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Tuesday, May 26, 2015

Expresidente Fernández pide referéndum aprobatorio



Actualidad, Política

mayo 26, 2015






SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El expresidente de la República, Leonel Fernández solicitó este lunes un referéndum para que sea el pueblo quien decida si quiere o no reelección, asegurando que el proyecto de ley que está en el Senado es insuficiente e inaceptable por el riesgo que implica para instituciones democráticas.

Aseguró que establecer la reelección de manera indefinida sería crear el Trujillo del siglo XXI.

Durante su alocución el exmandatario de la República, citó las ocasiones en las que le fue propuesto modificar la Carta Magna para su reelección, sin embargo, asegura no aceptó.

Pueblo Dominicano:

Me dirijo a Uds. esta noche porque estoy consciente que debido a las tensiones suscitadas por el intento de reformar la Constitución de la República con el propósito de hacer posible la reelección presidencial, hay mucha intranquilidad y nerviosismo en distintos sectores de la vida nacional, y mucha angustia y ansiedad dentro de las filas del Partido de la Liberación Dominicana.

Lo primero que debo decir al respecto es que contrario a la percepción que ha querido crearse, mi observación a la referida reforma constitucional no obedece al hecho de que sea un ambicioso, un mezquino o un obstinado que desafía todos los obstáculos , aunque las circunstancias, supuestamente, no le favorezcan.

Nada más descabellado. Mi observación no obedece a razones tan innobles. Resulta, más bien, de una convicción; de valores y de principios que he sustentado con mi propia conducta o proceder, a lo largo del tiempo, cuando requerido por la dinámica de los acontecimientos, he tenido que adoptar decisiones sobre el particular.

Por ejemplo, muchos recordarán que durante mi primera gestión de gobierno, allá por el 1998, el presidente del Senado, Amable Aristy Castro, del Partido Reformista Social Cristiano, me hizo pública la propuesta de reformar la Constitución de la República a los fines de hacer posible la reelección presidencial.

El senador Aristy Castro incluso me visitó a mi casa para persuadirme de la necesidad de realizar la susodicha reforma. Al senador Aristy Castro le agradecí su gesto de confianza hacia mi persona, pero inmediatamente le expresé mi desacuerdo con su proyecto de reforma constitucional.

Pero el senador reformista no se daba por vencido. Poco tiempo después volvió, pero esta vez acompañado del Dr. Donald Reid Cabral, quien también se sumó a la causa de la necesidad de la reforma del texto sustantivo de la nación.

A ambos les reiteré mi negativa, pero había tal vehemencia y ardor en sus planteamientos que me pidieron visitar al Dr. Joaquín Balaguer, para escuchar directamente de sus labios el mensaje que me habían estado transmitiendo.

Visité a la legendaria figura de la política dominicana y hombre poseedor de una cultura enciclopédica, en su residencia de la Avenida Máximo Gómez No. 25. Allí conversamos sobre diversos tópicos, pero muy especialmente sobre el tema que nos concernía: el de la reforma constitucional para viabilizar la reelección presidencial.

Escuché con gran atención e interés al viejo zorro de la política discernir sobre la inevitabilidad de modificar nuestra Carta Sustantiva, en razón de las graves amenazas de inestabilidad y retroceso que se cernían sobre el país ante la posibilidad de que la oposición saliese triunfante en las urnas.

En todo caso, lo que le manifesté, en medio de la gratitud y el respeto, fue mi desacuerdo, fundamentado en el hecho de que no me parecía aconsejable modificar la Constitución para beneficio propio; y en razón de que la última vez que en la historia de la República se había intentado hacer, en la época de Horacio Vásquez, le abrimos las puertas a la larga tiranía de Rafael Leónidas Trujillo.

Mis argumentos no le parecieron convincentes. No estuvo satisfecho con mi decisión, pero finalmente la aceptó. Acordamos mantener la comunicación ante cualquier otra eventualidad. Nos dimos un fuerte abrazo; y finalmente, nos despedimos.

Como siempre, tomé la decisión que entendía correcta, guiado por mis principios. Años más tarde, con el apoyo de más de dos millones de votantes, por primera vez en la historia electoral de la República Dominicana, sin tener que haber modificado la Constitución, retornamos al poder en el 2004.

Con este triunfo del pueblo dominicano, desde el gobierno logramos recuperar la confianza, que estaba completamente perdida. Se redujo la tasa de cambio, que de 57 pesos por cada dolar, se colocó, de manera inimaginable, a tan solo 28 dólares por cada peso. La inflación bajó. La economía se estabilizó y volvió a crecer por encima del 7 por ciento del Producto Interno Bruto. Se generaron nuevos empleos. Se aplicaron, de manera activa y eficiente, políticas sociales que hoy son ejemplo para toda la región; y se disminuyó, en forma significativa, el nivel de pobreza.

Como consecuencia de esos logros, obtuvimos, nuevamente, el respaldo mayoritario del electorado en los comicios de medio término del año 2006. En esa oportunidad, conquistamos, por vez primera, como Partido de la Liberación Dominicana, el mayor número de Senadores, Diputados y Alcaldes en el espectro político nacional.

Debido a esa resonante victoria, proclamé que la ruptura histórica experimentada con el golpe de Estado contra el gobierno del profesor Juan Bosch, en el 1963, se había vuelto a reencontrar con el triunfo de las fuerzas peledeístas en el 2006.

Entonces afirmé que el boschismo había vuelto a ser mayoría en la República Dominicana, y que esa era la ocasión precisa para continuar la Revolución democrática institucional que el líder y fundador de nuestro glorioso Partido de la Liberación Dominicana, profesor Juan Bosch, el más agudo pensador y analista político nacional, había iniciado desde sus luchas en el exilio y tras la muerte de Trujillo.

En razón de que la Constitución fue modificada en el 2002 por mi antecesor, no tenía ningún impedimento constitucional ni legal para presentarme a un segundo mandato consecutivo en el año 2008. Así lo hice, obteniendo nuestro Partido de la Liberación Dominicana un nuevo triunfo, a pesar del impacto de la crisis económica global, que condujo a un incremento inusitado de hasta 147 dólares el barril de petróleo, y a alzas desmesuradas del precio de los alimentos, fruto de la especulación financiera de contratos a futuro de productos básicos.

El 2010 fue memorable. En esa ocasión, todo el mapa electoral de la República Dominicana fue teñido de morado. Se había logrado lo que nunca antes organización política alguna había alcanzado en la historia política de la República Dominicana: haber ganado 31 de de las 32 provincias del país.

Todo eso, naturalmente, era posible por la estabilidad, el crecimiento, el desarrollo, el progreso, la modernización, la institucionalización y el bienestar que venía experimentando nuestro país, bajo la conducción del Partido de la Liberación Dominicana.

Los representantes de organismos multilaterales, las delegaciones diplomáticas acreditadas en el país, las agencias calificadoras de riesgo, los diversos núcleos empresariales, los dirigentes sindicales, los visitantes extranjeros y los compatriotas que retornaban al lar patrio, todos sólo expresaban palabras de encomio y de asombro frente a los cambios que se erigían ante sus ojos, como testigos de excepción.

Y así, de esa manera, las agujas del reloj se movían de manera indetenible hacia la celebración de nuevos comicios presidenciales en el 2012. Pero desde un año antes, en el 2011, la efervescencia de la campaña empezó a sentirse. Se realizaban distintos actos en favor de una nueva reelección. Las diversas encuestas que se hacían, nos colocaban como favorito para ganar en primera vuelta.

Como parte de esos eventos, 27 Senadores me giraron una visita al Palacio Nacional sólo con el propósito de expresarme su solidaridad y apoyo ante cualquier decisión que adoptase con respecto al tema de la reelección. Igual ocurría con la mayoría de los Diputados y Alcaldes de nuestra organización política, quienes querían arrimar sus hombros y hacer causa común conmigo ante la eventualidad de una nueva candidatura presidencial.

Finalmente, aconteció lo insólito. Se celebró un solemne, apasionante y masivo acto en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, para hacer entrega de 2 millones 400 mil firmas de ciudadanos, en el que se nos solicitaba aceptar una nueva candidatura a la Presidencia de la República por el Partido de la Liberación Dominicana.

A pesar de todo el apoyo manifestado, de los grandes encuentros realizados y de todos los testimonios de respaldo, lo que hice fue pronunciar un discurso en el que expresé mi preocupación en el sentido de que si intentase responder positivamente a las peticiones de diversos sectores en favor de una nueva candidatura presidencial en el año 2012, se estaría reproduciendo una antigua y rechazada práctica histórica nacional de pretender perpetuarse en el poder.

