Showing posts with label Padre. Show all posts
Showing posts with label Padre. Show all posts

Saturday, August 18, 2018

Cómo conocer a un falso Cristo.



Necesitamos estar anclados en Cristo, arraigados y edificados en la fe. Satanás obra mediante sus agentes. Escoge a los que no han estado bebiendo de las aguas vivas, cuyas almas están sedientas de algo nuevo y extraño, y que siempre están dispuestos a beber de cualquier fuente que se presente. Se oirán voces que dirán: "He aquí, el Cristo", o "Allá está"; pero no debemos creer en ellas. Tenemos la evidencia inconfundible de la voz del Pastor verdadero, y él nos llama a que lo sigamos. Dice "He guardado los mandamientos de mi Padre". Dirige a sus ovejas por la senda de la humilde obediencia a la ley de Dios, pero nunca las anima a transgredir esa ley.

"La voz de los extraños" es la voz de los que no respetan ni obedecen la ley de Dios: santa, justa y buena. Muchos hacen gran alarde de santidad, y se jactan de las maravillas que realizan curando a los enfermos sin obedecer esta gran norma de justicia. Pero, ¿mediante cuál poder se llevan a cabo esas curaciones? ¿Están abiertos los ojos de los sanadores y de los sanados a sus transgresiones a la ley de Dios? Como hijos humildes y obedientes ¿han decidido estar listos a obedecer todos los requerimientos de Dios? Juan testifica de los que dicen ser hijos de Dios: "El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él".
Nadie debe engañarse. La ley de Dios es tan sagrada como su trono, y por ella será juzgado cada hombre que viene a este mundo. No hay otra norma por la cual se pruebe el carácter. "Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido". Ahora bien, ¿se decidirá el caso de acuerdo con la Palabra de Dios, o se confiará en las pretensiones humanas? Cristo dice: "Por sus frutos los conoceréis". Si aquellos por medio de los cuales se hacen curaciones están dispuestos, a causa de dichas manifestaciones [maravillas], a excusar su descuido de la ley de Dios y continúan en la desobediencia, aunque tengan poder, y éste sea muy amplio, esto no significa que tienen el poder de Dios. Al contrario, es el poder milagroso del gran engañador. El es transgresor de la ley moral, y usa toda artimaña que pueda dominar para que los hombres no reconozcan su verdadero carácter. Se nos advierte que en los últimos días obrará mediante señales y prodigios mentirosos. Y continuará con estos prodigios hasta la terminación del tiempo de gracia para desplegarlos como una evidencia de que es un ángel de luz y no de tinieblas.

Hermanos, debemos estar alerta contra la falsa santidad que permite transgredir la ley de Dios. Los que pisotean esa ley no pueden ser santificados, y se juzgan a sí mismos con una norma de su propia invención (RH 17-11-1885).


Comentario Biblico Adventista (Mateo, Capitulo 24)

Monday, December 21, 2015

En Espíritu y En Verdad



Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalem es el lugar donde es necesario adorar.

Dícele Jesús: Mujer, créeme, que la hora viene, cuando ni en este monte, ni en Jerusalem adoraréis al Padre.

Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos: porque la salud viene de los Judíos.

Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que adoren.

Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.


Juan 4:20-24
Reina-Valera Antigua (RVA)


*

Los hombres no se ponen en comunión con el cielo visitando una montaña santa o un templo sagrado. La religión no ha de limitarse a las formas o ceremonias externas. La religión que proviene de Dios es la única que conducirá a Dios. A fin de servirle debidamente, debemos nacer del Espíritu divino. Esto purificará el corazón y renovará la mente, dándonos una nueva capacidad para conocer y amar a Dios. Nos inspirará una obediencia voluntaria a todos sus requerimientos. Tal es el verdadero culto.
El Deseado de Todas las Gentes, p.195.

.

Saturday, May 24, 2014

Feliz Sábado



Si guardareis mis mandamientos, estaréis en mi amor; como yo también he guardado los mandamientos de mi Padre, y estoy en su amor.

Juan 15:10
.

