"La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo más íntimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos". Ellen G. White.
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Saturday, July 11, 2020
Sunday, May 20, 2018
Sunday, February 21, 2016
Iglesia católica llamó a una “conversión ecológica”
El planeta, nuestra casa común, hoy amenazada por el calentamiento global (Foto EFE)
EFE
El cardenal Peter K. Turkson, el rostro público más visible de la guerra del papa Francisco contra el calentamiento global, apeló este viernes en Miami a la conversión ecológica e integral como compromiso inexcusable para preservar la Tierra.
Dios nos dio la Tierra como un jardín que tenemos todos que cultivar, cuidar, mantenerlo y pasarlo a nuestros niños, apuntó a Efe Turkson, quien participa en la conferencia de dos días “Clima, naturaleza y sociedad”, organizadas por la Universidad St. Thomas y en la que intervienen también científicos y líderes empresariales.
En una entrevista con Efe, el presidente del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz puso en valor la necesidad de respetar aquello que está a nuestro alrededor; pero esta obligación, dijo, no se puede desligar de la conciencia social y solidaridad con los pobres, los que están excluidos y viven en la periferia.
Turkson se ha convertido en una de la voces más activas en la promoción de la agenda de Francisco sobre los peligros del calentamiento global, aspecto medular de la encíclica “Laudato si”, en la que el papa llama a la defensa del medioambiente.
El cardenal, quien desempeñó un papel importante en la elaboración del primer borrador de la citada encíclica papal, consideró que el término “conciencia ecológica”, acuñado por el anterior papa, Benedicto XVI, se materializa en una simple cuestión: ¿Qué clase de mundo queremos construir y legar?.
Un mundo, expuso, que debe construirse sobre las bases de la justicia social y el respeto a la creación de Dios, realidades que plantean consecuencias directas sobre los pobres y el planeta.
Por todo ello, la “misión de la Iglesia” no puede constreñirse a la prédica ante los fieles y la lectura de la Biblia, sino que debe tender a “asegurar el bien común de los seres humanos” y ser un aldabonazo de las conciencias.
Y si la “primera preocupación de la Iglesia” es el “bienestar del ser humano”, este se mantiene intrínsecamente ligado al cuidado del planeta, nuestra “casa común”, hoy amenazada por el calentamiento global, consideró el prelado natural de Ghana, quien fue elegido para su cargo por Benedicto XVI.
Se refirió a la situación de amenaza que se cierne sobre la costa floridana en general, y de Miami en particular, en peligro por el “aumento del nivel del mar” a consecuencia del derretimiento de los polos, aseveró.
Apeló de nuevo al sentido profundo que entraña el concepto de “ecología social” e “integral” como “reconocimiento de los elementos sociales que permiten ofrecer una vida digna a los pobres”, una franja de la población muy vulnerable a los efectos del calentamiento global y el cambio climático.
Porque, en ese contexto, la plenitud de vida del ser humano se cimenta en una triple relación: “su relación con Dios, con el hombre y con la creación”, apostilló Turkson, un hombre de hablar pausado y humilde, pero de ideas claras y firmes.
Insistió en la importancia de implicar en esta suerte de conciencia social en acción tanto a líderes políticos como a instituciones oficiales, privadas y comunidades locales, de manera que se den los pasos necesarios para “dejar el mundo a los niños del futuro” en las mejores condiciones.
En esta línea de creación de conciencia social y ecológica, el profesor Chris Langdon, del Departamento de Biología Marina y Ecología de la Facultad Rosentiel de la Universidad de Miami (UM), advirtió que el calentamiento global se comporta como una bola de nieve sobre una pendiente, que crece más y más y se acelera su marcha.
Langdon aseguró que el calentamiento global de origen humano está causando la acidificación de los océanos y una constante erosión y pérdida de los arrecifes coralinos, algo muy visible, señaló, en la costa de Florida.
EFE
El cardenal Peter K. Turkson, el rostro público más visible de la guerra del papa Francisco contra el calentamiento global, apeló este viernes en Miami a la conversión ecológica e integral como compromiso inexcusable para preservar la Tierra.
Dios nos dio la Tierra como un jardín que tenemos todos que cultivar, cuidar, mantenerlo y pasarlo a nuestros niños, apuntó a Efe Turkson, quien participa en la conferencia de dos días “Clima, naturaleza y sociedad”, organizadas por la Universidad St. Thomas y en la que intervienen también científicos y líderes empresariales.