No es esta la primera vez que lo digo. Eso lo expresé en el 2011, cuando tenía un respaldo abrumador, dentro y fuera de nuestro Partido; y cuando todas las encuestas señalaban que ganaría en primera vuelta con porcentajes parecidos a los de elecciones anteriores.

A pesar de todo eso, no cambié la Constitución para reelegirme. No lo hice en el 1998, cuando me pedían a voz en cuello que me amarrara los pantalones; ni lo hice en el 2011, cuando no claudiqué, ni ante el reclamo de las multitudes, ni ante los números de las encuestas.

La razón era muy sencilla. No lo hice por mi profundo respeto por la Constitución de la República; y por mi inocultable temor de que la democracia, por la que tanta sangre se ha derramado, fuera a sucumbir una vez más.

En el 2012 hice fue lo que me correspondía hacer, tanto por mi condición de Presidente del Partido de la Liberación Dominicana, como por lo que me dictaba mi propia conciencia, que era apoyar en cuerpo y alma a nuestro candidato presidencial, compañero Danilo Medina, a los fines de que pudiera coronar con éxito sus aspiraciones de subir las escalinatas del Palacio Nacional.

Nuestro candidato estaba 25 puntos por debajo en las encuestas. Pero decidimos trabajar unidos, como corresponde siempre dentro del Partido de la Liberación Dominicana. Creamos tres frentes de batalla. Recorrimos todo el territorio nacional. Concitamos, una vez más el apoyo nacional; y volvimos a ganar en primera vuelta.

Sé que en determinados círculos de opinión se sostiene el argumento de que el propósito de la reforma a la Constitución del 2010 fue el de rehabilitar mis posibilidades de retorno al poder. Nada más incierto. La reforma constitucional del 2010 no se hizo con esa finalidad.

Al revés, esa fue una reforma integral, pactada con todos los sectores de la vida nacional, mediante un mecanismo de consulta popular, como no se había hecho nunca en la historia nacional, que abarcó la casi totalidad de la Carta Sustantiva, motivo por el cual muchos abogaban que se hiciese bajo la forma de una Asamblea Constituyente.

En lo concerniente al actual sistema de elección presidencial, no fue mi criterio el que prevaleció. Fue el de otras fuerzas que consideraron que era más adecuado volver al modelo alternativo de la Constitución del 1994, que continuar con el mecanismo impuesto en la reforma del 2002.

Pero mi desapego y desinterés por ocupar cargos no proviene únicamente de haber desestimado en dos ocasiones reformar la Constitución para reelegirme. Eso viene de muchos años atrás, cuando, por ejemplo, en el 1986 fui escogido como Diputado por el Distrito Nacional, y a pesar de haber sido despojado injustamente de esa elección, no presenté un solo motivo de agravio ante las autoridades de nuestro Partido.

Lo mismo volvió a ocurrir en el 1990. En esa ocasión se me pidió , nueva vez, abandonar la boleta como eventual candidato a Diputado por el Distrito Nacional, porque, supuestamente, se tenía previsto que ocuparía la función de Canciller de la República, en el caso hipotético de un triunfo en las urnas.

Luego de los acontecimientos que frustraron la llegada al poder de nuestra organización en esas elecciones, un compañero, tal vez con el propósito deliberado de zaherirme, en tono sarcástico, me expresó: ¨Tu sabes que si hubiésemos ganado, a ti sólo te habrían propuesto la posición de Vice-canciller.¨

Mi respuesta le sorprendió. Sólo atiné a decirle: ¨Pero es que como Vice-canciller todavía habría sido demasiado para mí.¨

Posteriormente, en el 1993, cuando se me sugería ser candidato a la Vice-presidencia para las elecciones del año siguiente, en 1994, decliné amigablemente la propuesta, y hasta propuse quien sería el compañero más idóneo para tan alta distinción.

Todo este relato lo he traído a colación para indicar que en todo lo largo de mi trayectoria política, tal vez de manera atípica, nunca me he procurado cargos o puestos. Los que se han conquistado a lo largo de los años, han sido sobre la base del reconocimiento espontáneo y generoso de núcleos de amigos y compañeros que simplemente han confiado en mí; y han creído ver en mi persona determinadas cualidades que les atraen y les simpatizan.

Pero ni antes ni ahora mi lucha jamás ha sido por un cargo. Antes como en la actualidad, lo que siempre me ha animado es la lucha por una causa. Por una causa que considere justa, noble y valedera.

Y en estos momentos, la causa que asumimos es la del respeto por nuestra Constitución, la defensa de nuestra democracia y nuestro Estado de Derecho. Lo hago porque como principal promotor o auspiciador de la actual Carta Magna, sin que nadie me haya dado mandato para ello, me siento, sin embargo, en la obligación moral de ser su guardián, su vigilante y su centinela, al igual que todo el pueblo dominicano.

Pero, más aún, lo hago porque percibo que en nuestro medio no se ha llegado plenamente a comprender que el objetivo fundamental de una Constitución es el de establecer los límites al ejercicio del poder político.

La Constitución, además de disponer la protección y garantía del disfrute de los derechos fundamentales, contiene las reglas del juego político; y es como el semáforo en rojo que indica cuando hay que detenerse.

En la historia nacional ha habido quienes osadamente han modificado nuestra Ley de Leyes, para continuar su marcha desenfrenada, aún con la luz en rojo.

Y eso es lo que no podemos permitir que ocurra nunca.

Un destacado jurista y filósofo italiano del siglo XIX, Gian Domenico Romagnosi, llegó a sentenciar que ¨La Constitución es la ley suprema que un pueblo impone a sus gobernantes con el objeto de precaverse contra el despotismo”.

Parafraseando a Winston Churchill, el símbolo de la resistencia contra los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, la Constitución ¨no es un sofá que toma la forma de la última persona que se sentó en él.¨

En definitiva, la Constitución tiene una función de legitimación del poder político, tanto en su origen como en su desempeño. Para ella, la soberanía reside exclusivamente en el pueblo, de quien emanan todos los poderes, los cuales ejerce en los términos establecidos por la propia Constitución y las leyes.

Todo lo que se haga contrario a la Constitución es nulo. La Constitución es la fuente del Estado Democrático y Social de Derecho. Es la garantía del respeto a la dignidad de las personas; del derecho a la vida; a la libertad de expresión; a la integridad personal; a la libertad de conciencia y cultos; del derecho al honor, a la educación, a la salud y al trabajo.

Hace exactamente 50 años el pueblo dominicano se levantó en armas, en la gloriosa gesta heroica del 24 de abril de 1965, exigiendo el restablecimiento de la Constitución de la República, que había sido vilmente conculcada, infringida y quebrantada, por los autores de la asonada militar de septiembre de 1963, que puso fin, de manera abrupta, al primer ensayo democrático post-dictadura de Trujillo, encabezado por ese gran maestro de la política y la literatura, el profesor Juan Bosch.

Nosotros, los miembros y dirigentes del Partido de la Liberación Dominicano somos los legatarios universales de ese gran movimiento que fue la Revolución de Abril, pues sin ese acontecimiento, el líder y fundador de nuestro Partido no habría evolucionado en su pensamiento, dejándonos de esa manera huérfanos de una orientación que nos sirviera para convertirnos en los arquitectos de nuestro propio destino.

Sin Constitución no hay patria. Sin Constitución no hay nación; no hay familia. Sin Constitución todos nuestros derechos son desconocidos. Sin Constitución podemos ser esclavizados, tratados sin dignidad, sin respeto, sin honor. Sin Constitución, sencillamente, no existimos.

Por eso debemos conocer, respetar y honrar nuestra Constitución. Sólo ella nos protege contra la arbitrariedad, el despotismo, la tiranía y la opresión.

Dominicanas y Dominicanos:

El pasado 30 de abril fue depositado por ante el Senado de la República, un proyecto de ley que declara la necesidad de reformar la Constitución de la República en su artículo 124.