Tuesday, April 1, 2014

Yo soy la luz del mundo


12 Y hablóles Jesús otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo: el que me sigue, no andará en tinieblas, mas tendrá la lumbre de la vida.
13 Entonces los Fariseos le dijeron: Tú de ti mismo das testimonio: tu testimonio no es verdadero.
14 Respondió Jesús, y díjoles: Aunque yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y á dónde voy; mas vosotros no sabéis de dónde vengo, y á dónde voy.
15 Vosotros según la carne juzgáis; mas yo no juzgo á nadie.
16 Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy solo, sino yo y el que me envió, el Padre.
17 Y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero.
18 Yo soy el que doy testimonio de mí mismo: y da testimonio de mí el que me envió, el Padre.
 
Juan 8: 12-18.
(Reina-Valera Antigua)

Saturday, January 18, 2014

Si en los de Sodoma fueran hechas las maravillas que han sido hechas en ti, hubieran quedado hasta el día de hoy



20 Entonces comenzó á reconvenir á las ciudades en las cuales habían sido hechas muy muchas de sus maravillas, porque no se habían arrepentido, diciendo:

21 Ay de ti, Corazín! ­Ay de ti, Bethsaida! porque si en Tiro y en Sidón fueran hechas las maravillas que han sido hechas en vosotras, en otro tiempo se hubieran arrepentido en saco y en ceniza.

22 Por tanto os digo, que á Tiro y á Sidón será más tolerable el castigo en el día del juicio, que á vosotras.

23 Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta los infiernos serás abajada; porque si en los de Sodoma fueran hechas las maravillas que han sido hechas en ti, hubieran quedado hasta el día de hoy.

24 Por tanto os digo, que á la tierra de los de Sodoma será más tolerable el castigo en el día del juicio, que á ti.

25 En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, que hayas escondido estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las hayas revelado á los niños.

26 Así, Padre, pues que así agradó en tus ojos.

27 Todas las cosas me son entregadas de mi Padre: y nadie conoció al Hijo, sino el Padre; ni al Padre conoció alguno, sino el Hijo, y aquel á quien el Hijo lo quisiere revelar.

28 Venid á mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar.

29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.

30 Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.

Mateo 11
Reina-Valera Antigua (RVA)
.

Tuesday, October 22, 2013

¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?


46 Y estando él aún hablando á las gentes, he aquí su madre y sus hermanos estaban fuera, que le querían hablar.

47 Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están fuera, que te quieren hablar.

48 Y respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?

49 Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos.

50 Porque todo aquel que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano, y hermana, y madre.


Mateo 12:46-50.
Reina-Valera Antigua (RVA)
.

Friday, October 4, 2013

"cuando viniere aquel Espíritu de verdad, él os guiará á toda verdad"


Juan 16

Reina-Valera Antigua (RVA)


1 ESTAS cosas os he hablado, para que no os escandalicéis.

2 Os echarán de los sinagogas; y aun viene la hora, cuando cualquiera que os matare, pensará que hace servició á Dios.

3 Y estas cosas os harán, porque no conocen al Padre ni á mí.

4 Mas os he dicho esto, para que cuando aquella hora viniere, os acordeis que yo os lo había dicho. Esto empero no os lo dije al principio, porque yo estaba con vosotros.

5 Mas ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿Adónde vas?

6 Antes, porque os he hablado estas cosas, tristeza ha henchido vuestro corazón.

7 Empero yo os digo la verdad: Os es necesario que yo vaya: porque si yo no fuese, el Consolador no vendría á vosotros; mas si yo fuere, os le enviaré.

8 Y cuando él viniere redargüirá al mundo de pecado, y de justicia, y de juicio:

9 De pecado ciertamente, por cuanto no creen en mí;

10 Y de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más;

11 Y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo es juzgado.

12 Aun tengo muchas cosas que deciros, mas ahora no las podéis llevar.

13 Pero cuando viniere aquel Espíritu de verdad, él os guiará á toda verdad; porque no hablará de sí mismo, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que han de venir.

14 El me glorificará: porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.

15 Todo lo que tiene el Padre, mío es: por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.

16 Un poquito, y no me veréis; y otra vez un poquito, y me veréis: porque yo voy al Padre.

17 Entonces dijeron algunos de sus discípulos unos á otros: ¿Qué es esto que nos dice: Un poquito, y no me veréis; y otra vez un poquito, y me veréis: y, por que yo voy al Padre?

