"La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo más íntimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos". Ellen G. White.
Tuesday, August 13, 2024
Monday, March 17, 2014
La riqueza o el dinero no necesariamente dan felicidad
HAY un mal que he visto debajo del cielo, y muy común entre los hombres:
2 Hombre á quien Dios dió riquezas, y hacienda, y honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; mas Dios no le dió facultad de comer de ello, sino que los extraños se lo comen. Esto vanidad es, y enfermedad trabajosa.
3 Si el hombre engendrare ciento, y viviere muchos años, y los días de su edad fueren numerosos; si su alma no se hartó del bien, y también careció de sepultura, yo digo que el abortivo es mejor que él.
4 Porque en vano vino, y á tinieblas va, y con tinieblas será cubierto su nombre.
5 Aunque no haya visto el sol, ni conocido nada, más reposo tiene éste que aquél.
6 Porque si viviere aquel mil años dos veces, si no ha gozado del bien, cierto todos van á un lugar.
7 Todo el trabajo del hombre es para su boca, y con todo eso su alma no se harta.
8 Porque ¿qué más tiene el sabio que el necio? ¿qué más tiene el pobre que supo caminar entre los vivos?
9 Más vale vista de ojos que deseo que pasa. Y también esto es vanidad y aflicción de espíritu.
10 El que es, ya su nombre ha sido nombrado; y se sabe que es hombre, y que no podrá contender con el que es más fuerte que él.
11 Ciertamente las muchas palabras multiplican la vanidad. ¿Qué más tiene el hombre?
12 Porque ¿quién sabe cuál es el bien del hombre en la vida, todos los días de la vida de su vanidad, los cuales él pasa como sombra? Porque ¿quién enseñará al hombre qué será después de él debajo del sol?
Eclesiastés 6
Reina-Valera Antigua (RVA)
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Friday, November 11, 2011
EL FRUTO DEL ÁRBOL DE LA VIDA
El fruto del árbol de la vida que estaba en el jardín del Edén tenía virtudes sobrenaturales. Comer de él significaba vivir para siempre. Era el antídoto contra la muerte. Sus hojas servían para mantener la vida y la inmortalidad. . . Después de la entrada del pecado, el Labrador celestial lo trasladó al Paraíso que está en el cielo.
La condición para comer del árbol de la vida era obedecer todos los mandamientos. Adán cayó por desobedecer. . . La obediencia mediante Cristo Jesús confiere al hombre perfección de carácter y derecho al árbol de la vida. En el testimonio de Jesús a Juan están plenamente establecidas las condiciones para participar otra vez de ese fruto: "Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para que su potencia sea en el árbol de la vida, y que entren por las puertas en la ciudad" (Apoc. 22: 14, Versión Valera antigua).
Sunday, November 28, 2010
Todo acontece de la misma manera á todos
1Ciertamente he dado he mi corazón á todas estas cosas, para declarar todo esto: que los justos y los sabios, y sus obras, están en la mano de Dios; y que no sabe el hombre ni el amor ni el odio por todo lo que pasa delante de él.
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2Todo acontece de la misma manera á todos: un mismo suceso ocurre al justo y al impío; al bueno y al limpio y al no limpio; al que sacrifica, y al que no sacrifica: como el bueno, así el que peca; el que jura, como el que teme el juramento.
3Este mal hay entre todo lo que se hace debajo del sol, que todos tengan un mismo suceso, y también que el corazón de los hijos de los hombres esté lleno de mal, y de enloquecimiento en su corazón durante su vida: y después, á los muertos.
4Aún hay esperanza para todo aquél que está entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león muerto.
5Porque los que viven saben que han de morir: mas los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido.
6También su amor, y su odio y su envidia, feneció ya: ni tiene ya más parte en el siglo, en todo lo que se hace debajo del sol.
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Eclesiastés 9:1-6.