Ese proyecto de ley fue presentado por 13 honorables miembros de esa cámara legislativa, conforme al artículo 269 de la Constitución, según el cual nuestra Carta Sustantiva ¨podrá ser reformada si la proposición de reforma se presenta en el Congreso Nacional con el apoyo de la tercera parte de los miembros de una u otra cámara, o si es sometida por el Poder Ejecutivo.¨

El objetivo del proyecto de ley, como acaba de indicarse, es el de reformar el artículo 124 de la Constitución, que dice así:

¨El Poder Ejecutivo se ejerce por el o la Presidente de la República, quien será elegido cada cuatro años por voto directo y no podrá ser electo para el período constitucional siguiente.¨

El proyecto de ley para reformar la Constitución lo que indica es lo que sigue:

¨Artículo 1.- Se declara la necesidad de modificar el artículo 124 de la Constitución de la República del 26 de enero del año 2010, así como el establecimiento de un artículo tran]-sitorio en el texto de la misma, conforme se indica en el siguiente artículo.

¨Artículo 2.- La presente reforma tiene por objeto:

¨a) permitir que el Presidente de la República disponga del derecho de poder optar por un segundo y único período constitucional consecutivo, no pudiendo postularse jamás al mismo cargo.

¨b) establecer un artículo transitorio en que se consigne de que en el caso eventual de que el Presidente de la República actual, correspondiente al período 2012-2016, sea candidato presidencial para el período 2016-2020, no podrá presentarse para el siguiente y para ningún otro.¨

Como ha podido constatarse, el objetivo de la reforma constitucional es el de hacer posible la reelección presidencial para un segundo período consecutivo, y que luego no pueda postularse jamás.

Como he expuesto de manera consistente, estando en el poder o fuera de él, siempre he estado de acuerdo con la reelección presidencial como figura jurídica, porque, en realidad, cuatro años resultan pocos para un gobierno que está realizando una buena labor.

Por eso, en el caso de que así lo contemple la Constitución, al momento de iniciarse el mandato presidencial, como fue mi caso en el 2008, lo ideal es que el pueblo decida en las urnas, y que el representante del Poder Ejecutivo pueda tener la oportunidad de reelegirse para un segundo período consecutivo.

Ese es el modelo norteamericano, que empezó como costumbre cuando luego de haber agotado dos períodos consecutivos de cuatro años, George Washington, el primer presidente, no sólo de los Estados Unidos, sino del mundo, pasó a retiro.

Esa práctica continuó con John Adams, Thomas Jefferson, James Madison, James Monroe y todos los ejecutivos norteamericanos, hasta Franklin Delano Roosevelt, que por el hecho de la Gran Depresión, en la década de los treinta, y la Segunda Guerra Mundial, fue electo cuatro veces para ocupar la Casa Blanca.

Fue después de Roosevelt, en la Enmienda No. 22 de la Constitución de los Estados Unidos, ratificada el 27 de febrero de 1951, que vino a instituirse, por vía constitucional, de sólo dos períodos presidenciales, y nada más.

Pero ni siquiera en nuestra propia región de América Latina y el Caribe, ese sistema norteamericano tiene carácter de validez universal. En México, por ejemplo, es un solo período de seis años, llamado sexenio. En Colombia, después del presidente Álvaro Uribe, dos períodos de cuatro años. Igual en Argentina. En Brasil, son dos períodos consecutivos, brincar el tercero, y poder volver.

En Chile y Uruguay es igual que aquí: un período sí y otro no. En Venezuela, es indefinido.

En resumen, lo que quiero hacer significar es que no existe un modelo único de agotamiento de períodos presidenciales, aceptado de igual manera por todos. Por tanto, no es válida la idea de que la reelección presidencial, por su propia naturaleza, es mala. No es así. Si hubiese tenido esa creencia, no habría sido candidato a la reelección en el 2008 para un segundo período consecutivo.

El debate, más bien, gira en torno a si es apropiado, si es correcto modificar la Constitución con el único propósito de hacer potable la reelección presidencial.

Por mi trayectoria personal, ya se sabe que no soy partidario de ese tipo de acción. Me inclinaría por el criterio de realizar esa modificación cuando recaiga en un momento que no beneficie al incumbente, esto es, al presidente de turno, para de esa manera no resquebrajar la institucionalidad.

Más aún, considero que en casos de trascendencia tal, como el de una modificación a la Carta Magna, que involucra el interés de la nación, la fórmula más adecuada y eficaz para salir hacia adelante, es mediante el diálogo, la construcción de consensos y la unificación de criterios, tanto dentro del propio Partido, como en toda la sociedad.

Así se hizo con la reforma constitucional del 2010, en la que las distintas organizaciones cívicas del país fueron invitadas a participar de una consulta popular, en la cual expresaron sus propuestas sobre cómo debía quedar organizado el Estado dominicano del siglo XXI.

En adición al mecanismo de las consultas populares, se creó una comisión de 15 juristas expertos en Derecho Constitucional, que contribuyeron con el diseño técnico jurídico final de las propuestas.

De esa manera, en comunicación constante con todas las fuerzas vivas de la nación, en forma abierta y democrática, se realizó la más profunda y progresista reforma constitucional en nuestro país, después de la histórica y emblemática del 1963.

En síntesis, aunque desde mi perspectiva no es lo más idóneo ni es lo más apropiado, tampoco es que una Constitución no pueda modificarse para hacer posible un segundo mandato presidencial consecutivo.

Desde el punto de vista jurídico, se puede. Lo que ocurre es que tiene que hacerse respetando el procedimiento consagrado en la propia Constitución.

En ese aspecto, me preocupa que en el debate que ha surgido para modificar nuestra Carta Sustantiva, se quiera desconocer que la ley que convoca a la Asamblea Nacional Revisora sea una ley orgánica, la cual, por consiguiente, requiere de la aprobación de las dos terceras partes de los presentes, tanto del Senado como de la Cámara de Diputados.

Se comprende que si para someter dicho proyecto de ley, se requiere que no sea un solo Senador o un solo Diputado, sino una tercera parte de los miembros del Senado, o una tercera parte de los miembros de la Cámara de Diputados, es porque se trata de algo no ordinario, sino especial.

Luego, si conforme al artículo 271 de nuestra actual Constitución, para aprobar la reforma propuesta, la Asamblea Nacional Revisora, que es la reunión de ambas cámaras, Senado y Cámara de Diputados, requiere las dos terceras partes de los votos, ¿ por qué razón, entonces, se le quiere negar la condición de orgánica a la ley que declara la necesidad de reformar la Constitución?

Eso, que parece un debate, más para abogados que para el resto de la ciudadanía, tiene, sin embargo, una trascendencia enorme para el futuro de nuestra democracia.

Porque lo que estamos discutiendo es si nuestra Constitución debe ser rígida o flexible. Si es rígida es difícil de modificar, que es lo que se desea para cualquier Constitución en el mundo. Si es flexible, entonces se hace susceptible de ser modificada por cualquier capricho, quebrantándose, de esa manera, el Estado de Derecho.

Pero, además, me preocupa que se tejan ardides y se elaboren argucias para eludir el hecho de que una reforma como la que se está planteando requiera de algún mecanismo de legitimación popular, como sería el caso, por ejemplo, de un referendo aprobatorio.

Para aspirar a reformar la actual Constitución de la República y hacer posible la reelección presidencial, se parte de la premisa del enorme respaldo que recibe el Presidente de la República, en las distintas mediciones o encuestas que se realizan.

Sobre esa base, se ha levantado la consigna que se lee en letreros, en distintas partes del país, de que el pueblo es el que manda.

Comparto esa opinión. El pueblo es el que manda; y si es así, dejemos que sea el pueblo el que efectivamente se exprese mediante la realización de un referendo aprobatorio, para que diga directamente si quiere o no la reforma constitucional, conforme al artículo 272 de nuestra Constitución.

Ese sería un ejemplo hermosísimo de democracia directa, como nunca antes se ha visto en la historia nacional. De esa manera, nuestro Partido de la Liberación Dominicana estaría a la altura de las grandes expectativas nacionales, se cubriría nuevamente de gloria, y dejaría escrito un nuevo capítulo ejemplarizador en las luchas de nuestro pueblo por la democracia y la libertad.

Yo mismo me sumaría con entusiasmo a esa gran jornada cívica. Recorrería el país nuevamente, junto a todo el que se sienta identificado conmigo, en favor de que el pueblo manifieste su voluntad en favor del cambio a la Constitución.

Se que lo que late en el corazón de todos los miembros de la alta dirección de nuestro Partido es que en estos momentos, por lo que refieren las encuestas, el compañero presidente Danilo Medina es quien se encuentra en mayores posibilidades de garantizar un nuevo triunfo morado en las urnas.