En una entrevista con Efe, el presidente del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz puso en valor la necesidad de respetar aquello que está a nuestro alrededor; pero esta obligación, dijo, no se puede desligar de la conciencia social y solidaridad con los pobres, los que están excluidos y viven en la periferia.
Turkson se ha convertido en una de la voces más activas en la promoción de la agenda de Francisco sobre los peligros del calentamiento global, aspecto medular de la encíclica “Laudato si”, en la que el papa llama a la defensa del medioambiente.
El cardenal, quien desempeñó un papel importante en la elaboración del primer borrador de la citada encíclica papal, consideró que el término “conciencia ecológica”, acuñado por el anterior papa, Benedicto XVI, se materializa en una simple cuestión: ¿Qué clase de mundo queremos construir y legar?.
Un mundo, expuso, que debe construirse sobre las bases de la justicia social y el respeto a la creación de Dios, realidades que plantean consecuencias directas sobre los pobres y el planeta.
Por todo ello, la “misión de la Iglesia” no puede constreñirse a la prédica ante los fieles y la lectura de la Biblia, sino que debe tender a “asegurar el bien común de los seres humanos” y ser un aldabonazo de las conciencias.
Y si la “primera preocupación de la Iglesia” es el “bienestar del ser humano”, este se mantiene intrínsecamente ligado al cuidado del planeta, nuestra “casa común”, hoy amenazada por el calentamiento global, consideró el prelado natural de Ghana, quien fue elegido para su cargo por Benedicto XVI.
Se refirió a la situación de amenaza que se cierne sobre la costa floridana en general, y de Miami en particular, en peligro por el “aumento del nivel del mar” a consecuencia del derretimiento de los polos, aseveró.
Apeló de nuevo al sentido profundo que entraña el concepto de “ecología social” e “integral” como “reconocimiento de los elementos sociales que permiten ofrecer una vida digna a los pobres”, una franja de la población muy vulnerable a los efectos del calentamiento global y el cambio climático.
Porque, en ese contexto, la plenitud de vida del ser humano se cimenta en una triple relación: “su relación con Dios, con el hombre y con la creación”, apostilló Turkson, un hombre de hablar pausado y humilde, pero de ideas claras y firmes.
Insistió en la importancia de implicar en esta suerte de conciencia social en acción tanto a líderes políticos como a instituciones oficiales, privadas y comunidades locales, de manera que se den los pasos necesarios para “dejar el mundo a los niños del futuro” en las mejores condiciones.
En esta línea de creación de conciencia social y ecológica, el profesor Chris Langdon, del Departamento de Biología Marina y Ecología de la Facultad Rosentiel de la Universidad de Miami (UM), advirtió que el calentamiento global se comporta como una bola de nieve sobre una pendiente, que crece más y más y se acelera su marcha.
Langdon aseguró que el calentamiento global de origen humano está causando la acidificación de los océanos y una constante erosión y pérdida de los arrecifes coralinos, algo muy visible, señaló, en la costa de Florida.
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Saturday, April 18, 2015
Tierra y comida en la encíclica sobre ecología del Papa Francisco
SOCIEDAD 17.04.2015
El Vaticano presenta un libro sobre el cuidado de la tierra, el agua y la alimentación: Diálogo con el cardenal Turkson
ARY WALDIR RAMOS DÍAZ (550)
OSSERVATORE ROMANO / AFP
El Consejo Pontificio de Justicia y Paz (PCJP) del Vaticano presentó el libro Terra e Cibo (Tierra y Comida) este jueves 16 de abril en la Sala Marconi de Radio Vaticano. El estudio ha involucrado a 30 expertos de los 5 continentes para alertar sobre la cuestión de la tierra, la agricultura y el hambre.
La próxima encíclica del Papa abordará “ideas” contenidas en esta publicación, confirmó el presidente del PCJP, el cardenal Peter Turkson a Aleteia.
“El PCJP ha tenido el encargo de redactar el primer borrador de la encíclica (sobre ecología del Papa). El dicasterio ha reunido a un grupo de expertos para tal fin. Por lo tanto, se puede decir fácilmente que varias de las ideas contenidas en el libro podrían encontrarse también en la próxima encíclica”, dijo el cardenal ghanés.
Al respecto, el cardenal Turkson aclaró a Aleteia que el Papa Francisco tiene la última palabra en el proceso de publicación de tan esperado texto pontificio. Por ello, sin adelantarnos a conjeturas, hemos pedido al cardenal que comente algunas reflexiones del Pontífice ya conocidas alrededor del cuidado del medio ambiente.