18 Decían pues: ¿Qué es esto que dice: Un poquito? No entendemos lo que habla.

19 Y conoció Jesús que le querían preguntar, y díjoles: ¿Preguntáis entre vosotros de esto que dije: Un poquito, y no me veréis, y otra vez un poquito, y me veréis?

20 De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará: empero aunque vosotros estaréis tristes, vuestra tristeza se tornará en gozo.

21 La mujer cuando pare, tiene dolor, porque es venida su hora; mas después que ha parido un niño, ya no se acuerda de la angustia, por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo.

22 También, pues, vosotros ahora ciertamente tenéis tristeza; mas otra vez os veré, y se gozará vuestro corazón, y nadie quitará de vosotros vuestro gozo.

23 Y aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará.

24 Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre: pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.

25 Estas cosas os he hablado en proverbios: la hora viene cuando ya no os hablaré por proverbios, pero claramente os anunciaré del Padre.

26 Aquel día pediréis en mi nombre: y no os digo, que yo rogaré al Padre por vosotros;

27 Pues el mismo Padre os ama, porque vosotros me amasteis, y habéis creído que yo salí de Dios.

28 Salí del Padre, y he venido al mundo: otra vez dejo el mundo, y voy al Padre.

29 Dícenle sus discípulos: He aquí, ahora hablas claramente, y ningún proverbio dices.

30 Ahora entendemos que sabes todas las cosas, y no necesitas que nadie te pregunte: en esto creemos que has salido de Dios.

31 Respondióles Jesús: ¿Ahora creéis?

32 He aquí, la hora viene, y ha venido, que seréis esparcidos cada uno por su parte, y me dejaréis solo: mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

33 Estas cosas os he hablado, para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción: mas confiad, yo he vencido al mundo.
.

Friday, May 17, 2013

Id, y doctrinad á todos los Gentiles



18 Y llegando Jesús, les habló, diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.

19 Por tanto, id, y doctrinad á todos los Gentiles, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo:
20 Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado: y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Mateo 28:18-20
.

Wednesday, February 8, 2012

La Parabola de los Dos Hijos


28Mas, ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y llegando al primero, le dijo: Hijo, ve hoy á trabajar en mi viña.

29Y respondiendo él, dijo: No quiero; mas después, arrepentido, fué.

30Y llegando al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Yo, señor, voy. Y no fué.

31¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dicen ellos: El primero. Díceles Jesús: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras os van delante al reino de Dios.

32Porque vino á vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; y los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después para creerle.

Mateo 21:28-32.


Wednesday, December 7, 2011

Cualquiera que permanece en él, no peca



1 Juan 3


1MIRAD cuál amor nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios: por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoce á él.

2Muy amados, ahora somos hijos de Dios, y aun no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él apareciere, seremos semejantes á él, porque le veremos como él es.

3Y cualquiera que tiene esta esperanza en él, se purifica, como él también es limpio.

4Cualquiera que hace pecado, traspasa también la ley; pues el pecado es transgresión de la ley.

5Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él.

6Cualquiera que permanece en él, no peca; cualquiera que peca, no le ha visto, ni le ha conocido.

7Hijitos, no os engañe ninguno: el que hace justicia, es justo, como él también es justo.

8El que hace pecado, es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.

9Cualquiera que es nacido de Dios, no hace pecado, porque su simiente está en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.

10En esto son manifiestos los hijos de Dios, y los hijos del diablo: cualquiera que no hace justicia, y que no ama á su hermano, no es de Dios.

11Porque, este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos á otros.

12No como Caín, que era del maligno, y mató á su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.

13Hermanos míos, no os maravilléis si el mundo os aborrece.

14Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte á vida, en que amamos á los hermanos. El que no ama á su hermano, está en muerte.

15Cualquiera que aborrece á su hermano, es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permaneciente en sí.

16En esto hemos conocido el amor, porque él puso su vida por nosotros: también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.

17Mas el que tuviere bienes de este mundo, y viere á su hermano tener necesidad, y le cerrare sus entrañas, ¿cómo está el amor de Dios en él?

18Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de obra y en verdad.