Si la Constitución permitiera la reelección presidencial, como ocurría en el 2008, todo sería muy fácil. Esta discusión no se habría suscitado. Todos estaríamos apoyando a nuestra mejor opción. Pero resulta que la Constitución no lo permite.

Aún así, no es mi propósito erigir obstáculos en las aspiraciones legítimas de triunfo que todos albergamos; y aunque por convicción y trayectoria, como he sostenido, no soy partidario de modificar la Constitución con el único propósito de hacer posible la reelección presidencial, me inclinaría reverentemente y con humildad ante lo que sería la voluntad del pueblo, expresada en un referendo.

Ya lo decía Abraham Lincoln, ese gigante de la lucha por la libertad, que salvó a su nación de la inminencia de una gran división, en medio de la Guerra de Secesión, para liberar a los esclavos, al afirmar: ¨La democracia es el régimen del pueblo, para el pueblo y por el pueblo.¨

Nunca temamos al pueblo. Dejemos que el pueblo hable. Así lo manda nuestra Constitución.

En nuestro humilde criterio, el proyecto de reforma que se ha depositado en el Senado de la República, no ofrece, por sí solo, suficientes garantías ni seguridad jurídica en el sentido de que la reforma que se quiere hacer en la actualidad, no volverá a repetirse en el futuro.

No es que se ponga en dudas la palabra o las sanas intenciones de los Senadores que han formulado la propuesta de reforma constitucional. Es que, sencillamente, el artículo transitorio que se aspira a consignar dejaría tan vulnerable la posibilidad de reformar nuestra Constitución en el futuro, como en la actualidad interpretan algunos miembros de nuestra comunidad jurídica que puede hacerse, esto es, sin aprobación de ley orgánica ni realización de referendo aprobatorio.

Eso, naturalmente, sería sumamente peligroso para el porvenir de nuestro pueblo. Sería nefasto. Sería catastrófico, ya que dejaría las posibilidades abiertas para que en la posteridad surja algún aventurero que modifique de nuevo la Constitución, pero esta vez para establecer la reelección indefinida, e intentar perpetuarse en el poder.

Así tendríamos el Trujillo del siglo XXI, que vendría a cercenar nuestras libertades, a mutilar nuestra dignidad y a truncar nuestro porvenir como pueblo.

Eso no lo podemos permitir. La historia condenaría a nuestra generación como irresponsable, irreflexiva e insensata, pues advirtiendo el peligro y la amenaza que significaba para el futuro de nuestra democracia, de nuestra sociedad y de nuestras familias, no tuvimos el valor de alzar nuestra voz y actuar en consecuencia.

Obviamente, lo hacemos con respeto; y lo que afirmo es que el proyecto de ley, actualmente en el Senado, que procura modificar la Constitución de la República es insuficiente, y por lo tanto, inaceptable, por el riesgo y la inseguridad que implica para la supervivencia de nuestras instituciones democráticas.

Aunque para muchos resulta más que claro en la actualidad, para no dar lugar a dudas en los años por venir, para que no haya ningún equívoco o falsa interpretación, debería contemplarse modificar el artículo 270 del texto constitucional, para que en lo sucesivo, en forma directa señale que la Ley de Convocatoria a la Asamblea Nacional Revisora debe ser aprobada, ni siquiera como una ley orgánica, sino como una ley especial, con las tres cuartas partes de la matrícula de ambas cámaras.

De igual manera, debería someterse a modificación el artículo 271, para establecer que en lo sucesivo, si la reforma constitucional versa sobre el mandato de elección constitucional del Presidente de la República, la decisión deberá adoptarse también por la mayoría de las tres cuartas partes de los miembros de la Asamblea Revisora

Debería también someterse al Congreso Nacional, para que rija en lo adelante, la ley que dispone la Consulta Popular, para que pueda modificarse la Constitución conforme al artículo 210 de la misma.

Finalmente, en lo atinente a la celebración del referendo aprobatorio, previsto en el artículo 272, la propuesta es que el número de electores se eleve del 30 al 60 por ciento de los inscritos en el registro electoral, para de esa manera hacerlo más participativo y democrático.

La idea es, vuelvo a repetirlo, que la Constitución sea rígida. Que no pueda ser cambiada o modificada tan fácilmente. Que no dé lugar a interpretaciones aviesas o acomodaticias. Que la Constitución sea, de manera permanente, el pacto suscrito por los diversos sectores que componen la sociedad dominicana, para que prevalezca siempre la paz, el progreso y la convivencia civilizada.

Como puede apreciarse, lo que sugiero es simple. No persigo cargo o puesto alguno. Sólo invoco que se respete la Constitución, para que un mal ejemplo de hoy no se convierta en la excusa o la justificación del mañana; y que todo lo construido hasta hoy, con el esfuerzo laborioso de todos los dominicanos y dominicanas, se destruya, por las ambiciones irrefrenables de poder que cada cierto tiempo surgen en el horizonte nacional.

Reconozco que como consecuencia de las discrepancias que se han suscitado en torno al proyecto de reforma constitucional que procura la reelección presidencial, ha surgido mucha intranquilidad y desasosiego en nuestro pueblo, y mucha mortificación y aflicción en la familia peledeísta.

A pesar de nuestras diferencias, hago todo el esfuerzo para que nuestro Partido se mantenga fuerte, cohesionado y unido. Por eso, incentivo una línea de diálogo permanente para superar nuestros escollos.

Todo lo que he sido y soy políticamente se lo debo al profesor Juan Bosch y al Partido de la Liberación Dominicana. Amo profundamente a nuestro partido de la bandera morada y la estrella amarilla. Ahí me he formado. Ahí he luchado junto a mis compañeros y compañeras durante los últimos 42 años, en favor de la democracia, la libertad y la prosperidad de nuestro pueblo.

No escapa a mi conocimiento, por demás, que en estos momentos el Partido de la Liberación Dominicana es la única fuerza verdaderamente organizada que le queda a la democracia dominicana; y que un descalabro nuestro sería una tragedia para la estabilidad democrática de nuestra nación.

Por tanto, puedo asegurar que por la sensatez que nos caracteriza, por nuestro sentido de responsabilidad, por nuestra visión de la historia, por nuestro compromiso con el futuro y por nuestra deuda imperecedera con nuestro maestro y guía, el profesor Juan Bosch, nuestro Partido de la Liberación Dominicana superará este trance; y saldrá más fuerte y vigoroso que antes, más unido y más compacto, coronándose con nuevas victorias en beneficio del pueblo dominicano.

En cuanto a mí respecta, se que desde que culminó mi última gestión de gobierno, en el 2012, he estado en el ojo del huracán de intereses en conflicto y ambiciones desmedidas de poder, que han procurado hacer mi voz irrelevante en el escenario político nacional.

De manera sistemática, como tal vez nunca antes ocurriera con figura pública alguna en la vida del país, se ha intentado degradarme, deshonrarme y hacerme añicos.

No se ha logrado, ni se logrará, pues como dice la palabra, nadie que ha confiado en Dios ha quedado defraudado. Por eso, cada día salgo protegido, al hacer mío el salmo 23, diciéndome:

¨Jehová es mi pastor y nada me faltará…Me guiará por sendas de justicia y aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo.¨

En todo caso, mi divisa es la de José Martí, el Apóstol de la Independencia de Cuba, en cuyas frases inmortales dijera:

¨Un hombre que oculta lo que piensa, o no se atreve a decir lo que piensa, no es un hombre honrado. Un hombre que se conforma con obedecer a leyes injustas, y permite que pisen el país en que nació los hombres que se lo maltratan, no es un hombre honrado.

¨Hay hombres que viven contentos aunque vivan sin decoro. Hay otros que padecen como en agonía cuando ven que los hombres viven sin decoro a su alrededor. En el mundo ha de haber cierta cantidad de decoro, como ha de haber cierta cantidad de luz. Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que les roban a los pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana.¨

Muchas Gracias.

Buenas Noches.


Fuente
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Sunday, July 7, 2013

Los cheques de la chakana: la conexión Santo Domingo de Alejandro Toledo




panoramaperu

Published on Jun 30, 2013


Una nueva investigación de Panorama saca a la luz sospechosos hechos ocurridos durante la última campaña electoral de Alejandro Toledo durante la cual habría recibido fondos ilícitos.