Cabe señalar que Francisco dedicó una semana a finales de marzo a realizar la última revisión a la encíclica sobre ecología, después de las sugerencias que le llegaron de la Congregación para la Doctrina de la Fe, de la sección de Exteriores de la Secretaría de Estado y también del teólogo de la Casa Pontificia.
La Tierra, no divinizada sino respetada
Ante las polémicas por algunas palabras del Papa, el cardenal Turkson explicó que cuando el Pontífice habla de cuidar la tierra “como una madre” se debe al respeto que merece porque es “obra de Dios” y fuente de vida.
Por el “dios dinero, la madre tierra” es vendida, dijo Papa Francisco el 31 de enero, anticipando varios temas de su encíclica ecológica. “De verdad no hay humanidad sin cultivar la tierra”, agregó.
La guerra por el agua
Asimismo, el Papa ha denunciado que el agua no es gratis y esto puede llevarnos a una guerra; así lo indicó el 21 de noviembre de 2014 en su vista a la FAO, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
“El Santo Padre ha dicho también que la tercera "guerra mundial a pedazos" ya ha comenzado. El agua potable es cada vez más escasa. El consumo humano de agua compite con la irrigación agraria para producir alimentos. Por lo tanto, nos encontramos en medio a una batalla”, indicó el cardenal Turkson.
“Los países deben buscar acuerdos fronterizos para el uso de los ríos. Un ejemplo es el río Nilo, el río amazonias. Somalia y Egipto no pueden disponer del agua del río Nilo como quieran. Ya existen ciudades, como California, donde se controla el uso del agua debido al cambio climático”, declaró el cardenal Turkson.
Asimismo, el cardenal alertó que la escasez de agua está llevando a varias naciones a estudiar medidas extremas comodesalinizar el agua del mar, es decir, quitar la sal del agua para hacerla potable.
“Tenemos que invertir tiempo y atención al agua”, añadió el presidente del Consejo Pontificio para la Paz y la Justicia del Vaticano, involucrado en el borrador de la segunda encíclica firmada por Francisco.
Alimentos, fuente de vida; no mercancías
El libro del dicasterio vaticano advierte que el problema del hambre en el mundo es un problema más de voluntad que de falta de alimentos, dudando de las teorías malthusianas sobre el control de la natalidad para solucionar el problema.
En este sentido, el Papa Francisco ha invitado a no "vender" la vida como si estuviera en saldo porque quitar la tierra a los agricultores "para destinarla a otras actividades, aparentemente más lucrativas” obedece a una lógica mercatilista.
En este sentido, el cardenal Turkson advirtió de los daños de la excesiva comercialización a gran escala de la tierra y los productos agrícolas, cuando en el mundo los mismos países que exportan estos productos sufren el hambre. Y sosteniendo las palabras del Papa, afirmó que “el hombre siempre debe estar al centro” al contrario de las “finanzas o la economía”.
Justamente, el libro presenta como prioridad vital un uso respetuoso de la agricultura y la producción de alimentos. Es una obra pensada para concienciar a gobiernos, políticos, educadores, periodistas, empresarios, agricultores y comunidades agrícolas, entre otros implicados en mitigar el hambre, flagelo que azota a 805 millones de personas en el mundo.
En el libro, editado por la Librería del Vaticano, se ha denunciado la persistencia de la desnutrición y 15la mala alimentación en el mundo (también en los países ricos que sufren de obesidad, diabetes y cáncer), y se ha defendido el derecho a la comida, la necesidad de una reforma agraria en varios países del sur y la protección de los pequeños agricultores y sus comunidades.
Asimismo, se ha explorado el problema de la seguridad de lo que llevamos a la mesa, considerando los aspectos espirituales del desarrollo agrícola y las consecuencias de la internacionalización de las materias primas agrícolas y de los productos alimentarios que determinan, a su vez, una nuevacolonización de los países ricos contra los países más pobres.
En la presentación de la obra, intervinieron también Tebaldo Vinciguerra, oficial del PCJP; Mario Lubetkin, director de la Oficina para la Comunicación Institucional de la FAO; Adriana Opromolla, responsable de Abvocacy sobre los temas de la seguridad alimentaria y del cambio climático en Caritas Internationalis, y Stefano Masini, responsable de ambiente y consumos en Coldiretti.
Fuente
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