19Y en esto conocemos que somos de la verdad, y tenemos nuestros corazones certificados delante de él.

20Porque si nuestro corazón nos reprendiere, mayor es Dios que nuestro corazón, y conoce todas las cosas.

21Carísimos, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios;

22Y cualquier cosa que pidiéremos, la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él.

23Y éste es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos á otros como nos lo ha mandado.

24Y el que guarda sus mandamientos, está en él, y él en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.

.

Sunday, November 13, 2011

Veremos al Rey

Tus ojos verán al Rey en su hermosura; verán la tierra que está lejos. (Isa. 33: 17).

Si deseamos ver al Rey en su hermosura, debemos comportarnos dignamente aquí. Debemos superar nuestra puerilidad. Cuando seamos provocados, guardemos silencio. Hay ocasiones en que el silencio es elocuencia. Hemos de revelar la paciencia, la bondad y la tolerancia que nos harán dignos de ser llamados hijos e hijas de Dios. Hemos de confiar y creer en él, y apoyarnos en él. Hemos de seguir las pisadas de Cristo. "Si alguno quiere venir en pos de mi" dice, "niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame" (Luc. 9: 23). . . Tal vez sea una cruz pesada guardar silencio cuando debéis hacerlo. Puede ser una Disciplina dolorosa; pero permitidme aseguraros que el silencio hace más para vencer el mal que una tormenta de palabras airadas.

En este mundo hemos de aprender lo que debemos ser a fin de tener un lugar en las cortes celestiales. Hemos de aprender lecciones que Cristo desea enseñamos, a fin de que estemos preparados para ser llevados a la escuela superior en las cortes celestiales, donde el Salvador nos conducirá junto al río de la vida, explicándonos muchas cosas que aquí no podemos comprender. . . Allí veremos la gloria de Dios como nunca la vimos aquí. Ahora sólo tenemos una vislumbre de esa gloria, porque no perseveramos en conocer al Señor.

Todo principio correcto, toda verdad aprendida en una escuela terrenal, nos hará progresar en esa proporción en la escuela celestial. Como Cristo anduvo y conversó con sus discípulos durante su ministerio en esta tierra, así nos enseñará en la escuela celestial, guiándonos por las márgenes del río de aguas vivas y revelándonos verdades que en esta vida permanecerán ocultas como misterios debido a las limitaciones de la mente humana, tan perjudicada por el pecado. En la escuela celestial tendremos oportunidad de alcanzar, paso a paso, las mayores alturas del saber. . . Allí veremos al Rey en su hermosura, y contemplaremos sus encantos sin par.

Largo tiempo hemos aguardado; pero nuestra esperanza no debe debilitarse. Si tan sólo podemos ver al Rey en su hermosura, seremos bienaventurados para siempre.

Maranata, Página 325
.

Wednesday, November 9, 2011

El que á vosotros oye, á mí oye;..



1Y DESPUÉS de estas cosas, designó el Señor aun otros setenta, los cuales envió de dos en dos delante de sí, á toda ciudad y lugar á donde él había de venir.

2Y les decía: La mies á la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros á su mies.

3Andad, he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos.

4No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; y á nadie saludéis en el camino.

5En cualquiera casa donde entrareis, primeramente decid: Paz sea á esta casa.

6Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá á vosotros.

7Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os dieren; porque el obrero digno es de su salario. No os paséis de casa en casa.

8Y en cualquiera ciudad donde entrareis, y os recibieren, comed lo que os pusieren delante;

9Y sanad los enfermos que en ella hubiere, y decidles: Se ha llegado á vosotros el reino de Dios.

10Mas en cualquier ciudad donde entrareis, y no os recibieren, saliendo por sus calles, decid:

11Aun el polvo que se nos ha pegado de vuestra ciudad á nuestros pies, sacudimos en vosotros: esto empero sabed, que el reino de los cielos se ha llegado á vosotros.

12Y os digo que los de Sodoma tendrán más remisión aquel día, que aquella ciudad.

13¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Bethsaida! que si en Tiro y en Sidón hubieran sido hechas las maravillas que se han hecho en vosotras, ya días ha que, sentados en cilicio y ceniza, se habrían arrepentido.