Ingresa a http://ptv.pe/130790 para más información

Emitido en el programa Panorama de Panamericana Televisión el 30/06/2013

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Friday, June 14, 2013

General dominicano revela que Leonel Fernández es investigado por EE.UU


VIERNES, 7 DE JUNIO DE 2013






Rafael Percíbal Peña

Erasmo Chalas Tejeda
Fuente, http://www.elsiembrahielo.net/


NUEVA YORK.- El general licenciado Rafael Percíbal Peña, quien se encuentra de visita aquí en esta ciudad, reveló que el ex presidente doctor Leonel Fernández Reyna estaría siendo investigados por autoridades del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica luego de conocerse las distintas denuncias y querellas en su contra por asuntos de presunta corrupción durante su pasada gestión gubernamental.


El militar y abogado hizo esas declaraciones luego que participara como Fiscal durante el juicio que se le realizó al ex mandatario en un Tribunal Popular en la ciudad de Nueva York, el pasado domingo, donde Fernández Reyna fue condenado de forma simbólica por ese organismo judicial a 30 años de presión tras ser hallado culpable de actos de corrupción y lavado de activos durante sus pasados gobiernos.


Percíbal Peña afirmó que la gente solo habla de la querella que le interpuso el doctor Guillermo Moreno al ex presidente, pero que existen otras más y que en los próximos días serán presentadas tres acusaciones en su contra, incluyendo una donde existe un cheque que compromete la responsabilidad del doctor Leonel Fernández Reyna.


Insistió que el presidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), debe ser investigado por la Justicia Dominicana debido a que durante su gestión se realizaron demasiado actos de corrupción que lo comprometen a él y muchos de sus ex funcionarios.


El general retirado hizo estas revelaciones al compartir con un grupo de representantes de organizaciones de taxis de esta ciudad de Nueva York, durante un encuentro en el condado de El Bronx, en Nueva York.


Por otra parte, el general Percíbal Peña dijo que los tres principales partidos políticos de República Dominicana (PLD, PRD y PRSC) lo único que le han dado a esa nación ha sido atraso y pobreza, ya que con los recursos naturales que posee el país dominicano "es para que su gente viven en otra condición y existiera un mejor porvenir".


Insistió que la nación dominicana no podrá salir a camino mientras la población siga creyendo en esos partidos tradiciones, que solo le han hecho mucho daño a la democracia y lo han mantenido sumido en la más espantosa miseria.


Nota: Según explico el declarante él es general hasta tanto la Corte Interamericana de justicia emita una decisión sobre su caso. dijo que Leonel violó la constitución cuando lo puso en retiro...


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Thursday, November 29, 2012

El abismo fiscal de República Dominicana

El servicio de deuda equivaldrá a 44% de los ingresos del gobierno para 2015, pese a nuevos aumentos de impuestos




Por MARY ANASTASIA O'GRADY




WSJ's Mary Anastasia O'Grady and James Freeman discuss the Dominican Republic's steep new taxes. The government's lack of public spending control paired with tax increases could serve as a cautionary tale. Photo: Getty Images.


Si los demócratas hubieran obtenido mejores resultados en las elecciones legislativas del 6 noviembre en Estados Unidos, el presidente Barack Obama tal vez no habría tenido que negociar con los republicanos para evitar el abismo fiscal que enfrenta el país. El mandatario podría simplemente haber enviado sus aumentos de impuestos a "los ricos" al Congreso, donde probablemente se aprobarían, sin debate, en cuestión de días.

Eso suena bien para los expertos que lamentan el estancamiento en Washington. Y cuando los mayores impuestos para el 2% de los estadounidenses más adinerados no frenen el creciente déficit, el presidente podría pedirle al Congreso que apunte a un número más amplio de la población de clase media en EE.UU.

Bienvenido a República Dominicana, donde desde 2000 se han llevado a cabo nueve "reformas", ya sea imponiendo nuevos impuestos o aumentando los existentes. Los ingresos adicionales nunca han sido suficientes para cerrar el creciente hueco en las finanzas del gobierno. Así que este mes el presidente Danilo Medina, aprovechando la mayoría que tiene en la Cámara de Diputados y el Senado, ha aplicado un aumento significativo de impuestos sobre los ahorradores, consumidores y productores.


European Pressphoto Agency

Una mujer protesta tras un discurso del ex presidente Leonel Fernández.

Medina ha estado en la presidencia desde agosto, pero su Partido de la Liberación Dominicana ha dominado el cargo por 12 años de los últimos 16, con Leonel Fernández, ex presidente y jefe del partido, a la cabeza. Fernández es un político de carrera, que, a juzgar por sus antecedentes, cree que entre más gente trabaje para el Estado, y dependa de éste, más éxito tendrá su partido.

El Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), con sede en Santo Domingo, ha escrito un resumen del nuevo paquete tributario que los dominicanos, con su ingreso anual per cápita de US$5.500, tendrán que soportar. Algunos de los puntos oscuros del informe son un aumento del impuesto al valor agregado de 16% a 18%, alzas de los impuestos a la gasolina y el diésel, y un nuevo tributo sobre las emisiones de CO2 que se suman al precio de los autos nuevos. El centro también reporta que los impuestos sobre las bebidas alcohólicas, el tabaco, la televisión por cable y la propiedad de un vehículo también subirán.

Los ahorradores e inversionistas se verán perjudicados por nuevas tasas impositivas sobre los dividendos e intereses. La indexación salarial por inflación sobre las ganancias individuales será suspendida por tres años, lo cual llevará a quienes reciben bajos ingresos a una categoría tributaria más alta. Para apuntar al sector informal, también hay un impuesto anual mínimo de US$300 para cualquier negocio que haga compras mensuales de US$1.250 o más. No está clara la forma en la que este tributo será cobrado. Las zonas francas enfrentarán tasas tributarias más altas sobre las ventas nacionales.

Se supone que los nuevos gravámenes produzcan ingresos anuales adicionales para el gobierno de US$1.150 millones, aunque la cifra parece optimista. CREES espera algo cercano a US$800 millones durante el primer año y cifras menores en años subsecuentes a medida que los dominicanos ajustan su comportamiento en respuesta a los impuestos más altos.

En tanto, los gastos del gobierno están subiendo. CREES dice que la deuda gubernamental (excluyendo la deuda del banco central y la del banco comercial estatal) aumentó a US$16.600 millones a fines de 2011 desde US$6.600 millones a fines de 2004. Se trata de un salto de 152% en siete años.

CREES proyecta que incluso si el ingreso anual adicional llega a US$800 millones, para 2015 el costo de servir la deuda equivaldrá a 44% del ingreso total del gobierno, muy por encima del 30% máximo requerido para ser sostenible. Se espera que para fines de este año, los pagos de intereses del tesoro dominicano asciendan a 269% en dólares frente a los niveles de 2004. De acuerdo con los estimados de CREES, después de los aumentos de impuestos, los pagos de intereses llegarán a 30% del total de ingresos para 2016, significativamente más que el 15% típico usado para medir la sostenibilidad.

¿Cree que los déficits se deben a la "inversión" en educación, carreteras o puentes? No precisamente. Lo que está exprimiendo al tesoro es el servicio de deuda, los subsidios a las compañías de distribución eléctrica estatales, programas de obras públicas no justificados, y una enorme nómina del sector público para aquellos que consideran a Fernández como su "patrón".

Mire estos hechos: CREES dice que en 2011, el gasto del gobierno en personal subió 262% en dólares frente a 2004. Por otro lado, durante el mismo período, el pago de transferencias para financiar entidades públicas subió 608% en dólares. El gasto en obras públicas ascendió 288%. CREES estima que aunque los ingresos del gobierno han subido 167% en dólares entre 2004 y 2012, el gasto ha aumentado 234% durante el mismo período.

Tal vez no sea coincidencia que República Dominicana ahora lidere el mundo en materia de corrupción. De los 144 países en el Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial de 2012 y 2013, República Dominicana se ubica en el puesto 142 en la categoría de "desvíos de fondos públicos" y está en el último lugar en el "favoritismo en las decisiones del gobierno" y en el "despilfarro del gasto gubernamental".

Tal vez ninguna situación capte la gula de la burocracia con el dinero de los contribuyentes como el servicio exterior. Según el periodista dominicano Juan Bolívar Díaz, del sitio web Hoy, la nómina tiene 660 diplomáticos y 503 personas en el servicio consular, "muchos de los cuales son auténticas cuotas del clientelismo político y el nepotismo". El personal diplomático dominicano hace palidecer el de muchos países más grandes.

