apreciarse, lo que sugiero es simple. No persigo cargo o puesto alguno. Sólo invoco que se respete la Constitución, para que un mal ejemplo de hoy no se convierta en la excusa o la justificación del mañana; y que todo lo construido hasta hoy, con el esfuerzo laborioso de todos los dominicanos y dominicanas, se destruya, por las ambiciones irrefrenables de poder que cada cierto tiempo surgen en el horizonte nacional.

Reconozco que como consecuencia de las discrepancias que se han suscitado en torno al proyecto de reforma constitucional que procura la reelección presidencial, ha surgido mucha intranquilidad y desasosiego en nuestro pueblo, y mucha mortificación y aflicción en la familia peledeísta.

A pesar de nuestras diferencias, hago todo el esfuerzo para que nuestro Partido se mantenga fuerte, cohesionado y unido. Por eso, incentivo una línea de diálogo permanente para superar nuestros escollos.

Todo lo que he sido y soy políticamente se lo debo al profesor Juan Bosch y al Partido de la Liberación Dominicana. Amo profundamente a nuestro partido de la bandera morada y la estrella amarilla. Ahí me he formado. Ahí he luchado junto a mis compañeros y compañeras durante los últimos 42 años, en favor de la democracia, la libertad y la prosperidad de nuestro pueblo.

No escapa a mi conocimiento, por demás, que en estos momentos el Partido de la Liberación Dominicana es la única fuerza verdaderamente organizada que le queda a la democracia dominicana; y que un descalabro nuestro sería una tragedia para la estabilidad democrática de nuestra nación.

Por tanto, puedo asegurar que por la sensatez que nos caracteriza, por nuestro sentido de responsabilidad, por nuestra visión de la historia, por nuestro compromiso con el futuro y por nuestra deuda imperecedera con nuestro maestro y guía, el profesor Juan Bosch, nuestro Partido de la Liberación Dominicana superará este trance; y saldrá más fuerte y vigoroso que antes, más unido y más compacto, coronándose con nuevas victorias en beneficio del pueblo dominicano.

En cuanto a mí respecta, se que desde que culminó mi última gestión de gobierno, en el 2012, he estado en el ojo del huracán de intereses en conflicto y ambiciones desmedidas de poder, que han procurado hacer mi voz irrelevante en el escenario político nacional.

De manera sistemática, como tal vez nunca antes ocurriera con figura pública alguna en la vida del país, se ha intentado degradarme, deshonrarme y hacerme añicos.

No se ha logrado, ni se logrará, pues como dice la palabra, nadie que ha confiado en Dios ha quedado defraudado. Por eso, cada día salgo protegido, al hacer mío el salmo 23, diciéndome:

¨Jehová es mi pastor y nada me faltará…Me guiará por sendas de justicia y aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo.¨

En todo caso, mi divisa es la de José Martí, el Apóstol de la Independencia de Cuba, en cuyas frases inmortales dijera:

¨Un hombre que oculta lo que piensa, o no se atreve a decir lo que piensa, no es un hombre honrado. Un hombre que se conforma con obedecer a leyes injustas, y permite que pisen el país en que nació los hombres que se lo maltratan, no es un hombre honrado.

¨Hay hombres que viven contentos aunque vivan sin decoro. Hay otros que padecen como en agonía cuando ven que los hombres viven sin decoro a su alrededor. En el mundo ha de haber cierta cantidad de decoro, como ha de haber cierta cantidad de luz. Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que les roban a los pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana.¨

Muchas Gracias.

Buenas Noches.


Fuente
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Friday, February 13, 2015

FBI debate relaciones de minorías con la policía




De Por ERIC TUCKER | Associated Press – jue, 12 feb 2015 17:00 CET





El director del FBI James Comey habla sobre la delicada cuestión de la interacción entre la policía y …


WASHINGTON (AP) — Estados Unidos está en una encrucijada en el tema de las relaciones de las minorías con la policía y debe enfrentar las "duras realidades" que experimentan los ciudadanos y los agentes de la ley, advirtió el jueves el director del FBI, James Comey.

Comey pronunció un discurso en la Universidad de Georgetown para ofrecer sus opiniones sobre un debate que ha conmovido a la nación en los últimos meses por el uso de la fuerza policial y la interacción con las minorías.

Las muertes a manos de policías blancos de Michael Brown en Missouri y Eric Garner en Nueva York, como también las muertes más recientes de dos policías de Nueva York, han planteado cuestiones delicadas en ambos polos del debate, afirmó.

Una de esas cuestiones es que los policías que trabajan en vecindarios donde la mayoría de los delitos callejeros son cometidos por varones negros jóvenes podrían alentar prejuicios inconscientes que afloran en situaciones sospechosas.

"Los dos jóvenes negros en una acera se parecen a muchos otros que el policía ha detenido", dijo. "Otros dos jóvenes blancos en la acera del frente, incluso si están vestidos igual, no lo parecen. El policía no hace la misma asociación siniestra sobre los dos blancos, sea el policía blanco o negro".