14Por tanto, Tiro y Sidón tendrán más remisión que vosotras en el juicio.

15Y tú, Capernaum, que hasta los cielos estás levantada, hasta los infiernos serás abajada.

16El que á vosotros oye, á mí oye; y el que á vosotros desecha, á mí desecha; y el que á mí desecha, desecha al que me envió.

17Y volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre.

18Y les dijo: Yo veía á Satanás, como un rayo, que caía del cielo.

19He aquí os doy potestad de hollar sobre las serpientes y sobre los escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.

20Mas no os gocéis de esto, que los espíritus se os sujetan; antes gozaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.

21En aquella misma hora Jesús se alegró en espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, que escondiste estas cosas á los sabios y entendidos, y las has revelado á los pequeños: así, Padre, porque así te agradó.

22Todas las cosas me son entregadas de mi Padre: y nadie sabe quién sea el Hijo sino el Padre; ni quién sea el Padre, sino el Hijo, y á quien el Hijo lo quisiere revelar.

23Y vuelto particularmente á los discípulos, dijo: Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis:

24Porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oir lo que oís, y no lo oyeron.



Lucas 10


.

Saturday, November 5, 2011

Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él


1HIJITOS míos, estas cosas os escribo, para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, á Jesucristo el justo;

2Y él es la propiciación por nuestros pecados: y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.

3Y en esto sabemos que nosotros le hemos conocido, si guardamos sus mandamientos.

4El que dice, Yo le he conocido, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y no hay verdad en él;

5Mas el que guarda su palabra, la caridad de Dios está verdaderamente perfecta en él: por esto sabemos que estamos en él.

6El que dice que está en él, debe andar como él anduvo.

7Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio: el mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio.

8Otra vez os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros; porque las tinieblas son pasadas, y la verdadera luz ya alumbra.

9El que dice que está en luz, y aborrece á su hermano, el tal aun está en tinieblas todavía.

10El que ama á su hermano, está en luz, y no hay tropiezo en él.

11Mas el que aborrece á su hermano, está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe á donde va; porque las tinieblas le han cegado los ojos.

12Os escribo á vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os son perdonados por su nombre.

13Os escribo á vosotros, padres, porque habéis conocido á aquel que es desde el principio. Os escribo á vosotros, mancebos, porque habéis vencido al maligno. Os escribo á vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre.

14Os he escrito á vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito á vosotros, mancebos, porque sois fuertes, y la palabra de Dios mora en vosotros, y habéis vencido al maligno.

15No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.

16Porque todo lo que hay en el mundo, la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la soberbia de la vida, no es del Padre, mas es del mundo.

17Y el mundo se pasa, y su concupiscencia; mas el que hace la voluntad de Dios, permanece para siempre.

18Hijitos, ya es el último tiempo: y como vosotros habéis oído que el anticristo ha de venir, así también al presente han comenzado á ser muchos anticristos; por lo cual sabemos que es el último tiempo.

19Salieron de nosotros, mas no eran de nosotros; porque si fueran de nosotros, hubieran cierto permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que todos no son de nosotros.

20Mas vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.

21No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino como á los que la conocéis, y que ninguna mentira es de la verdad.

22¿Quién es mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este tal es anticristo, que niega al Padre y al Hijo.

23Cualquiera que niega al Hijo, este tal tampoco tiene al Padre. Cualquiera que confiese al Hijo tiene también al Padre.

24Pues lo que habéis oído desde el principio, sea permaneciente en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio fuere permaneciente en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.

25Y esta es la promesa, la cual él nos prometió, la vida eterna.

26Os he escrito esto sobre los que os engañan.

27Pero la unción que vosotros habéis recibido de él, mora en vosotros, y no tenéis necesidad que ninguno os enseñe; mas como la unción misma os enseña de todas cosas, y es verdadera, y no es mentira, así como os ha enseñado, perseveraréis en él.

28Y ahora, hijitos, perseverad en él; para que cuando apareciere, tengamos confianza, y no seamos confundidos de él en su venida.

29Si sabéis que él es justo, sabed también que cualquiera que hace justicia, es nacido de él.