Sunday, November 14, 2010
URGENTE: SALID DE LAS CIUDADES

"Pero nuestra principal preocupación es silenciar a esta secta de guardadores del sábado. Debemos excitar la indignación popular contra ellos. Alistaremos grandes hombres y hombres mundialmente sabios de nuestro lado, e induciremos a los que están en autoridad a llevar adelante nuestros propósitos. Entonces el descanso que yo he establecido será hecho obligatorio por leyes muy severas e impositivas. Los que las desobedezcan serán expulsados de sus ciudades y aldeas, y se les hará sufrir hambre y privación. Una vez que tengamos el poder, mostraremos lo que podemos hacer con aquellos que no desean apartarse de su lealtad a Dios. Indujimos a la iglesia romana a castigar con la prisión, la tortura y la muerte a los que rechazaron rendirse a sus decretos; y ahora que estamos poniendo a las iglesias protestantes y al mundo en armonía con este brazo derecho de nuestra fuerza, finalmente tendremos una ley para exterminar a todos los que no se sometan a la autoridad. Cuando la muerte sea la pena por la violación de nuestro descanso, entonces muchos que ahora están alistados con los observadores de los mandamientos vendrán a nuestro lado.” TM pp. 472-473.
¿Qué ocurrirá cuando se dicte la ley dominical? “Los que las desobedezcan serán expulsados de sus ciudades y aldeas, y se les hará sufrir hambre y privación.” ¿Qué estamos esperando, entonces, para salir de las ciudades e ir a vivir al campo? ¿Que llegue la ley dominical y nos expulsen, en medio de mucho dolor, lágrimas, apenas con la ropa puesta, sin rumbo, en medio de gran desesperación, pasando hambre, frío y todo tipo de privaciones? ¿Cómo invocaremos la protección divina entonces, si la culpa será nuestra, por no haber salido antes al vivir al campo, como hace más de cien años el Señor nos viene ordenando a través del Espíritu de Profecía? ¡Qué fácil va a aparecer entonces ponerse del lado de la ley dominical, renunciar al sábado y recibir la marca de la bestia!
“Si nos colocamos bajo influencias objetables, ¿podemos esperar que Dios realice un milagro para deshacer los resultados de una conducta impropia? Por cierto que no. Salid de las ciudades tan pronto como sea posible, y adquirid una porción de tierra donde podáis tener un huerto, donde vuestros hijos puedan ver crecer las flores y aprender de ellas lecciones de sencillez y pureza (General Conference Bulletin [Boletín de la Asociación General], 30 de marzo de 1903).” 2 MS 409
“Vez tras vez el Señor ha dado instrucciones en el sentido de que nuestro pueblo debe mudar sus familias de las ciudades al campo, donde puedan cosechar sus propias provisiones; porque en el futuro se agravará mucho el problema de comprar y vender. Debemos comenzar ahora a escuchar las instrucciones que se nos ha dado una y otra vez: Salid de las ciudades a los distritos rurales, donde las casas no están cerca la una de la otra, y donde estaréis libres de la intervención de los enemigos.” (El Hogar cristiano, p. 125)
“A los padres [el Señor] hace llegar este grito de alarma: Juntad a vuestros hijos en vuestros hogares; separadlos de aquellos que desprecian los mandamientos de Dios, que enseñan y practican lo malo. Salid de las grandes ciudades tan pronto como os sea posible. Estableced escuelas de iglesia. Dad a vuestros hijos la Palabra de Dios por fundamento de toda su educación. Ella está llena de hermosas lecciones y si los alumnos la convierten en tema de estudio en el curso primario de esta vida, estarán preparados para el curso superior en la por venir (2 JT, pág. 454).
“Salid de las ciudades tan pronto como sea posible, y adquirid una porción de tierra donde podáis tener un huerto, donde vuestros hijos puedan ver crecer las flores y aprender de ellas lecciones de sencillez y pureza.-2MS 409 (1903).
“Mi mensaje en este tiempo es: Salid de las ciudades. Tened la seguridad de que la instrucción para nuestro pueblo es de radicarse a kilómetros de distancia de las grandes ciudades. Una mirada al San Francisco de hoy hablaría a vuestras mentes inteligentes, mostrándoos la necesidad de salir de las ciudades...
“El Señor llama a su pueblo a establecerse lejos de las ciudades, porque en una hora como la que no pensamos, lloverán del cielo fuego y azufre sobre ellas. Su castigo será proporcional a sus pecados. Cuando una ciudad es destruida, que nuestro pueblo no considere este asunto como algo sin importancia, ni piense que pueden edificarse casas en esa misma ciudad, si se les ofrece una oportunidad favorable...
“Todos los que quieran comprender el significado de estas cosas, lean el capítulo 11 de Apocalipsis. Lean cada versículo, y entérense de las cosas que aún van a ocurrir en las ciudades. Lean también las escenas descritas en el capítulo 18 del mismo libro.-MR 1518 (Mayo 10, 1906).