Pero otro hecho cierto es que las minorías en los vecindarios pobres suelen heredar "un legado de delito y prisión", un ciclo que dijo debe detenerse para mejorar las relaciones raciales con la policía.

Comey se sumó al secretario de Justicia, Eric Holder, para reclamar datos más precisos sobre el uso de la fuerza policial. Explicó que esa información es necesaria para adoptar decisiones justas.


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James Comey, Director de FBI, ayer 12 de Febrero, 2015, en la Universidad (jesuita) de Georgetown, Washington, D.C.



Nota: 
Mas claro que eso, ni el agua.
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Wednesday, January 14, 2015

Papa en encuentro interreligioso: No al uso de la religión para justificar violencia y guerra





Published on Jan 13, 2015


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En su discurso dijo que las personas no tienen que renunciar a su identidad étnica o religiosa para vivir en armonía. También pidió que no se use la religión para justificar la violencia.

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Thursday, December 25, 2014

Llueven críticas al rey Felipe VI tras su discurso de Navidad



Univision.com | Dec 25, 2014 | 11:29 AM


Getty Images
el rey Felipe VI de España durante su mensaje navideño.


El rey Felipe VI de España llamó este miércoles a "cortar de raíz y sin contemplaciones la corrupción" en su discurso de Nochebuena, apenas dos días después que un juez decidiera procesar a su hermana, la infanta Cristina, por fraude fiscal.

“Se esperaba que hiciera una mención mucho más clara y específica a la infanta Cristina”
"La lucha contra la corrupción es un objetivo irrenunciable" para regenerar la vida pública, afirmó Felipe VI en su primer mensaje de Navidad desde que fuera proclamado rey en junio pasado.
No obstante, Felipe VI no hizo ninguna mención explícita al caso de corrupción que afecta a su hermana, la infanta Cristina, y de quien espera que renuncie a sus derechos dinásticos.
El tema fue retomado por el diario El País que opinó en su editorial que unas palabras "al procesamiento de su hermana, que no es un problema familiar sino un serio percance para la corona y una grave preocupación para España, hubieran hecho su intervención mucho más convincente".
Por su parte, de acuerdo con el diario La Nación de Argentina, Gaspar Llamazares, del partido minoritario progresista Izquierda Unida (IU), declaró que "se esperaba que hiciera una mención mucho más clara y específica a la infanta Cristina". Llamzares definió el discurso como "continuista y frustrante, porque lo fundamental no lo ha dicho. No ha respondido a las expectativas".


La princesa española y su esposo, el Duque de Palma, irán a juicio por malversación de fondos.
El monarca, sentado junto a una ventana y al lado de dos fotos familiares, reconoció que ese tipo de comportamiento produce "indignación y desencanto" en la ciudadanía, pero "es cierto que los responsables de esas conductas irregulares están respondiendo de ellas; eso es una prueba del funcionamiento de nuestro Estado de Derecho".

"Pocos temas como éste suscitan una opinión tan unánime. Debemos cortar de raíz y sin contemplaciones la corrupción", afirmó el rey en su discurso, sin hacer mención directa a la situación de su hermana, dos días después de que el juez José Castro de los juzgados de Palma de Mallorca decidiera enviarla a juicio.

El magistrado dictó juicio oral "contra 17 personas, entre ellas la infanta Cristina, como cooperadora necesaria en dos delitos contra la Hacienda pública" por algo más de 300,000 euros cometidos por su marido, Iñaki Urdangarin, informó el lunes el Tribunal Superior de Justicia de Baleares.

"La honestidad de los servidores públicos es un pilar básico de nuestra convivencia en una España que todos queremos sana, limpia", dijo el rey a un país, donde la corrupción es la segunda gran preocupación de los españoles justo por detrás del desempleo, una lacra a la que también se refirió el monarca.

"Los índices de desempleo son todavía inaceptables y frustran las expectativas de nuestros jóvenes", aseguró Don Felipe, quien insistió en que la lucha contra el paro "debe continuar siendo nuestra gran prioridad" en un país con una tasa de desempleo del 23,67% en el tercer trimestre.

No obstante, tras seis años de crisis, el monarca, vestido con un traje gris oscuro, camisa blanca y corbata azul, quiso lanzar un mensaje de esperanza afirmando que "las principales magnitudes macroeconómicas están mejorando y hemos recuperado el crecimiento económico y la creación de empleo".

El rey también se refirió específicamente a Cataluña, tras el voto simbólico sobre la independencia de esta región nororiental española del 9 de noviembre pasado y el auge del independentismo en la misma, para afirmar que "es evidente que todos nos necesitamos".

Después de afirmar que Cataluña ha contribuido "a la estabilidad de España y a su progreso económico" tras el fin de la dictadura franquista en 1975, insistió en que "todos formamos parte de un tronco común del que somos complementarios los unos de los otros".

"Nadie en la España de hoy es adversario de nadie", insistió, asegurando que "los desencuentros no se resuelven con rupturas emocionales o sentimentales".


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