1 Juan 2
Reina-Valera Antigua (RVA)
.

Friday, October 1, 2010

"Yo también le confesaré delante de mi Padre"


32Cualquiera pues que me confesare delante de los hombres, le confesaré yo también delante de mi Padre que está en los cielos.

33Y cualquiera que me negare delante de los hombres, le negaré yo también delante de mi Padre que está en los cielos.


Mateo 10:32,33
.

Sunday, September 26, 2010

¿La obediencia de un Dios o de un hombre?


Porque no tenemos un Pontífice que no se pueda compadecer de nuestras flaquezas; mas tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
Hebreos 4:15.

(Porque no tenemos un Sumo Sacerdote)


La victoria de Cristo y su obediencia son las de un verdadero ser humano. Caemos en muchos errores en nuestras conclusiones debido a nuestros falsos conceptos de la naturaleza humana de nuestro Señor. Cuando le damos a su naturaleza humana un poder que no es posible que tenga el hombre en sus conflictos con Satanás, destruimos la integridad de su humanidad. El imparte su gracia imputada y poder a todos los que lo reciben por fe.

La obediencia de Cristo a su Padre fue la misma obediencia que se exige del hombre. El hombre no puede vencer las tentaciones de Satanás sin que se combinen el poder divino con su agente humano. Así sucedió en el caso de Jesucristo: podía aferrarse al poder divino. No vino a nuestro mundo para obedecer como un Dios menor a un Dios mayor, sino como un hombre para obedecer la santa ley de Dios, y por eso es nuestro ejemplo. El Señor Jesús no vino a nuestro mundo para revelar lo que podía hacer un Dios, sino lo que podía hacer un hombre por medio de la fe en el poder de Dios para fortalecer en cada emergencia. El hombre debe ser participante de la naturaleza divina y vencer por medio de la fe cada tentación que lo acose.

El Señor pide ahora que cada hijo e hija de Adán le sirva, por la fe en Jesucristo, en la naturaleza humana que ahora tenemos. El Señor Jesús ha tendido un puente sobre el abismo que creó el pecado. Ha unido la tierra con el cielo, al hombre finito con el Dios infinito. Jesús, el Redentor del mundo, sólo podía guardar los mandamientos de Dios en la misma forma en que puede guardarlos la humanidad (MS 1, 1892).
.

Saturday, September 25, 2010

Tu palabra es verdad


Juan 17

1ESTAS cosas habló Jesús, y levantados los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora es llegada; glorifica á tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique á ti;


2Como le has dado la potestad de toda carne, para que dé vida eterna á todos los que le diste.

3Esta empero es la vida eterna: que te conozcan el solo Dios verdadero, y á Jesucristo, al cual has enviado.

4Yo te he glorificado en la tierra: he acabado la obra que me diste que hiciese.

5Ahora pues, Padre, glorifícame tú cerca de ti mismo con aquella gloria que tuve cerca de ti antes que el mundo fuese.

6He manifestado tu nombre á los hombres que del mundo me diste: tuyos eran, y me los diste, y guardaron tu palabra.

7Ahora han conocido que todas las cosas que me diste, son de ti;

8Porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.

9Yo ruego por ellos: no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son:

10Y todas mis cosas son tus cosas, y tus cosas son mis cosas: y he sido glorificado en ellas.

11Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo á ti vengo. Padre santo, á los que me has dado, guárdalos por tu nombre, para que sean una cosa, como también nosotros.

12Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; á los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición; para que la Escritura se cumpliese.

13Mas ahora vengo á ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos.

14Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.

15No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.

16No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.

17Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad.

18Como tú me enviaste al mundo, también los he enviado al mundo.

19Y por ellos yo me santifico á mí mismo, para que también ellos sean santificados en verdad.

20Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos.

21Para que todos sean una cosa; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean en nosotros una cosa: para que el mundo crea que tú me enviaste.

22Y yo, la gloria que me diste les he dado; para que sean una cosa, como también nosotros somos una cosa.

23Yo en ellos, y tú en mí, para que sean consumadamente una cosa; que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado, como también á mí me has amado.

24Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, ellos estén también conmigo; para que vean mi gloria que me has dado: por cuanto me has amado desde antes de la constitución del mundo.