“Los padres y las madres que poseen un pedazo de tierra y un hogar cómodo son reyes y reinas.- HAd 125 (1894). EUD 97-98.
“Es tiempo que nuestros hermanos lleven a sus familias lejos de las ciudades a localidades más retiradas, si no muchos jóvenes, y también personas de más edad, serán entrampados y llevados por el enemigo.
“¡Salid de las ciudades! ¡Salid de las ciudades! Este es el mensaje que el Señor me ha estado dando. . .
“Las impías ciudades de nuestro mundo serán destruidas. Mediante las catástrofes que ocasionan actualmente la ruina de grandes edificios jade barrios enteros, Dios nos muestra lo que acontecerá en toda la tierra. Nos ha dicho: "De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que [el Hijo del hombre] está cerca, a las puertas" (Mat. 24: 32, 33). Maranata, p. 139
“Dentro de no mucho tiempo habrá tal contienda y confusión en las ciudades, que los que deseen salir de ellas no podrán hacerlo.
“No debemos establecernos donde nos veamos obligados a entrar en relaciones estrechas con los que no honran a Dios. . . Pronto vendrá una crisis relacionada con la observancia del domingo. . . Los partidarios del domingo se están haciendo fuertes en sus falsas pretensiones, y esto significará opresión para los que estén resueltos a guardar el día de reposo de Jehová. . . Debemos tener cuidado de no ubicarnos donde sea difícil guardar el sábado para nosotros y nuestros hijos.” Maranata, p.178
Friday, October 22, 2010
Escoge pues la vida, porque vivas tú y tu simiente
16Porque yo te mando hoy que ames á Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos y sus estatutos y sus derechos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra á la cual entras para poseerla.
17Mas si tu corazón se apartare, y no oyeres, y fueres incitado, y te inclinares á dioses ajenos, y los sirvieres;
18Protéstoos hoy que de cierto pereceréis: no tendréis largos días sobre la tierra, para ir á la cual pasas el Jordán para poseerla.
19A los cielos y la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición: escoge pues la vida, porque vivas tú y tu simiente:
20Que ames á Jehová tu Dios, que oigas su voz, y te allegues á él; porque él es tu vida, y la longitud de tus días; á fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová á tus padres Abraham, Isaac, y Jacob, que les había de dar.
Deuteronomio 30:15-20.
Wednesday, August 25, 2010
Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué, pues, recibiremos?

Friday, August 29, 2008
Jesus, 'El Pan de Vida'
....25Y hallándole de la otra parte de la mar, dijéronle: Rabbí, ¿cuándo llegaste acá?
26Respondióles Jesús, y dijo; De cierto, de cierto os digo, que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os hartasteis.
27Trabajad no por la comida que perece, mas por la comida que á vida eterna permanece, la cual el Hijo del hombre os dará: porque á éste señaló el Padre, que es Dios.
28Y dijéronle: ¿Qué haremos para que obremos las obras de Dios?
29Respondió Jesús, y díjoles: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado.
30Dijéronle entonces: ¿Qué señal pues haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obras?
31Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dió á comer.
32Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dió Moisés pan del cielo; mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.
33Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.
34Y dijéronle: Señor, danos siempre este pan.
35Y Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida: el que á mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
36Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.
37Todo lo que el Padre me da, vendrá á mí; y al que á mí viene, no le hecho fuera.
38Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, mas la voluntad del que me envió.
39Y esta es la voluntad del que me envió, del Padre: Que todo lo que me diere, no pierda de ello, sino que lo resucite en el día postrero.
40Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna: y yo le resucitaré en el día postrero.
41Murmuraban entonces de él los Judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendí del cielo.
42Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido?
43Y Jesús respondió, y díjoles: No murmuréis entre vosotros.
44Ninguno puede venir á mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.
45Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados de Dios. Así que, todo aquel que oyó del Padre, y aprendió, viene á mí.
46No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios, éste ha visto al Padre.
47De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.
48Yo soy el pan de vida.
49Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y son muertos.
50Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él comiere, no muera.
51Yo soy el pan vivo que he descendido del cielo: si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
52Entonces los Judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos su carne á comer?
53Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no comiereis la carne del Hijo del hombre, y bebiereis su sangre, no tendréis vida en vosotros.
54El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna: y yo le resucitaré en el día postrero.
55Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
56El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.
57Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.
58Este es el pan que descendió del cielo: no como vuestros padres comieron el maná, y son muertos: el que come de este pan, vivirá eternamente.
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Juan 6:25-59.