Fernández, quien tuvo que dejar su cargo después de dos períodos consecutivos, podrá volver a ser candidato presidencial en 2016 y probablemente lo será. De ser así, se espera que su modelo populista y de patrocinio político lo lleve a la victoria. Pero en algún punto tendrá que pagar por todo. Con casi 60% de la economía en el sector informal, puede que encuentre esa tarea cada vez más difícil, incluso si controla el Congreso.

Escriba a O'Grady@wsj.com.

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Thursday, February 23, 2012

Descubren cuenta bancaria de 43 millones de euros Margarita Cedeño de Fernández

Categoría: Nacionales,Principal |

El Jacaguero

SANTIAGO, RD.- Una denuncia de corrupción sin precedente surgió en la mañana de hoy en la ciudad de Santiago, cuando el comunicador Marcos Martínez, productor y conductor del programa Diario 55, dio a conocer la existencia de una cuenta bancaria a nombre de la candidata vicepresidencial del Partido dela Liberación Dominicana, de Margarita Cedeño de Fernández.

El licenciado Martínez hizo una presentación documentada con el nombre del banco, DANSKE BANK, el país de origen, el

Leonel, Margarita y Danilo.

número de cuenta, los fondos depositados y los titulares de dicha cuenta.

Durante la presentación, el comunicador dio a conocer que a la referida cuenta se giraron cheques por valor de 18 millones 950 mil euros, y que la misma tenía como depósito un total de 43 millones 892 mil 678 euros, equivalente a 2 mil 200 millones de pesos.

De acuerdo a una nota enviada a Eljacaguero, el comunicador reveló que el cheque número 50 por un valor de 5 millones 150 mil euros fue a nombre de la Fundación del senador del PLD Feliz Bautista, conocida por sus siglas FUNDI.

Reveló que el cheque número 50 por un valor de 5,150.00 euros fue a nombre dela Fundacióndel senador del PLD Feliz Bautista, conocida por sus siglas FUNDI.

El cheque número 51 por valor de 4,200.00 euros fue emitido a nombre del Banco de Reservas dela RepúblicaDominicana, y el número 52 por valor 9,6000.00 a nombre del FUNGLODE.

El abogado y comunicador, además de establecer la sede del banco donde fue aperturaza la cuenta en Dinamarca, continuó su relato en el que presentaba los documentos en que sustentaba sus argumentos, e hizo algo inusual en el periodismo dominicano cuando precisó que la titularidad de la cuenta correspondía al señor Alberto Cedeño y a la señora Margarita Cedeño.

Con la responsabilidad que lo caracteriza, el comunicador santiaguero, precisó que hacía la revelación de este hecho porque a pesar de ser amigo tanto del candidato del Partido de la Liberación Dominicana como del Ingeniero Hipólito Mejía consideró que un hecho de esa naturaleza no podía dejarlo pasar como algo sin importancia y que la misma estaba por encima de los intereses políticos.

Al final de la presentación, el comunicador Martínez, expresó que asumía la responsabilidad y las consecuencias de lo que acababa de hacer público y eximía de responsabilidad al propietario del canal por donde se transmite el espacio por donde se formularon todos los aspectos concernientes a la mencionada cuenta.



Fuente
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Tuesday, October 18, 2011

Wikileaks: EE.UU dice Iglesia Católica critica pero no propone soluciones

wikileaks


Resalta que la Iglesia Católica fue favorecida por el dictador Rafael Trujillo con la firma del Concordato

18 de octubre del 2011
Gustavo Olivo Peña/Acento.com.do









Nicolás López con Leonel Fernández y Margarita Cedeño.







César de la Cruz/Acento.com.do





SANTO DOMINGO, República Dominicana.-La embajada de Estados Unidos en Santo Domingo consideró que la cúpula de la Iglesia Católica dominicana utiliza su peso y su influencia social para denuncia los problemas y hacer duras críticas, pero no señala a los culpables ni propone las posibles soluciones.

Un cable enviado por esa legación diplomática al Departamento de Estado en Washington DC, numerado 003024, de fecha 2 de junio de 2005, destaca la gran influencia de la Iglesia Católica, a la cual pertenece dice pertenecer la gran mayoría del pueblo dominicano, y que en las encuestas es señalada como una de las instituciones con mayor credibilidad.

El cable, calificado de “sensitivo”, forma parte de los más de 2 mil documentos sobre República Dominicana que están disponibles en el portal Wikileaks.

Sostiene que, a través de un puñado de miembros destacados, “la Iglesia Católica se hace escuchar sobre los principios generales, pero rara vez prescribe remedios específicos o reprende a individuos en público”, aunque su presencia se siente en una amplia gama del ámbito social y político.

Indica que en las encuestas de opinión, la Iglesia siempre supera a otras instituciones nacionales que cuentan con la confianza de la gente, y que en 2004, en una encuesta, la Iglesia obtuvo el 71% de la credibilidad del público; los bancos, 41%; las Fuerzas Armadas, 40%; el Presidente, 37%; la Policía, 37%; el Poder Judicial, 32%; 24% el Congreso, y los partidos políticos el 18%. Agrega que el clero Católico Dominicano cita estas cifras con satisfacción.

“No hay una religión de Estado en la República Dominicana. La dictadura de Trujillo firmó un Concordato con la Santa Sede en 1954, un acuerdo bilateral que dio a la Iglesia Católica el derecho a impartir enseñanza religiosa en las escuelas públicas, financiamiento estatal para la construcción y reparación de las instalaciones de la Iglesia, y una exención de aranceles aduaneros para la importación de bienes”, señala.

“El Concordato proporciona inmunidad general clerical ante la detención, el encarcelamiento y enjuiciamiento, pero permite que el Estado atienda casos por sus méritos individuales”, subraya el informe.

Los sacerdote de la base eclesial

El cable señal que el Padre Jorge Cela se ha especializado en el trabajo de las ONG y actualmente es miembro de "Fe y Alegría", entidad eclesial a la que llama “ONG local”.

“El Padre Cela, en una reciente reunión con nosotros, argumentó que el papel de la Iglesia es como mediador para la sociedad y la política, y como defensor de los pobres. Una vez que la Iglesia se sale de estas dos funciones, a su juicio, pierde credibilidad. En comentarios que hacen eco de los que nos expresó el Nuncio, P. Broglio, Cela señaló que la mayoría del clero y de las instituciones afiliadas a la Iglesia no hablan en público, pero que su trabajo beneficia a la sociedad por lo menos tanto como las declaraciones públicas de la jerarquía eclesiástica”, expresa.

El cable

UNCLAS SECTION 01 OF 03 SANTO DOMINGO 003024

SENSITIVE

DEPT FOR WHA/CAR, INR; SOUTHCOM ALSO FOR POLAD

E.O. 12958: N/A

TAGS: DR PREL SOCI

SUBJECT: DOMINICAN POLITICS #27: THE DOMINICAN CATHOLIC CHURCH - AVUNCULAR, ACTIVIST AND TRUSTED

2005-06-02 18:24

Asunto: la política dominicana: la iglesia católica dominicana –paternal, activista y confiable

1-(SBU) El que sigue, es el número 27 de nuestra serie sobre el primer año de gobierno de Leonel Fernández.

La Iglesia Católica dominicana – Paternal, activista, y de confianza

Al igual que muchos países de América Latina, la República Dominicana tiene una mayoría nominalmente católica romana. Durante 500 años la Iglesia Católica dominicana no sólo ha sido la institución religiosa por excelencia, sino que también ha ejercido una importante influencia política. Este doble papel continúa en la actualidad, a pesar de las incursiones de otras denominaciones, entre las preferencias religiosas de los dominicanos. A través de un puñado de miembros destacados, la Iglesia Católica se hace escuchar sobre los principios generales, pero rara vez prescribe remedios específicos o reprende a individuos en público. Su presencia se siente en una amplia gama del ámbito social y político.

Una visión católica

Una encuesta de 1997 arrojó que el 68% de los dominicanos son católicos, pero la Iglesia Católica establece la cifra en un 87%. En las encuestas de opinión, la Iglesia siempre supera a otras instituciones nacionales que cuentan con la confianza de la gente. El año pasado, la Iglesia obtuvo el 71%; los bancos, 41%; las Fuerzas Armadas, 40%; el Presidente, 37%; la Policía, 37%; el Poder Judicial, 32%; 24% el Congreso, y los partidos políticos el 18%. El clero Católico Dominicano cita estas cifras con satisfacción.