25Padre justo, el mundo no te ha conocido, mas yo te he conocido; y éstos han conocido que tú me enviaste;

26Y yo les he manifestado tu nombre, y manifestaré lo aún; para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.


Reina-Valera Antigua (RVA)

.

Friday, March 19, 2010

Y os hará saber las cosas que han de venir


Juan 16


1ESTAS cosas os he hablado, para que no os escandalicéis.
..
2Os echarán de los sinagogas; y aun viene la hora, cuando cualquiera que os matare, pensará que hace servició á Dios.

3Y estas cosas os harán, porque no conocen al Padre ni á mí.

4Mas os he dicho esto, para que cuando aquella hora viniere, os acordeis que yo os lo había dicho. Esto empero no os lo dije al principio, porque yo estaba con vosotros.

5Mas ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿Adónde vas?

6Antes, porque os he hablado estas cosas, tristeza ha henchido vuestro corazón.

7Empero yo os digo la verdad: Os es necesario que yo vaya: porque si yo no fuese, el Consolador no vendría á vosotros; mas si yo fuere, os le enviaré.

8Y cuando él viniere redargüirá al mundo de pecado, y de justicia, y de juicio:

9De pecado ciertamente, por cuanto no creen en mí;

10Y de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más;

11Y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo es juzgado.

12Aun tengo muchas cosas que deciros, mas ahora no las podéis llevar.

13Pero cuando viniere aquel Espíritu de verdad, él os guiará á toda verdad; porque no hablará de sí mismo, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que han de venir.

14El me glorificará: porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.

15Todo lo que tiene el Padre, mío es: por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.

16Un poquito, y no me veréis; y otra vez un poquito, y me veréis: porque yo voy al Padre.

17Entonces dijeron algunos de sus discípulos unos á otros: ¿Qué es esto que nos dice: Un poquito, y no me veréis; y otra vez un poquito, y me veréis: y, por que yo voy al Padre?

18Decían pues: ¿Qué es esto que dice: Un poquito? No entendemos lo que habla.

19Y conoció Jesús que le querían preguntar, y díjoles: ¿Preguntáis entre vosotros de esto que dije: Un poquito, y no me veréis, y otra vez un poquito, y me veréis?

20De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará: empero aunque vosotros estaréis tristes, vuestra tristeza se tornará en gozo.

21La mujer cuando pare, tiene dolor, porque es venida su hora; mas después que ha parido un niño, ya no se acuerda de la angustia, por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo.

22También, pues, vosotros ahora ciertamente tenéis tristeza; mas otra vez os veré, y se gozará vuestro corazón, y nadie quitará de vosotros vuestro gozo.

23Y aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará.

24Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre: pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.

25Estas cosas os he hablado en proverbios: la hora viene cuando ya no os hablaré por proverbios, pero claramente os anunciaré del Padre.

26Aquel día pediréis en mi nombre: y no os digo, que yo rogaré al Padre por vosotros;

27Pues el mismo Padre os ama, porque vosotros me amasteis, y habéis creído que yo salí de Dios.

28Salí del Padre, y he venido al mundo: otra vez dejo el mundo, y voy al Padre.

29Dícenle sus discípulos: He aquí, ahora hablas claramente, y ningún proverbio dices.

30Ahora entendemos que sabes todas las cosas, y no necesitas que nadie te pregunte: en esto creemos que has salido de Dios.

31Respondióles Jesús: ¿Ahora creéis?

32He aquí, la hora viene, y ha venido, que seréis esparcidos cada uno por su parte, y me dejaréis solo: mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

33Estas cosas os he hablado, para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción: mas confiad, yo he vencido al mundo.


Reina-Valera Antigua (RVA)

.

Wednesday, March 10, 2010

Conozcamos Mejor a Dios


Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo a quien has enviado. (Juan 17: 3).


Sólo si conocemos a Dios aquí podemos prepararnos para salir a su encuentro cuando venga. . . Pero muchos de los que profesan creer en Cristo no conocen a Dios. Su religión es meramente superficial. No aman a Dios; no estudian su carácter; por lo tanto, no saben cómo confiar, cómo mirar y vivir. No saben lo que es el amor que confía, o lo que significa avanzar por fe. No aprecian ni aprovechan las oportunidades de escuchar y recibir los mensajes del amor de Dios. No pueden comprender que tienen el deber de recibir, para poder enriquecer a los demás.
La sabiduría del mundo no logra conocer a Dios. Muchos han hablado con elocuencia acerca de él, pero sus razonamientos no acercan a los hombres a Dios, porque ellos mismos no tienen una relación vital con él. Al pretender ser sabios, llegan a ser insensatos. Su conocimiento de Dios es imperfecto. No concuerdan con él.