No hay una religión de Estado en la República Dominicana. La dictadura de Trujillo firmó un Concordato con la Santa Sede en 1954, un acuerdo bilateral que dio a la Iglesia Católica el derecho a impartir enseñanza religiosa en las escuelas públicas, financiamiento estatal para la construcción y reparación de las instalaciones de la Iglesia, y una exención de aranceles aduaneros para la importación de bienes. El Concordato proporciona inmunidad general clerical ante la detención, el encarcelamiento y enjuiciamiento, pero permite que el Estado atienda casos por sus méritos individuales. El Nuncio Apostólico –el embajador del Vaticano en la República Dominicana– funciona como decano del cuerpo diplomático. El Nuncio actual es ciudadano de los EE.UU., Timothy Broglio, quien ha estado residiendo en Santo Domingo durante cuatro años.

Los sacerdotes católicos son el único clero reconocido por el Estado facultado para celebrar matrimonios. En los barrios populares, muchos creen que el matrimonio en virtud de otro régimen religioso llevará a la excomunión automática, y en muchos casos, las uniones siguen siendo por la ley común. A principios de 2005, el Congreso dominicano aprobó una ley para reconocer los matrimonios realizados por otras denominaciones, pero hasta la fecha no se han elaborado los reglamentos de aplicación.

Los dominicanos practican el “catolicismo caribeño", como nos comentó el Nuncio con una sonrisa. Los dominicanos no son particularmente practicantes ardientes, y su período de Carnaval no se limita al "mardi gras", sino que se extiende de manera sistemática durante todo el período de la Cuaresma, y toman la forma de celebraciones municipales que se realizan el fin de semana en diferentes ciudades, hasta pasado el fin de semana anterior a la Semana Santa.

Representantes destacados

El clero católico de todo el país con regularidad aparece en las noticias expresando opiniones sobre política, la sociedad, y –sí–, las cuestiones teológicas. El Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, de 69 años de edad, es el líder más regularmente citado de la jerarquía eclesiástica. Fue ordenado sacerdote en 1961 y nombrado cardenal 30 años después, en 1991. López Rodríguez es conocido por sus puntos de vista conservadores y comentarios frecuentes –y ocasionalmente explosiones–- sobre problemas políticos. En sus homilías y comentarios recientes a los periodistas, ha condenado la corrupción, los escándalos políticos, la ineficiencia del sistema judicial, , el tráfico de drogas, y las condiciones carcelarias. Por algún un tiempo, los medios de comunicación dominicanos mencionaron al Cardenal López Rodríguez como un posible candidato para la sucesión papal. Él había expresado la esperanza de que un cardenal de América Latina podría ser elegido, al señalar que casi la mitad de los católicos del mundo viven en América Latina.

La principal universidad privada del país, la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (más conocido como PUCMM), se estableció en Santiago de los Caballeros –la segunda ciudad del país– y tiene otro campus en Santo Domingo. Monseñor Agripino Núñez, rector de esta institución desde 1970, está muy involucrado en la mediación de asuntos políticos. En cada elección nacional de los últimos 20 años, monseñor Núñez ha presidido un comité de seguimiento de notables de la sociedad civil para garantizar la imparcialidad del proceso electoral. Presidió un comité para la campaña presidencial 2003-2004, en medio de temores y rumores de fraude electoral, y apareció en la televisión en la noche electoral junto a destacados embajadores extranjeros para advertir a los responsables de contar los votos que presentaran resultados rápidos y precisos.

En abril, monseñor Núñez reunió al ministro de Salud, Sabino Báez, con los representantes de los médicos empleaos por el gobierno, por largo tiempo agraviados, en huelgas reiteradas en reclamo de mejores salarios, y lograron un acuerdo sobre el doble sueldo en 2006. El papel de Núñez es tan importante (y predecible) en la política dominicana que cuando Fernández decidió crear un Consejo Económico y Social para asesorar a la administración, su primera intención fue nombrar a Núñez a la cabeza, con el rango, los privilegios y la remuneración de un ministro. Esto no es aceptable bajo la ley canónica, por lo que el Consejo fue estructurado para incluir a un representante elegido por los rectores de las universidades dominicanas –Núñez fue escogido por los otros rectores, y posteriormente fue elegido por los demás miembros del Consejo Económico y Social para presidirlo.

El Consejo de los Obispos (Conferencia del Episcopado Dominicano) publica dos cartas pastorales al año, en las que aborda un problema social o político, que representa la voz colectiva de la jerarquía católica. Por varios años, el proyecto inicial ha sido proporcionado por el obispo emérito retirado José Arnaiz, de nacionalidad española. El Consejo está presidido por el arzobispo de Santiago, Ramón Benito de la Rosa y Carpio. Durante los últimos años de crisis económica, el Consejo ha emitido en ocasiones cartas especiales. Estas cartas pastorales son la expresión formal de la Iglesia de sus puntos de vista sobre la actualidad y tienen un peso significativo en el pueblo. Se publican, pero por lo general no son leídas desde el púlpito. Un suceso clave en el repudio a la dictadura de Trujillo fue la publicación de una carta pastoral en enero de 1960, muy crítica de Trujillo; en el aniversario 44 del asesinato de Trujillo, el 30 de mayo de este año, el arzobispo aceptó de la Fundación “Héroes del 30 de Mayo” la distinción anual de su "Premio Libertad", por el papel de los obispos en el debilitamiento de autoridad de Trujillo.

El Presidente Fernández por lo general limita su interacción con la jerarquía de la Iglesia Católica a los actos protocolares, como asistir a las misas en las principales fiestas nacionales. Algunos observadores políticos ven a Fernández como esencialmente secular e incómodo con la Iglesia. No hubo reacción adversa en la prensa cuando el Presidente decidió no asistir al funeral del Papa Juan Pablo II, y envíó en su lugar a su esposa, Margarita Cedeño de Fernández. Pero Fernández sí viajó a Roma para la consagración del Papa Benedicto XVI.

Los activistas

Muchos sacerdotes dominicanos están profundamente involucrados en el trabajo comunitario. Por ejemplo, el padre Christopher Hartley, un sacerdote español /inglés que salió con permiso de la catedral de San Patricio en Nueva York, en 1996, y ha permanecido aquí desde entonces, ha dedicado una gran cantidad de tiempo al trabajo con las comunidades en los campos de caña de azúcar, llamadas "bateyes". Critica públicamente las condiciones de trabajo y las prácticas de las autoridades y de los dueños de las plantaciones. A finales de 2004, se le asignó protección policial después de amenazas contra él. El P. Hartley ha servido como centro de las publicaciones que exponen las condiciones de los bateyes realizado por The New Herald, y The Herald radicados en Miami, y por Canadian Broadcasting Corporation.

El Padre Rogelio Cruz, un activista en la región de Nagua, en la costa norte, fue recibido en privado por el presidente Leonel Fernández durante su visita de febrero a la región. El Padre Luis Rosario, Coordinador Nacional de Pastores de Jóvenes, organiza programas para jóvenes y habla sobre la delincuencia juvenil, las pandillas relacionadas con las drogas y otros temas. Un sacerdote belga sirve como portavoz de la comunidad de la zona fronteriza de Jimaní, en el sur, y el obispo de la norteña ciudad de Mao se ha pronunciado en los últimos días para protestar por las expulsiones de haitianos en el puesto fronterizo norteño de Dajabón. El Padre Regino Martínez dirige el Servicio Jesuita para Refugiados y Migrantes en Dajabón y fue un destacado crítico de las recientes redadas de haitianos para su expulsión.

El Padre Jorge Cela se ha especializado en el trabajo de las ONG y actualmente es miembro de "Fe y Alegría", una ONG local. El Padre Cela, en una reciente reunión con nosotros, argumentó que el papel de la Iglesia es como mediador para la sociedad y la política, y como defensor de los pobres. Una vez que la Iglesia se sale de estas dos funciones, a su juicio, pierde credibilidad. En comentarios que hacen eco de los que nos expresó el Nuncio, P. Broglio, Cela señaló que la mayoría del clero y de las instituciones afiliadas a la Iglesia no hablan en público, pero que su trabajo beneficia a la sociedad por lo menos tanto como las declaraciones públicas de la jerarquía eclesiástica.

Por encima de la refriega y sin querer señalar con el dedo, en el resumen, la Iglesia Católica desempeña el papel de observador activo y comentarista en la República Dominicana. Sus mensajes son predecibles, moralistas, y a menudo se dan por descontado. Es muy raro que un líder de la Iglesia señale por su nombre a cualquier individuo. Monseñor Agripino Núñez, más conocido por sus logros laicos que por sus logros religiosos, epitomiza el papel de la Iglesia como un mediador útil que expresa su preocupación sobre los desafíos morales para un gobierno democrático y los políticos. La corrupción rara vez ha tocado la Iglesia, una distinción notable en un país en el que el tráfico de influencias y la corrupción han caracterizado durante mucho tiempo por igual a los sectores público y privado. El dominicano común tiene poca fe en el funcionamiento de la mayoría de las demás instituciones, pero muchos todavía acuden a la Iglesia Católica para que medie y para articular sus necesidades.

2. (U) Investigación y redacción de Sheena Stevens.
3. (U) Esta pieza y otras pueden ser consultads en nuestra página SIPRNET, http://www.state.sgov.gov/p/wha/santodomingo junto con otros materiales extensos.



HERTELL



Fuente
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Nota: Las letras mamey fueron agregadas (las otras aprerecen tal como se ven).
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Thursday, September 29, 2011

Fernández dice que se va tranquilo

Publicado el viernes, 09.23.11


   El presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, habla durante una entrevista con  en Nueva York.
El presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, habla durante una entrevista con en Nueva York.
MANUEL MEDINA / EFE

EFE

El presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, asegura que, cuando abandone el poder tras las elecciones del próximo mayo, lo hará con la “satisfacción” de haber cumplido con su deber como mandatario y con la tranquilidad de que su partido haya elegido como candidato a Danilo Medina.

“Me voy con la satisfacción del deber cumplido”, aseguró el mandatario dominicano en una entrevista en Nueva York, donde participó en los debates de la Asamblea General de Naciones Unidas y donde hoy continúa su visita con una agenda de carácter privado.

Fernández considera que durante su último mandato, iniciado en el 2008, ha realizado sus “mayores esfuerzos” para lograr que “la República Dominicana avance institucional, económica y socialmente”, así como “en aspectos culturales y en términos de infraestructuras”, y haya logrado “una mayor presencia en cónclaves internacionales y los mercados”.

“Por supuesto, soy consciente de que siempre hay problemas y dificultades, y de que la democracia es un proyecto político en permanente construcción que no se agota con un período de gobierno o poder, sino que es algo que se puede mejorar y avanzar constantemente”, explicó Fernández.

El presidente indicó que siempre hay “muchas cosas que quedan en el tintero” y que siempre se pueden mejorar todos los temas que afectan a un país, por lo que reconoció que, en el caso de la República Dominicana, su voluntad ha sido “contribuir” a que el país avance, “pese a que nunca se pueden cerrar los expedientes”.

“Nunca se resuelven temas como la educación, la salud o el suministro de agua potable. Uno hace aportes que constituyen un legado que debe ampliarse más adelante”, dijo Fernández, que se mostró esperanzado en que, “cuando desaparezca el conflicto político inmediato” de las elecciones, se reconozcan sus contribuciones.

El mandatario se mostró satisfecho ante la elección en el seno de su partido, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), de Danilo Medina como candidato a la presidencia en los comicios de mayo.

“Danilo tiene una visión muy clara de lo que el país necesita en estos momentos y lo ha expuesto con claridad. Tiene el respaldo de toda la organización y mi apoyo personal incondicional para que se convierta en el próximo presidente”, dijo Fernández, quien alabó el conocimiento que Medina tiene del Estado “por dentro”.

El presidente dominicano evitó hablar, sin embargo, del expresidente Hipólito Mejía, quien será candidato por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y solo comentó que “hay un mandato presidencial suyo que está a juicio y escrutinio del pueblo dominicano. Solo añadiré que ‘por sus hechos los conoceréis’”.

Fernández aseguró que es “consciente de que hay dificultades” pero animó al pueblo dominicano a que “no pierdan el optimismo ni la fe de que siempre, con el esfuerzo de todos, la República Dominicana avanzará”.

El presidente intervino el jueves en la Asamblea General de la ONU, donde presentó un proyecto de resolución con medidas de regulación que garanticen la transparencia de los mercados y la estabilidad de los precios de los alimentos, para que no sean tratados como activos financieros.

En su entrevista con Efe, reconoció que ese problema afecta desmesuradamente a su país, por lo que ve de vital importancia que se adopte esa resolución, para la que dice contar con el apoyo de la mayoría, que ha confirmado en sus encuentros bilaterales en Nueva York.

Fernández recordó que, pese a que su país resistió como la mayoría de Latinoamérica los efectos de la crisis financiera de 2008, una segunda recesión tendría “efectos catastróficos para la economía mundial”, aunque se mostró esperanzado en que ésta “no se produzca y quede en un debilitamiento en el crecimiento”.

Fernández debía regresar hoy a su país, pero alargará hasta el domingo su estancia en Nueva York, donde no descarta mantener encuentros con la amplia comunidad dominicana que vive en la zona, aunque por ahora todas sus reuniones durante estos días serán de carácter privado. EFE

dvg/va/eat

(foto)

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09/23/17-33/11



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Wednesday, March 23, 2011

Primera dama dominicana homenajeada en Nueva York














Foto (Cortesia ) http://www.elnuevoherald.com/2011/03/23/908279/primera-dama-dominicana-homenajeada.html

La primera dama dominicana Margarita Cedeño de Fernández fue homenajeada el miércoles en una universidad neoyorquina por su labor de lucha contra la pobreza y su promoción de la educación en República Dominicana.


La doctora Cedeño de Fernández, que es abogada, recibió un doctorado honoris causa del Lehman College, en el Bronx, durante una emotiva ceremonia a la que acudieron los principales funcionarios dominicanos en Estados Unidos y varios quisqueyanos ansiosos de estrechar la mano de la esposa del presidente.

"Dedico este reconocimiento a todos los dominicanos, quienes siempre serán mi fuente de inspiración", dijo Fernández, vestida en toga y birrete negros.

La esposa del presidente Leonel Fernández siguió los pasos de su marido: el presidente recibió el mismo título de doctor honoris causa en leyes, por la misma universidad, en el 2002.

"Una esposa y un marido recibiendo el mismo certificado en la misma universidad, es algo muy especial", dijo la primera dama, en tono humorístico. "El presidente dice que como el presidente de Lehman College, Ricardo Fernández, tiene nuestro mismo apellido, pues esto es como una herencia familiar".

Fernández habló del más de un millón de dominicanos que viven en Nueva York y que trabajan duro para alcanzar sus sueños. La primera dama agradeció a Lehman College que ayude a estudiantes de minorías étnicas a salir adelante y destacó la importancia de la educación en cualquier país.

La universidad tiene casi 5.000 estudiantes hispanos en sus programas de licenciatura, según datos del 2009.

"Aceptar este doctorado representa un nuevo sentido de la motivación para continuar creando oportunidades para mis compatriotas dominicanos", dijo. "Nuestros ciudadanos tienen el derecho a llegar a ser individuos competitivos".

Fernández se convirtió en primera dama en el 2004 y desde entonces ha promovido varias iniciativas a fin de reducir la pobreza en su país, mejorar el nivel educativo y facilitar el acceso a las tecnologías para la gente con menos recursos. Programas educativos como "Progresando" o la creación de unos 70 Centros Tecnológicos Comunitarios que ofrecen clases y acceso a internet en zonas rurales fueron algunas de las iniciativas mencionadas por Fernández en su discurso.

La primera dama animó a los estudiantes presentes a destacarse no sólo académicamente sino también como personas altruistas.

El discurso de Fernández fue además considerado el discurso anual de la universidad, una tradición que Lehman College celebra desde hace 42 años.

Ricardo Fernández, presidente de la universidad y de origen puertorriqueño, dijo que muchos de los escogidos para dar el discurso cada año han trabajado en el sector público o han desempeñado un papel en las relaciones internacionales.

"Hoy tenemos el placer de añadir a esa lista a una mujer destacada que combina ambos campos", dijo.

El embajador dominicano en Estados Unidos, Roberto Saladín, estuvo presente en la ceremonia, al igual que el representante permanente de República Dominicana ante las Naciones Unidas, Federico Cuello.

"Independientemente de ser abogada de profesión, los méritos que ella ha acumulado como primera dama ahora en el servicio social realmente la hacen merecedora de esta distinción", dijo Saladín a The Associated Press. "Este es también un reconocimiento a la capacidad de la mujer dominicana de comprometerse".


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