No podemos descubrir a Dios mediante la investigación. Pero él se ha revelado en su Hijo, que es el resplandor de la gloria del Padre y la expresa imagen de su persona. Si deseamos un conocimiento de Dios, debemos ser como Cristo. . . El vivir una vida pura por fe en Cristo como Salvador personal, llevará al creyente a un concepto más claro y elevado de Dios.

Cristo es una perfecta revelación de Dios. "A Dios nadie le vio jamás -dice él-; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer" (Juan 1:18). Sólo si conocemos a Cristo podremos conocer a Dios. Y a medida que lo contemplemos, seremos transformados a su imagen, preparados para salir a su encuentro cuando venga. . .

Ahora es el tiempo de preparación para la venida de nuestro Señor. La preparación para salir a su encuentro no se obtiene en un momento. Como preparación para esa solemne escena debe haber espera y vigilancia, combinadas con ferviente trabajo. Así los hijos de Dios lo glorifican. En medio de las activas escenas de la vida, se escucharán sus voces con palabras de ánimo, esperanza y fe. Todo lo que tienen y son está consagrado al servicio del Maestro. Así se preparan para salir al encuentro de su Señor.
.

Maranata, E. G. White, p. 74.
..

Tuesday, March 9, 2010

He aquí mi madre y mis hermanos


46Y estando él aún hablando á las gentes, he aquí su madre y sus hermanos estaban fuera, que le querían hablar.

47Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están fuera, que te quieren hablar.

48Y respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?

49Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos.

50Porque todo aquel que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano, y hermana, y madre.


Mateo 12:46-50 (Reina-Valera Antigua)

.

Tuesday, February 9, 2010

Todo aquello que es nacido de Dios vence al mundo



1 Juan 5


1TODO aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios: y cualquiera que ama al que ha engendrado, ama también al que es nacido de él.

2En esto conocemos que amamos á los hijos de Dios, cuando amamos á Dios, y guardamos sus mandamientos.

3Porque este es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son penosos.

4Porque todo aquello que es nacido de Dios vence al mundo: y esta es la victoria que vence al mundo, nuestra fe.

5¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?

6Este es Jesucristo, que vino por agua y sangre: no por agua solamente, sino por agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio: porque el Espírtiu es la verdad.

7Porque tres son los que dan testimonio en el cielo, el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo: y estos tres son uno.

8Y tres son los que dan testimonio en la tierra, el Espíritu, y el agua, y la sangre: y estos tres concuerdan en uno.

9Si recibimos el testimonio de los hombres, el testimonio de Dios es mayor; porque éste es el testimonio de Dios, que ha testificado de su Hijo.

10El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo: el que no cree á Dios, le ha hecho mentiroso; porque no ha creído en el testimonio que Dios ha testificado de su Hijo.

11Y este es el testimonio: Que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.

12El que tiene al Hijo, tiene al vida: el que no tiene la Hijo de Dios, no tiene la vida.

13Estas cosas he escrito á vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.

14Y esta es la confianza que tenemos en él, que si demandáremos alguna cosa conforme á su voluntad, él nos oye.

15Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que demandáremos, sabemos que tenemos las peticiones que le hubiéremos demandado.

16Si alguno viere cometer á su hermano pecado no de muerte, demandará y se le dará vida; digo á los que pecan no de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que ruegue.

17Toda maldad es pecado; mas hay pecado no de muerte.

18Sabemos que cualquiera que es nacido de Dios, no peca; mas el que es engendrado de Dios, se guarda á sí mismo, y el maligno no le toca.

19Sabemos que somos de Dios, y todo el mundo está puesto en maldad.

20Empero sabemos que el Hijo de Dios es venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero: y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.

21Hijitos, guardaos de los ídolos. Amén.